Por Carlos De Napoli para U-boat Argentina.
El hundimiento del crucero Bahía, producido mientras
patrullabas las aguas del Atlántico central en julio de 1945, es hasta hoy oficialmente
adjudicada a la explosión de una carga de profundidad provocada por un disparo
de una ametralladora antiaérea situada en la popa del barco.
Estas ametralladoras eran de marca Oerlikon (Suiza) de 20 mm. Fabricadas por EEUU bajo licencia. El Bahía poseía siete de estas armas, tres a babor, tres a estribor, y una en el medio de la cubierta, a popa, acusada de ser la causante del desastre. Pero la historia real nos muestra otra realidad.
Estas ametralladoras eran de marca Oerlikon (Suiza) de 20 mm. Fabricadas por EEUU bajo licencia. El Bahía poseía siete de estas armas, tres a babor, tres a estribor, y una en el medio de la cubierta, a popa, acusada de ser la causante del desastre. Pero la historia real nos muestra otra realidad.
Foto adjunta, <A catástrofe do C. “Bahía”, tomada
según dice: <Quando, poco antes, o cruzador estivera na Ilha da Trindade>
Fuente: A Marinha em Revista (Julio de 1949, Año III – N° 26)
Foto: Archivo de Carlos De Nápoli |
En la foto de la izquierda, –sumamente importante pese a
la mala calidad- puede verse el cañón N° 7 bajo el título: A metralhadora
fatídica. Allí es visible el soporte con sus características, donde
se encuentra el anteparo. Si se observa con detenimiento, se puede
ver que sobre la protección metálica <reparo duplo en portugués> han
soldado una varilla metálica del tamaño de un dedo, para que ese cañón no
pueda ser utilizado contra las cargas, ya que al bajar el tubo, pegaría
contra la barra soldada. La barra se percibe como una línea blanca.
En todo caso, si ante alguna terrible emergencia hubieran tenido que usarlo,
podrían disparar hacia arriba, pero nunca hacia las cargas de profundidad, que
son visibles en la foto. La barra de hierro, además, ha sido pintada de blanco,
del mismo color que los reparos.
Se alega que estaban realizando ejercicios de tiro, y
según la declaración del único oficial sobreviviente, Lucio Torres Días, el
blanco había sido colocado a 2.000 metros. Ver fuente: Revista Marítima
Brasileira V.118 nros. 4/6 abr/jun. 1998.
Esto es una fantasía, ya que el blanco
quedaba fuera del alcance del arma.
Muy importante:
Son unánimes los testimonios de que todos los oficiales
menos uno (Torres Días) –algo extraño- más los servidores de popa y ayudas, se
encontraban en popa.
De allí la gran cantidad de muertos al explotar el barco,
ya que también es unánime que la explosión se produjo en popa.
En resumen, esa ametralladora, además del
impedimento físico, la soldadura de hierro ya mencionada, jamás hubiera podido
ser utilizada para disparar contra el blanco, por la posición en medio de la
popa. De haberlo hecho contra el blanco, hubiera disparado contra la gente que
la rodeaba, o contra la que se encontraba sobre las barandas de los bordes, que
era mucha.
Otras circunstancias importantes a tener en cuenta:
a) Si la ametralladora
estaba realizando tiros de práctica, como la historia oficial narra, se debe
tener en cuenta que las balas para prácticas no son explosivas, sino macizas,
generalmente de hierro.
b) Las balas explosivas
eran escasísimas, ya que si bien la guerra en Europa había finalizado con la
rendición de Alemania, en el Pacífico continuaba, necesitándose las mismas –las
balas explosivas- para frenar los ataques de la aviación japonesa, muy fuerte a
medida que se acercaban a Japón los americanos.
En resumen, las hipótesis del accidente por
disparo de la ametralladora N° 7, es absolutamente falsa, y no puede sostenerse
más que en mentes afiebradas, que desconocen los asuntos marinos, con intereses
aviesos.
Sobre la declaración de Schäffer (comandante
del U-977).
La declaración de Schäffer es secreto de Estado en todos
los países implicados en el asunto (USA, Reino Unido, Argentina y Brasil), pero esto no impide sacar importantes
conclusiones de sus memoria escritas en la década del `50.
Dice textualmente: “Con toda tranquilidad,
saco mi carta náutica, la extiendo sobre la mesa, y explico nuestro itinerario
desde el 9 de mayo.
<Si esta carta es exacta, entonces usted
se encontraba el día del hundimiento del Bahía, (4 de julio, NdA) a más
de cincuenta millas marinas del lugar del naufragio. Nosotros verificaremos sus
documentos>.
En la inmensidad del océano, estar a 50 millas es estar
en el lugar del hecho. Por otra parte, ese día, como cuenta Schäffer, estaban
festejando el cruce del ecuador, con un día espléndido, disfrazados, navegando
en superficie, cuando de pronto escucharon ruidos de aviones. Así,
todo el mundo corrió hacia las armas. Schäffer relató esto textualmente en su
libro.
Schäffer afirma además que la prueba mayor de su
inocencia es que el tiempo (estado atmosférico) anotado, que es diferente entre lo
que sucedió el día del hundimiento del Bahía y el suyo. ESTO ES UNA FALSEDAD
MAYÚSCULA, YA QUE EL MISMO DICE QUE EL DÍA DEL CRUCE DEL ECUADOR, EL DÍA ERA
ESPLÉNDIDO, Y LOS MISMO DICEN –UNÁNIMEMENTE- LOS MARINOS DEL BAHÍA.
Pero algo es más grave aún. Al momento de ver las cartas
marinas del U-977, 17 de agosto de 1945, los argentinos que las analizaron desconocían la posición exacta del Bahía y la hora exacta del accidente. En
tal circunstancia, ¿Cómo pueden afirmar los argentinos que la nave se
encontraba a 50 millas del lugar del accidente, si desconocían los
detalles exactos del hundimiento? Conclusión: la posición del Bahía
fue dada por Schäffer.
A partir del último registro de la bitácora, Schäffer
tuvo tiempo más que suficiente para anotar en la misma, un recorrido que lo
hiciera pasar a esas presuntas 50 millas, pero algo juega en su contra: En el
mapa esquemático que muestra su itinerario, se ve claramente que cruzó
el ecuador en el lugar en que estaba el Bahía. Por la escala, no podemos
decir que pasó exactamente sobre el lugar, ya que es admisible un error de
cálculo en 30 millas más o menos, pero puede observarse claramente, que no
hubo desvíos bruscos.
Las declaraciones de Schäffer no pueden tomarse
seriamente. Aclaro, además, que los testimonio inmediatos a la explosión,
minutos antes del hundimiento, hablaban de torpedo o mina. Ver declaración de
Lucio Torres Días en su artículo. Ergo: todo lo del accidente con el cañón N°7 fue un invento encubridor, que ya no se sostiene.
Carlos De Napoli
Carlos De Napoli
Una de las últimas fotos del crucero, Archivo de Carlos De Nápoli |
Mapa confeccionado por el mismo Schaffer y publicado en su libro de memorias en 1955, Archivo de Carlos De Nápoli |
Nota Importante: Para conocer las verdaderas historias sobre la llegada de los submarinos alemanes a las costas argentinas click aquí.
Dada la cantidad de nazis que se refugiaron en Argentina a partir de 1945,además de la supuesta huida de Hitler a Argentina en un submarino a una zona indicada por el almirante Canaris (quien naufragó en 1916 en la costa argentina), estoy casi seguro que fue el U-977 que disparó torpedos al crucero Bahía. Según la capacidad de ese modelo de submarino (tipo VII si recuerdo bien), llevan entre 12 a 14 torpedos, el U-977 según el inventario, llegó con 10 torpedos a bordo.
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