Nota Importante: la verdad sobre la llegada de submarinos alemanes a la Argentina y las operaciones encubiertas click aquí
A continuación se copia textualmente el informe de la CEANA sobre las actividades de la Kriegsmarine en las aguas jurisdiccionales argentinas durante la segunda guerra mundial. El lector debe tener en cuenta que las opiniones volcadas por Ronald Newton en algunos casos son al menos discutibles y parciales. El informe es de 1998 e impulsado por el gobierno de Carlo Menem.
FUENTE de la transcripción completa: www.histamar.com.ar
A continuación se copia textualmente el informe de la CEANA sobre las actividades de la Kriegsmarine en las aguas jurisdiccionales argentinas durante la segunda guerra mundial. El lector debe tener en cuenta que las opiniones volcadas por Ronald Newton en algunos casos son al menos discutibles y parciales. El informe es de 1998 e impulsado por el gobierno de Carlo Menem.
FUENTE de la transcripción completa: www.histamar.com.ar
PROYECTO DE INVESTIGACION DE LA CEANA
Informe de avance
Febrero 1998
Ronald C. Newton
INTRODUCCION:
En
julio y agosto de 1945 dos submarinos alemanes clase U, el U-530 y el
U-977, se rindieron a las autoridades navales argentinas en Mar del
Plata. Existe una gran cantidad de pruebas escritas y fotográficas para
persuadirnos de que así fue. Sin embargo, el análisis oficial de esos
hechos fue rutinario y mucho menos persuasivo. Los interrogantes
subsistieron y, ante la ausencia de respuestas serias, se reformularon
periódicamente: la tripulación en su totalidad, ¿estaba integrada
simplemente por miembros del personal naval tal como aparentaban?; sus
armas, carga y pertenencias personales, ¿eran los elementos habituales
del arma?; alguno de los submarinos, ¿descargó personas o carga en la
costas argentinas antes de la rendición? ¿Hubo más de dos
submarinos? En realidad, durante los últimos días del Tercer Reich, los
jerarcas nazis, Bormann o Hitler mismo, ¿huyeron hacia la Argentina en
submarino trayendo con ellos parte del botín de Europa?
La respuesta simple es no. A la fecha, no existen evidencias sustanciales: ningún naufragio (cuya fecha se remonte a 1945) de un submarino, ningún legajo policial con fotos y huellas digitales, ningún testimonio de lecho de muerte por parte de algún participante alemán o germano argentino, ningún descubrimiento de restos humanos identificables que respalde una respuesta afirmativa a estos interrogantes. Sin embargo, estas lagunas no han sido un obstáculo - tal vez hasta hayan sido un estímulo - para que florezcan febriles especulaciones.
Hasta ahora, los datos disponibles han sido escasos, tan escasos, en
realidad, que pueden ser mejor descritos como datoides, es decir, datos
totalmente desprovistos de contexto.
La escasez de la evidencia aprovechable se debe, principalmente, a la
imposibilidad, hasta la década del 70, de acceder a documentos gubernamentales esto, a su vez, permitió sólo una acumulación
insignificante de evidencia adicional (o contexto) más allá de lo que se
conocía (o se especulaba) en 1945. La única forma de superar el
problema de los datos limitados y fuera de contexto es, me parece,
ampliar los parámetros de la indagación para incluir las dimensiones
alemana e internacional relevantes a los fines del presente, y
retrotraerse incluso hasta 1930, tres años antes de que los nazis
llegaran al poder en Alemania Las fuentes de dicha indagación son,
primero, la abundante bibliografía secundaria sobre la guerra submarina
en general, así como la breve lista de escritos secundarios serios sobre
sus aspectos argentinossegundo,
los vastos depósitos de materiales navales alemanes y estadounidenses
de los Archivos Nacionales de los EEUU, y tercero, los Archivos
Generales de la Armada
(AGA) y otras fuentes de información oficiales de la Argentina puestas a disposición de la CEANA.
Pruebas y Advertencias
La
manera mas directa y obvia de responder a estos interrogantes en
términos positivos sería descubriendo evidencias sustanciales del tipo
descrito. El naufragio del sentido de los submarinos clase U debería
haber sido prueba suficiente para indicar que determinado hecho ocurrió
en un lugar Y o en una fecha Z. Asimismo sería factible, si bien más
difícil, cimentar un argumento afirmativo con paredes de documentos
gubernamentales que se respaldan mutuamente. Sin embargo, como todo
historiador sabe, es imposible probar absolutamente que algo no sucedió, es decir, es imposible probar lo negativo en términos absolutos. Todo lo que uno puede hacer es reunir y analizar todas las pruebas escritas u otras pruebas que se puedan acumular. Si
al poner en práctica este procedimiento no aparecen las pruebas uno
debe evaluar la posibilidad de que la respuesta sea negativa.
ANTES DE SETIEMBRE DE 1939
La E-Dienst
En 1930 el reducido número de efectivos navales que el Tratado de Versalles le permitía tener a Alemania, sigilosamente creó la Etappen-Dienst o E-Dienst. Concebida en virtud de la posibilidad de otra guerra mundial con Gran Bretaña, la E-Dienst
fue una red de respaldo y abastecimiento naval con base en puertos
grandes y pequeños fuera de Alemania, particularmente en países con
posibilidades de ser aliados o neutrales en caso de guerra. Una vez
completa (como casi lo estaría para 1939), la red se extendería por todo
el mundo. Ampliada en 1931, su lista de misiones incluía: preparar las
instalaciones para mantener, reparar y reabastecer a los buques
corsarios de superficie, submarinos y forzadores de bloqueos alemanes;
ayudar a las naves alemanas a regresar a su base en caso de guerra;
informar sobre los movimientos navales de todas las naciones; monitorear
e informar sobre los movimientos de buques mercantes enemigos y
neutrales; realizar espionaje comercial;
llevar
listas negras; desarrollar campañas de propaganda en la prensa local;
envenenar la carga de buques de transporte enemigos y neutrales, etc. Su
personal estaría compuesto por ciudadanos alemanes en el extranjero, la
mayor parte del personal ya estaba empleado en la industria marítima:
agencias marítimas y de seguros, astilleros, aprovisionadores y
armadores navales. Prestarían sus servicios por razones de patriotismo y
sólo se les pagarían los gastos.
Buenos Aires fue uno de ocho centros neurálgicos marítimos en los que comenzaría la organización de la E-Dienst
y ya en 1930 el personal naval alemán había identiflcado a su hombre en
esa ciudad. Era el Capitán de Fragata (retirado) Dietrich Niebuhr,
veterano de la guerra de 1914-1918 y en ese momento trabajando en una
dudosa empresa de venta de armas llamada "COARICO" EI ingreso de
Niebuhr a los círculos de negocios germano argentinos e internacionales
en Buenos Aires había sido facilitado por su primo Karl Niebuhr,
director de 18 compañías. Su hombre de confianza en los círculos navales de la Argentina era un tal V.A. Ferrer, con quien continuaría colaborando ya entrada la década del 40
Para 1932 ya estaba nuevamente en servicio activo y se desempeñaba como
"agregado naval" no oficial delministro alemán Poco después fue
reclutado para inteligencia militar/naval (Abwehr) y pasó un
tiempo en Alemania, donde se desempeñó como jefe de inteligencia naval.
Cuando regresó a Buenos Aires, a fnes de 1936, Niebuhr ostentaba los
títulos de agregado naval y de la fuerza aérea, jefe (Abwehrbeauftragte)
de inteligencia militar naval para la Argentina, sur de Brasil, Uruguay
y Chile y comandante designado de las actividades de la E-Dienst
en dicha área, con posterioridad designada "Gross-Etappe 7" (Teatre
Etappe 7). Ante la amenaza de guerra, en setiembre de 1938 se le ordenó
activar su "organización de guerra" ante la recepción de una "orden
especial", y en lo posible, transferir su cuartel general a Río de
Janeiro, ya que "la E-Dienst tenía especial interés en la costa
Atlántica".
Para entonces Niebuhr ya había reclutado al jefe civil de la E-Dienst
local. Se trataba de Thilo Martens, también oficial naval retirado y
representante en Buenos Aires de North German Lloyd en la década del 30.
Martens, un hombre de negocios sumamente activo, a su vez reclutó a
muchos otros alemanes que trabajaban en el negocio naviero en Buenos
Aires. (No debía existir superposición entre la pertenencia a la E-Dienst y a la Abwehr). No está claro qué estuvieron haciendo Niebuhr y Martens hasta setiembre de 1939. Niebuhr no
reclutó ninguna red de inteligencia; se vería obligado a hacerlo en
forma apresurada e ineficiente a partir de setiembre de 1939. Si bien en
setiembre de 1939 la E-Dienst de La Plata ocupaba el segundo lugar en magnitud de gastos anuales de todas las organizaciones en el exterior,
Martens, que se encontraba en Alemania cuando estalló la guerra, debió
ser persuadido por el Almirante Wilhelm Canaris, jefe de la Abwehr,
para volver a Buenos Aires y darle vida a la estructura de la cual,
nominalmente, era el jefe. Para Martens la guerra fue buena; para 1945
se había convertido en un hombre muy rico
.
SETIEMBRE 1939 - MAYO 1945:
E-Dienst/Abwehr
Después de setiembre de 1939 las actividades de la E-Dienst
y de la Abwehr en la Argentina consistieron en operaciones de
espionaje, incluyendo información sobre movimientos de buques; esfuerzos
infructuosos para utilizar buques mercantes alemanes atrapados en
puertos chilenos, argentinos, uruguayos y brasileños para romper
bloqueos; su eventual venta a armadores neutrales; la operación del
Admiral Graf Spee que en diciembre de 1939 hizo trasladar a más de mil
miembros de la tripulación del buque de guerra hundido desde Montevideo a
Buenos Aires para su reclusión, y la huida y el regreso a Alemania de
más de ciento cuarenta oficiales y personal técnico del Spee. Para fines de 1942, las actividades de espionaje de Niebuhr (sobre las cuales nunca fue muy entusiasta), y su intervención en las huídas del Graf Spee le valieron la declaración de persona non grata. En enero de 1943 regresó a Alemania. Estos temas se examinan en otros trabajos; este informe no los considerará.
Hasta donde se sabe, ningún buque corsario alemán fue pertrechado en
aguas argentinas. De todos modos, a los fines de nuestra indagación,
debe abordarse el tema del reabastecimiento de submarinos alemanes desde bases argentinas.
El 19 de febrero de 1940 Niebuhr envió un telegrama cifrado vía Transradio (sin duda monitoreado por los británicos); en el que enviaba una propuesta por parte de un hombre de confianza
alemán conocido sólo como "Robert" para crear una base secreta de
submarinos clase U en la costa patagónica, a 44ª 15' de latitud sur (es
decir, en Bahía Vera justo al norte de Cabo Raso). Debía disfrazarse
como una fábrica para el procesamiento de grasa, aceites, pieles y
harina de pescado provenientes de la caza de lobos marinos. La
ubicación, para la cual "Robert" tenía una "concesión", estaba (dijo)
alejada de los buenos caminos y podía ocultarse fácilmente. En una
instalación de ese tipo, construida sobre el modelo de una empresa
noruega en la costa sur de Comodoro Rivadavia, los depósitos de Gasoil y
lubricantes no despertarían sospechas. Se trataba asimismo de una
empresa que prometía ser muy lucrativa.
Si bien Niebuhr avaló la propuesta, el OKM la rechazó sin más trámite,
ya que el comando naval no tenía intenciones de provocar a los
estadounidenses quienes habían proclamado una "Zona de Seguridad
Panamericana" que se extendía 200 millas mar adentro de los continentes
americanos. El proyecto no reaparece en la correspondencia alemana
clandestina, pero ocupa un lugar destacado en la creciente mitología de
la costa patagónica.
En mayo de 1941, por ejemplo, una "fuente habitualmente confiable"
describió dos bases alemanas, una en Península de Valdés entre Lobería y
Punta Delgada y la otra en el extremo sur en el Territorio Santa Cruz, 8
km al norte de la desembocadura del Río Deseado, un área de numerosas
cuevas. En palabras del informante, "numerosos" reabastecimientos de
combustible habían sido llevados a cabo por los buques cisterna
propiedad de la firma Astra. La figura central en estos asuntos
clandestinos fue un empleado de Casa Lahusen, un tal Schulz, cuya base
de operaciones estaba en el pueblo de Nueva Lubeca. El 18 de diciembre
de 1941 llegó un informe similar con respecto a Lobería. Y de acuerdo
con el mismo informante, en Caleta Córdoba se encontraba otra base
secreta y había otra en Caleta Olivia que estaba disfrazada como Cía. de
Extracción de Aceites y Grasas, una sucursal de la firma Lahusen (ésta
es aproximadamente la misma ubicación de la empresa "noruega" a la que
"Robert" había hecho referencia anteriormente). Una vez más se informó
que el buque cisterna Astra, de la compañía petrolera del mismo nombre, había reabastecido de combustible a submarinos.
En este momento, y nuevamente en setiembre de 1943, se informó que
buques pesqueros de la firma japonesa CACIP habían participado
activamente en operaciones de reabastecimiento de combustible. A veces
operaban desde la región de Santos, en Brasil. A fines de agosto de 1942, una aeronave brasileña descubrió a un buque argentino llamado Santa Cruz
reabasteciendo de combustible a un submarino clase U, en altamar, entre
Santos y Montevideo. La aeronave brasileña puede o no haber bombardeado
al submarino. No fue hundido. En noviembre de 1942 la Embajada de los
EEUU se enteró de que el Mayor Pablo Stagni, jefe de la Fuerza Aérea
Paraguaya había visto un submarino alemán en la desembocadura del río
Colorado. Los estadounidenses verificaron la historia y no hallaron nada
salvo una operación de guardacostas británica muy eficiente.
Florecieron los rumores de que buques cisterna de YPF habían
reabastecido de combustible a submarinos clase U, pero no pudo
substanciarse nada. El Cónsul británico en Comodoro Rivadavia les señaló
a los estadounidenses que el Capitán de un submarino alemán clase U
sería tonto si desperdiciase el escaso combustible en un viaje de ida y
vuelta entre Patagonia y las zonas en guerra, a miles de millas al norte. (Ver próximo párrafo)
Uso de inteligencia naviera por parte de los submarinos clase U:
La red de espionaje de la Abwehr
de Niebuhr no tenía contacto directo con los submarinos clase U en
altamar. En vez, de acuerdo con los procedimientos de inteligencia
alemanes, se enviaba la información de inteligencia naviera a Alemania
por medios electrónicos (cable, radio comercial o clandestina) y allí
era transferida al personal de planeamiento táctico de operaciones con
submarinos clase U, y desde allí a las unidades en altamar. Como los
criptógrafos británicos y estadounidenses habían roto los códigos
secretos supuestamente inviolables a comienzos de la guerra, estaban en
condiciones de leer una creciente cantidad de telecomunicaciones de
inteligencia alemana; por lo tanto, los convoyes Aliados podían ser
reencaminados para evitar las emboscadas de los submarinos clase U. Por
esta razón no se perdieron embarcaciones Aliadas que zarparon de Buenos
Aires como resultado directo del espionaje alemán. Una razón igualmente
importante para el grado insignificante de actividad por parte de los
submarinos alemanes clase U en aguas argentinas estaba dada por el deseo
del Ministerio de Relaciones Exteriores alemán de mantener a la
Argentina (y a Chile) neutral, a toda costa. Por lo menos hasta
agosto de 1944 estaba prohibida toda la actividad de submarinos clase U
al sur del paralelo 28ª aproximadamente en el nivel de los estados
brasileños de Santa Catarina y Río Grande do Sur.
Comunicaciones Transatlánticas
Los
últimos radiomensajes alemanes clandestinos (probablemente leídos en su
totalidad por los criptógrafos Aliados) fueron enviados desde suelo
argentino durante agosto de 1944. Desde entonces quedaron escasas
posibilidades de cualquier clase de comunicación transatlántica. Una fue
la red marítima de marinos mercantes y correos españoles y portugueses,
particularmente de la línea Ybarra, que operaba el Cabo de Hornos y el Cabo de Buena Esperanza.
Sin embargo, este método siempre había sido lento e incierto y, para
ese momento, ya era muy inseguro (los "agregados legales" de la embajada
de los Estados Unidos - el FBI - pagaron precios altos por los mensajes
que les eran desviados); obviamente, sólo podían confiarse mensajes
poco significativos a estos marinos/correos. Si, hipotéticamente,
hubiera sido necesario enviar un mensaje importante - tal vez con
respecto a la huida hacia la Argentina de una de las principales figuras
del Eje- hubiera sido mejor encomendárselo a algún viajero neutral de
alta posición. Este tipo de viajeros no escaseaba: es casi seguro que
los diplomáticos españoles y el personal militar permitían que la valija
diplomática y su equipaje personal fueran utilizados en esta forma. De
todos modos, nunca salió a la luz información específica sobre el contenido de estas comunicaciones.
Algunos agentes alemanes - entre quiénes Johann Siegfried Becker es el
más conocido - cruzaron el Atlántico como "polizones" a bordo de
embarcaciones españolas durante la guerra. Hasta donde se sabe, ningún
submarino transportó agentes alemanes a la Argentina
La poca importancia que las autoridades navales alemanas le dieron a
las cuestiones sudamericanas está indirectamente sugerida por la
aventura del velero Santa Barbara (o Passim). Este ex barco langostero de 22 metros, de construcción francesa, perteneció a la pequeña flota de la Abwehr. En tres ocasiones el Santa Barbara
transportó agentes al hemisferio sur, a Sudáfrica en 1941, Brasil en
1943 y la Argentina (Punta Mogotes, Provincia de Buenos Aires) en 1944 y
al hacerlo, efectuó seis travesías del Atlántico en tiempos de guerra.
En las últimas dos misiones los agentes fueron arrestados casi
instantáneamente; nunca más se supo del agente que se quedó en
Sudáfrica. Cuando el proyecto argentino surgió por primera vez a fines
de 1943, la marina denegó la solicitud del Sicherheitsdiens para
efectuar un desembarco submarino. El Ministerio de Relaciones Exteriores
dio su consentimiento sólo renuentemente a una inserción usando un
velero y la Abwehr dio su consentimiento, con el mismo nivel de
renuencia, a proveer la embarcación. El Capitán Niebuhr (que en ese
momento asesoraba sobre cuestiones argentinas) opinaba que los agentes
serían capturados y que su captura pondría en peligro el resto de las
operaciones clandestinas alemanas en el país. Estaba equivocado, pero
sólo debido a que dichas operaciones ya habían sido penetradas
extensivamente por la contrainteligencia Aliada y argentina. En el bando
de los Aliados, a numerosos oficiales navales británicos, así como a J.
Edgar Hoover, les resultaba imposible creer que un velero hubiera
cruzado seis veces los controles navales Aliados sin peligro. Para
ellos, debe haberse tratado de un submarino.
La Patraña del Cuarto Reich
Por
supuesto, los Aliados desconocían la renuencia de la marina alemana a
transportar agentes secretos en submarinos clase U. A comienzos de 1943
los informes sobre contactos submarinos entre los agentes de
inteligencia alemanes y las operaciones clandestinas de Alemania en la
Argentina comenzaron a llegar a oídos de los Aliados. El Evening Standard
de Londres informó el 24 de abril que en España se estaba preparando
puestos de reunión y transferencia para los Nazis que huían. Estos
Nazis, al Ilegar a la Argentina en submarino, se refugiarían en un
"reducto militarizado" en Misiones. El 12 de agosto de 1943 los
agregados militar y naval de los EEUU fueron a Cabo San Antonio,
Provincia de Buenos Aires, a esperar el arribo de un submarino clase U
frente a las costas de Mar de Ajó que retiraría a marinos fugitivos del Graf Spee
y un cargamento de contrabando. No encontraron nada. La inteligencia
Aliada recibió más informes de futuras reuniones de submarinos clase U a
fines de 1943, pero el "Caso Miramar" (también en la Provincia de
Buenos Aires) y otras alarmas también demostraron carecer de
fundamento.
A fines de agosto de 1944 el inesperado colapso alemán en Francia y la
perspectiva de que la guerra europea pudiera estar por llegar a su fin,
produjeron un alto nivel de actividad diplomática sobre la cuestión del
asilo a los criminales de guerra del Eje que estaban huyendo.
Efectivamente, una Iluvia de informes indicaba que la gran huida hacia
América del Sur había comenzado. Informes detallados con respecto a la
venta de pasaportes españoles, a las gigantescas transferencias de oro a
través de Suiza y los desembarcos a medianoche en remotas playas
patagónicas, llegaron a la inteligencia Aliada y comenzaron a aparecer
en la prensa pro Aliada de todo el mundo. Los alemanes bien conocidos
que habían desaparecido de la Argentina desde 1939, salieron a la luz
repentinamente (en Córdoba, la Patagonia y Buenos Aires). Los
observadores estadounidenses en la costa informaron enojados que habían
perdido por poco a Alfred Rosenberg, el filósofo del Nazismo. En marzo
de 1945 Washington envió con urgencia una foto de Rosenberg para asistir
a la embajada de los EEUU en su búsqueda.
Mientras la embajada británica seguía escéptica (ya que MI-6 no pudo
hallar evidencias sólidas de que la Gran Huída se estaba llevando a
cabo), los estadounidenses estaban cada vez más furiosos ante su
imposibilidad de echarle el guante a ninguna de las dudosas figuras
sobre quienes estaban recibiendo tanta información.
Finalmente, en un ataque de sentido común, siguieron el rastro de las
habladurías hasta su origen, que sorprendentemente resultó ser una radio
británica secreta ubicada cerca de Londres. Durante ocho meses,
los estadounidenses (y la prensa internacional sobre la que tenían
influencia) habían sido engañados por una operación de guerra
psicológica británica destinada a socavar la moral de los militares y
civiles alemanes persuadiéndolos de que sus líderes estaban desertando
del Reich de los Mil Años que se derrumbaba. Lamentablemente, del lado
británico, a nadie se le había ocurrido informar a los estadounidenses.
Después de un intercambio airado, ambos Aliados llegaron a la conclusión
de que resultaría demasiado embarazoso para cualquiera de ellos admitir
este desatino ante el mundo; de modo que se permitió que la Gran Patraña del Cuarto Reich
pasara a la historia popular y periodística, donde ha permanecido desde
entonces. Debido a la astucia de sus creadores británicos muchas de las
historias fueron plausibles, pero ninguna de ellas fue cierta.
1945: LA RENDICIÓN ALEMANA Y DESPUÉS
El Rol Argentino
Si
bien los estadounidenses y los británicos (estos últimos bajo presión
de los EEUU) habían retirado a sus embajadores de Buenos Aires en marzo
de 1944, en enero de 1945 los diplomáticos argentinos en Asunción del
Paraguay les aseguraron a sus pares estadounidenses que la Argentina
cumpliría con los deseos de los Aliados con respecto a los buques o
aviones del Eje que se rindieran en puertos neutrales. En marzo de 1945
la Argentina declaró la guerra contra Alemania y Japón, un acto que
eliminaba toda ambigüedad sobre esta cuestión: Los efectivos del Eje que
se pusieran bajo la custodia argentina ahora debían ser tratados como
prisioneros de guerra.
Falsos Alertas
El
18 de mayo de 1945, casi dos semanas luego de la rendición alemana en
Europa, el consejero de la embajada estadounidense le dijo al agregado
naval que el Ministro de Relaciones Exteriores argentino le había dicho
que el Ministerio de Relaciones Exteriores había recibido rumores de que
"uno o más" submarinos alemanes clase U se acercaban a la costa
argentina, quizás con la intención de bordear el Cabo de Hornos y
desembarcar en la costa sur de Chile. La armada argentina, actuando en
base a la información del Ministerio de Relaciones Exteriores, puso
todos los destructores y barreminas disponibles en servicio de patrulla.
Una división de destructores formó una barrera para prevenir todo
movimiento en la zona del Cabo de Hornos. El Ministerio de Relaciones
Exteriores notificó a los británicos. Se intensificaron las patrullas
aéreas y costeras. Pero todos estos esfuerzos no dieron resultado; no se
encontró nada. A principios de junio se interrumpieron las patrullas.
El agregado naval estadounidense, Capitán W.W. Webb, se ocupó de
rastrear la fuente de este rumor. A pesar de la renuencia argentina a
revelar sus "fuentes", la cual desató un extraordinario ataque de
histeria anti-Argentina en Washington, se enteró de que el rumor se
había originado en la embajada estadounidense. Específicamente se había
originado a través del agregado militar estadounidense, General Lang,
quien había mencionado en una conversación informal con un argentino no
identificado que era "posible que los jerarcas alemanes se estuvieran
escapando en submarino hacia la Argentina" (probablemente el General
Lang no estaba al tanto de que el mes anterior se había iniciado en
Londres la Gran Patraña del Cuarto Reich). "Alguien había ampliado el
comentario" (escribía el Capitán Webb) "e informado a la oficina
[argentina] de relaciones exteriores que el agregado militar había dicho
que los submarinos estaban en camino. Así se originaron los rumores. . .
"
El U-530 y el U-977
Durante
la mañana del 10 de julio de 1945, dos meses después de la rendición
alemana, la tripulación de 54 hombres del submarino U-530 incluyendo su
comandante, el Oberleutnant Otto Wermuth, se rindió en la base naval de
Mar del Plata. El 17 de agosto la tripulación de 31 hombres del U-977 y
su comandante, Oberleutnant Heinz Schaeffer, también presentó su
rendición en Mar del Plata. Los tripulantes de ambas naves fueron
considerados prisioneros de guerra. Tanto los argentinos como los
estadounidenses los trataron a todos correctamente. Cuando el U-530
arribó, se notifcó inmediatamente a las embajadas estadounidense y
británica. Un oficial de la marina estadounidense y un "agregado legal"
viajaron a Mar del Plata pero no participaron en el interrogatorio de
dos días realizado por el personal naval argentino.
El 16 de julio un comité especial, al cual el Ministerio de Relaciones
Exteriores le había encomendado la tarea de analizar los aspectos de
derecho internacional de la cuestión, recomendó al gobierno argentino
que entregara los tripulantes a los estadounidenses. Al día siguiente el
Gabinete consintió en hacerlo. A tal efecto se promulgó el Decreto
16.162. Los estadounidenses rápidamente hicieron los arreglos para
trasladar a una tripulación de presas a Buenos Aires y buscar a los
marinos alemanes. Bajo permanente vigilancia, los mismos fueron
trasladados por aire a Fort Hunt, Virginia, cerca de Washington, D.C.,
donde fueron interrogados en forma individual y grupal hasta setiembre
de 1945. Algunos oficiales o los tripulantes mejor informados fueron
recluidos en celdas especialmente equipadas con micrófonos transmisores,
junto con tripulantes de otros submarinos alemanes capturados. Sus
conversaciones eran supervisadas por soldados estadounidenses que
hablaban alemán, provistos de lápiz y anotador. Este procedimiento poco
sofisticado no produjo información útil, sólo aburrimiento.
Un procedimiento idéntico se Ilevó a cabo cuando el U-977 se rindió en
agosto. Cuando los tripulantes del U-977 llegaron a los Estados Unidos,
algunos de ellos fueron recluidos en celdas especiales con los
tripulantes del U-530 (Wermuth y Schaeffer estuvieron juntos durante un
tiempo). Antes de finalizar el año, los 86 miembros de la tripulación
fueron devueltos a la Argentina. Desde allí fueron repatriados a
Alemania en febrero de 1946, al momento de la repatriación de los
reclusos del Graf Spee.
La armada estadounidense consideró, y luego rechazó, la idea de
entregar los submarinos a un gobierno argentino "decente". Finalmente,
se le cedieron dos torpedos del U-977 a la armada argentina. Una
tripulación de presas trajo ambos submarinos a los Estados Unidos. El
U-530, que había sido parcialmente saboteado antes de la rendición,
debió ser sometido a reparación en Río Santiago antes de partir hacia el
norte. A fines de 1945 o principios de 1946, el U-530 y el U-977 fueron
hundidos, entre otros cien submarinos clase U en el Atlántico Norte,
según lo acordado por los gobiernos británico y soviético.
Resultados de las Investigaciones Argentina v Estadounidense:
Los Submarinos y Sus Tripulaciones
El
U-530 pesaba 700 toneladas y normalmente albergaba una tripulación de
54 hombres. El U-977 pesaba 500 toneladas y generalmente transportaba 48
tripulantes (estaba escaso de tripulantes ya que 16 hombres habían
desembarcado en Noruega, y era necesario hacer turnos dobles). Wermuth
tenía 25 años y Schaeffer, 24. Excepto por algunas excepciones, los
tripulantes eran todos jóvenes y solteros.
El U-530 era el primer submarino comandado por Wermuth, quien tenía
dificultades para mantener la disciplina. Al arribar a Mar del Plata, el
U-530 estaba despintado y corroído; por fuera estaba descuidado y por
dentro oxidado y mugriento. En realidad, su estado era tan deplorable
que, como Holger Meding señala, cualquier oficial superior del régimen nazi a bordo se habría indignado ante tal Schlamperei. También Wermuth se metió en problemas al arrojar al mar el diario de navegación,
53 libros de códigos, mapas, torpedos restantes, ametralladoras y
municiones, y al sabotear (sin éxito) los motores de la nave. El U-977,
por el contrario, llegó recién pintado y en excelentes condiciones. El
diario de navegación, todo el armamento (incluyendo diez torpedos) y
todo el aparejo se encontraban en la nave o se podía justifcar su
ausencia. Más tarde, Oberleutnant Schaeffer escribió su propia narración
del viaje.
¿Por
qué prefrieron los comandantes y las tripulaciones ser recluidos en la
Argentina antes que obedecer las órdenes no cifradas de los Aliados
transmitidas a todas las unidades navales alemanas en altamar?
Los
oficiales superiores e inferiores dijeron que sospechaban que los
mensajes de los Aliados eran falsos porque no eran cifrados. Ninguno de
los marinos había estado en la Argentina antes, ni tenía, con excepción
de uno, familiares o amigos en este país. Tenían la vaga certeza de que
la Argentina era un país amigable y aún neutral. Afirmaron no tener
conocimiento de que en marzo la Argentina había declarado la guerra
contra Alemania y Japón. Temían ser maltratados en manos de sus captores
Aliados, tal vez aun de ser entregados a los rusos y/o de ser tratados
como "criminales de guerra". Ciertamente esperaban recibir un trato
decente en la Argentina o quizás que se les permitiera permanecer en ese
país para iniciar una nueva vida.
Esta era la mentalidad de los jóvenes que básicamente se rehusaban a
aceptar la derrota alemana. Puede sonar confuso pero de ninguna manera
era algo inusual: en las últimas semanas de guerra y las primeras
semanas de paz, 180 comandantes de submarinos clase U decidieron hundir
sus naves antes de sufrir la humillación de la rendición.
El U-977 estuvo entre los últimos submarinos alemanes en rendirse: en
el último mes cinco submarinos clase U comandados por tripulantes
japoneses (los alemanes habían sido internados en Japón), se rindieron
en las afueras de Singapur
El
4 de julio frente a las costas de Pernambuco explotó y se hundió el
crucero brasileño Bahia, cobrando 367 vidas. Cuando el U-530 arribó a
Mar del Plata el 10 de julio, sólo le quedaba un torpedo defectuoso de
los 14 con los que estaba equipado al partir de Kiel el 19 de febrero.
¿Había hundido el U-530 al Bahia?
Oberleutnant
Wermuth y su tripulación negaron todo conocimiento del hundimiento.
Wermuth dijo que el submarino clase U había disparado siete torpedos al
encontrarse rodeado frente a las costas de Nueva York por un convoy
Aliado que se alejaba del continente, pero que no se había registrado
ningún acierto; seis torpedos en condiciones de explotar habían sido
arrojados al mar antes de la rendición.
Finalmente los oficiales navales Aliados aceptaron su negación:
Calcularon que el U-530 no pudo haber navegado 1700 millas marinas o más
desde el lugar del hundimiento del Bahia hasta Mar del Plata en seis
días a una velocidad promedio (6,5 nudos/hora) de la que era capaz. Como
resultado, los funcionarios navales brasileños atribuyeron el desastre
a una explosión de las propias municiones de la nave.
¿Desembarcó algún pasajero antes de las rendiciones en Mar del Plata?
Sí:
en Noruega. El U-977 sólo había estado navegando seis días cuando
recibió la orden de rendición. A diferencia de Wermuth, Oberleutant
Schaeffer convocó a una reunión general de toda la tripulación y les
ofreció desembarcar a todo aquél que prefiriera volver a Alemania.
Dieciséis hombres, la mayoría casados, decidieron hacerlo. Schaeffer los
desembarcó en la Isla Holsenöy, cerca de Bergen en la madrugada del 10
de mayo. En seguida se especuló que Schaeffer había subido a bordo
nuevos pasajeros y/o cargamento al mismo tiempo, pero tales afirmaciones
nunca fueron fundamentadas. El servicio de inteligencia británico en
Noruega logró localizar a los ex tripulantes y confirmar su parte de la
historia.
Implícitamente (ver mapas adjuntos trazados por los comandantes de los
submarinos clase U en colaboración con sus captores) los investigadores
de la marina estadounidense concluyeron que no se habían hecho otras
escalas en el resto del itinerario de las naves.
1. Hans Joachim Bonsack, un refugiado alemán del Nazismo residente en
Montevideo, recibió vía España una carta de su ex prometida, la Condesa
"Vicky" Stolberg, de Alemania. La misma describía los planes (en el
castillo de su padre) de trasladar a Hitler en un submarino clase U a
las tierras de un tal Barón Ketler en el sur de Chile. Este complejo
complot involucraba pasar por Leichtenstein, sacar a Hitler por España o
Portugal en un U-530 y, del lado argentino, la participación de la
familia del Conde Luxburg, enviado alemán en la Argentina durante la
Primera Guerra Mundial, para recibirlo. Los investigadores de los
Aliados en Alemania a los que se les pidió que indagaran la cuestión, no
volvieron a aparecer
2. A fines de septiembre, el activista nazi Walter Wilkening informó
desde Buenos Aires: "Hitler está vivo y está escondido en uno de un
grupo de tres (3) submarinos ubicados en algún punto frente a Ias costas
españolas. Estos son los últimos submarinos de la Flota Nazi.
.
. . En los últimos días de agosto llegó a Buenos Aires correspondencia
remitida desde el cuartel general de Hitler por correo diplomático
español, conteniendo instrucciones dirigidas a los nazis locales, de
prepararse y permanecer firmes en sus creencias. . . “
3. De acuerdo con la "Fuente K" del FBI, quien a su vez se enteró a
través de un tal Arturo Meyer, Hitler había volado a África y de allí
había abordado el U-530. Desembarcó entre Necochea y Miramar
aproximadamente el 20 de junio disfrazado de pescador. Su rostro había
sido modificado por medio de cirugía estética. Había sido escoltado por
ofciales pro-nazis del Ejército hasta la región del Chaco (probablemente
brasileño o paraguayo)
4. En julio, un tal John Mattern, un ciudadano estadounidense
naturalizado, aportó la historia de que dos submarinos clase U habían
sido encontrados abandonados cerca de Mar del Plata y luego hundidos. En
otra versión, Mattern dijo que Hitler era el que había desembarcado.
San Julián:
Alrededor
del 26 de junio, la Policía de la Provincia de Buenos Aires notificó a
la Policía Federal que se había avistado un submarino cerca de San
Julián, Santa Cruz, en el extremo sur, y que dos hombres (o un hombre de
uniforme y una mujer) habían llegado a tierra en un bote de goma. Según
se dijo, el submarino fue reabastecido de combustible por un velero
cerca de San Julián. Crítica publicó un facsímil del informe de la
Policía Federal que fechaba el desembarco en abril de 1945.
Stroeder:
El
27 de junio dos personas, posiblemente un hombre de uniforme y una
mujer (posiblemente el mismo hombre y la misma mujer), Ilegaron a la
costa en un bote de goma. Allí fueron recibidos por una persona de
origen alemán que los llevó en su velero hasta una estancia recién
comprada, cerca de Verónica. La policía provincial con asiento en La
Plata informó al Mayor Contal de Coordinación Federal. Aproximadamente
para la misma época se reforzó el destacamento de la Prefectura de
Stroeder.
San Clemente del Tuyú:
Los
avistajes más intrigantes se produjeron frente a las costas de San
Clemente del Tuyú, Provincia de Buenos Aires, entre el 17 y el 23 de
julio. El 17 un "submarino" que viajaba hacia el sur a unos 3.000 metros
de la costa fue visto, en un momento u otro, por lo menos por dos
docenas de personas, desde la costa. Sin embargo, había neblina en el
momento de los avistajes y el "submarino" no fue visto por los
observadores entrenados del faro cercano de Cabo San Antonio, ni por un
avión no identificado que volaba en círculos sobre la zona. Al anochecer
del 17, el Torpedero Mendoza, que patrullaba mar afuera, avistó un
periscopio y detectó sonidos submarinos en sus hidrófonos; se persiguió
el objetivo por una hora y cuarenta minutos, disparando 8 cargas de
profundidad, hasta que la oscuridad obligo a abandonar las operaciones,
sin resultado aparente. Durante los días posteriores se hicieron
avistajes aislados en la zona. En un caso, pareció que al anochecer un
observador confundió la mesana de un pesquero con la torreta de un
submarino clase U.
El avistaje reportado del “U-124” del 29 de Julio fue, sin embargo,
pura fantasía, dado que era una práctica alemana no llevar números
identificatorios en los submarinos clase U durante tiempos de guerra.
Los incidentes fueron investigados por la policía y oficiales navales,
quienes no pudieron arribar a una explicación definitiva.
Notas sobre el Contexto de los Avistajes de 1945
1. Los avistajes de falsos submarinos eran comunes en todas partes
durante la guerra. Cientos de ellos habían llegado desde la Plataforma
Continental Oriental de América del Norte solamente. Muchas historias
habían ido acompañadas de intrigantes detalles circunstanciales (p.ej.
el rumor de que se había encontrado una entrada usada a un baile en
Halifax, Nueva Escocia, en el bolsillo de un marinero de un submarino
clase U capturado o ahogado).
2. Para mayo de 1945 la Décima Flota de los EE.UU afirmó tener la
capacidad de rastrear la posición de todos los submarinos clase U que se
encontraban en el Atlántico por medios electrónicos - a menos que
mantuvieran un silencio de radio absoluto.
3. En vista de la dureza con la que se había lanzado la guerra con los
submarinos clase U, y también de su decisión de no permitir que
escapara ningún jerarca nazi, los servicios de inteligencia de las
marinas británica y estadounidense estaban muy motivados por conocer el
destino de todos v cada uno de los submarinos clase U que
hubieran entrado en servicio activo. Este esfuerzo continúa hasta la
fecha. Hasta 1998, se cree que el destino de el total de los 1171
submarinos clase U puestos en servicio antes de 1945 es conocido.
4. La mayoría de los submarinos clase U puestos en servicio durante la
guerra tenían la cantidad suficiente de combustible necesaria para
navegar directamente hacia Argentina, sin reponer combustible en un
puerto europeo bajo control alemán; sin embargo, muchos submarinos que
habían estado en patrullaje al finalizar la guerra habían necesitado
reaprovisionarse para alcanzar Argentina desde cualquier punto al norte
del Ecuador. Dónde se encontrarían tales combustibles y provisiones para
un submarino aleman clase U en la primera mitad de 1945?
CONCLUSIONES
Intenciones y Capacidades:
Las
intenciones de los planificadores navales alemanes entre las dos
guerras con respecto a la Argentina son razonablemente claras. Se
trataba de utilizar los puertos y recursos argentinos como apoyo
logístico en una guerra naval a la antigua, contra Gran Bretaña. Por lo
tanto, trataron la soberanía argentina con el mismo desdén que
demostraron durante la Primera Guerra Mundial. Suponían que, como en
1914-18, podían contar con la disposición de los residentes alemanes en
la Argentina de trabajar para el Reich. No existía, sin embargo, ningún
plan maestro para la conquista alemana, ya que no era necesario: cuando
Alemania ganara la guerra, dijo el ex embajador Therman en 1945, la
Argentina y toda Sudamérica caerían ante los alemanes, sin que se
requirieran más esfuerzos de su parte. No hay duda de que si Gran
Bretaña hubiera sido derrotada en 1940 y se hubiera neutralizado a la
Marina Real, o incluso si se hubiera negociado la paz, el apoyo
oportunista al Nuevo Orden por parte de criollos, civiles y militares
derechistas, habría sido suficiente para cargar al pueblo argentino con
un régimen amigo - un régimen más parecido a la España de Franco que a
la Alemania de Hitler, pero igualmente horrible.
Las capacidades alemanas
Las
capacidades alemanas, sin embargo, resultaron ser distintas. Gran
Bretaña no fue conquistada en 1940. La posibilidad de la independencia
argentina fue defendida a miles de millas de distancia de la Argentina
en grandes batallas - la batalla aérea sobre Gran Bretaña, las batallas
navales del Atlántico Norte y la ruta de Murmansk, Stalingrado, El
Alamein - en las cuales la Argentina no participó. En la Argentina,
luego del desastre del Graf Spee a fines de 1939 y de la neutralización de la flota naval de superfcie alemana, la E-Dienst
creada en la década del ‘30 no pudo utilizarse excepto para el
seguimiento de una pequeña cantidad de contrabando. El formidable brazo
de los submarinos alemanes tampoco tenía mucho margen de acción en aguas
argentinas. Hasta mediados de 1944 los planificadores estratégicos y
diplomáticos alemanes consideraron que la neutralidad argentina era de
suma importancia y por lo tanto intentaron impedir el hundimiento
accidental de los buques argentinos manteniendo al mínimo las
actividades de los submarinos clase U en aguas argentinas. En Alemania,
Niebhur aducía que se podía atacar con seguridad a las naves de bandera
británica que transportaban alimentos y materiales para el esfuerzo de
guerra británico, en tanto y en cuanto los submarinos clase U siguieran a
los convoyes hacia el norte y los atacaran solamente cuando hubieran
pasado cinco días o más desde que habían salido del Río de la Plata.
Sin embargo, el Gran Almirante Karl Doenitz, Comandante en Jefe de los
submarinos clase U, coincidía con el Ministerio de Relaciones
Exteriores. En todo caso la de él era una "guerra de tonelajes". Su
objetivo más importante era destruir la máxima cantidad posible de
tonelaje mercante Aliado. Esto se podía hacer mejor en el Atlántico
Norte y a lo largo de la ruta a Murmansk, por el Océano Artico. Como
resultado hubo una actividad notablemente baja de submarinos en aguas
argentinas y, por ende, muy pocas oportunidades para que los capitanes
de los submarinos clase U aprendieran a conocer la costa patagónica.
Esto a su vez daba muy pocas oportunidades para que las redes logísticas
con base en tierra ejercitaran las maniobras que habían ensayado antes
de setiembre de 1939.
El servicio secreto alemán
El
esfuerzo alemán por librar la guerra secreta en la Argentina se
caracterizó por una ineptitud y una falta de seguridad casi épicas. Con
pocas excepciones, como Becker y "Gustav Utzinger", el radiooperador
principal de Becker, sus agentes no demostraron los mismos niveles de
valentía, competencia y dedicación de los prusianos. Estaban muy lejos
de ello, (ver, la primera red de espías, de Niebhur; la segunda red de
espías, de Becker; el asunto Hellmuth de 1943-44). Para marzo de 1945,
el servicio secreto alemán estaba totalmente desorganizado;
probablemente todos sus agentes fueran conocidos por la
contrainteligencia Aliada y argentina; muchos de ellos habían sido
"entregados". La mayoría de ellos ya habían pasado largos períodos en
las cárceles argentinas, habían sido torturados (la amenaza de torturas
habitualmente producía un rápido cambio de bando), y - ahora que
evidentemente Alemania estaba perdiendo la guerra - habían limpiado sus
declaraciones para evitar implicar a argentinos importantes.
Postular la supervivencia hasta 1944-45 de una organización
clandestina, hasta ese momento no detectada, capaz de orquestar el
transporte de los nazis prominentes a la Argentina, recibirlos sin que
los detectaran, y guardar el secreto desde entonces, verdaderamente pone
a prueba la imaginación.
(Considérese: si se hubiera producido un desembarco exitoso antes del
fin de setiembre de 1945 - para cuyo momento la mayoría de los avistajes
controvertidos ya se había producido - no es dable imaginar a un jefe
nazi de mediano nivel como Walter Wilkening tratando de mantener alto el
espíritu de sus Parteigenossen haciendo alarde, en el entorno
notoriamente chismoso del Buenos Aires alemán, de la inminente llegada
de Hitler. Los nazis locales eran estúpidos, pero no tan estúpidos. Habría tenido motivos más que suficientes para mantenerse callados).
La desinformación británica:
Durante
toda la guerra los especialistas británicos crearon un número
extraordinario de patrañas y trucos sucios para favorecer a la causa
Aliada. Estos incluyeron el Complot de la Patagonia de 1939, el Asunto
de Apóstoles de 1940, la demonización de Heinrich Volberg y Frizt Mandl,
la Patraña del Cuarto Reich de 1944-45, y muchos otros. (El avistaje de
Samborombón de marzo de 1945 puede haber sido el último Leu d'esprit de
los británicos). Debido a la credulidad de la prensa estadounidense y a
su apoyo irrestricto al esfuerzo de guerra Aliado y a la inexperiencia y
al partidismo político de gran parte de la prensa argentina, ninguna de estas patrañas fue expuesta en ese momento; todas
(a pesar del trabajo reciente de investigadores serios) viven a medias
en la ficción de la prensa sensacionalista, el folklore popular y la
mitología; aún es posible que algunas historias aceptadas hoy en
día nos exploten en la cara. Quizás el público argentino se ha
acostumbrado a esaerar explicaciones sensacionalistas - se non e vero e ben trovato. Ma infine non e la storia.
Probablemente nunca se encuentre la explicación de los avistajes inexplicados de submarinos en 1945.
Como observé al principio de este informe, es lógicamente imposible
probar una proposición negativa en forma absoluta - en este caso, que
todas ellas no sucedieron.
Aún así, las condiciones que un submarino aislado con destino hacia la
Argentina habría tenido que enfrentar - la supervivencia de un grupo
clandestino alemán para organizar una recepción, la evasión de la
detección antes, durante y después de un desembarco, la cuestión del
combustible y las provisiones -son todas tan formidables que la probabilidad de que alguna vez se haya producido ese desembarco es, en mi opinión, del mismo orden de magnitud que la probabilidad de que seres extraterrestres hayan aterrizado con éxito en la Tierra y se hayan ido de nuevo sin morirse de risa.
En la década del 70, en virtud de la regla de los 30 años, los
británicos abrieron gran parte de sus archivos públicos (Oficina de
Registros Públicos - Public Record Office) sobre el período de la
Segunda Guerra Mundial; sin embargo, los registros de los
interrogatorios a prisioneros de guerra de submarinos clase U deben
permanecer cerrados durante 75 años [información del Sr. Tim Mulligan,
especialista en operaciones de guerra submarinas de la USNA (Archivos
Nacionales de los EEUU - United States National Archives)]. Los
estadounidenses abrieron la mayoría de sus archivos de acuerdo con los
procedimientos análogos a la regla de los 30 años. Para entonces, las
comisiones históricas de los Aliados habían catalogado y microfilmado la
mayoría de los registros alemanes secuestrados al final de la Segunda
Guerra Mundial. En esa década, los ex Aliados reconocieron el grado en
el cual sus criptógrafos habían penetrado las telecomunicaciones
alemanas y japonesas secretas (el “Ultra” secreto y el secreto “Mágico”,
etc.). No toda la documentación sobre submarinos alemanes clase U
sobrevivió a la guerra, por ejemplo, algunos registros de flotilla de
Noruega y de los puertos franceses para submarinos alemanes clase U, así
como los registros (Kriegstagebuecher) de muchas de las unidades que se perdieron en el mar (información de Tim Mulligan).
Luego de la batalla naval de diciembre de 1914, en las cercanías de las Islas Malvinas, el crucero alemán Dresden se reaprovisionó en Santa Cruz. En agosto de 1914 el transatlántico de pasajeros Cap. Trafalgar de Hamburg-Sud, fue convertido en altamar en un buque corsario. La embarcación fue hundida por el Carmania británico
al mes siguiente y la mayor parte de su tripulación fue recluída en la
Isla Martín García hasta mediados de 1919. El Agregado Naval Imperial,
Korvetten-Kappitán August Moller, estuvo profundamente involucrado en
ambas cuestiones.
Blair, Clay, Hitler´s U-boat War: The Hunters, 1939-1945
(NYC 1996) (El segundo volumen, sobre la segunda y última etapa de la
guerra, aparecerá en 1998); Carpenter, Dorr, and Norman Polmar,
(Annapolis 1986); Donitz, Karl, Memoirs: Ten Years and Twenty Days (trad. R.H. Stevens, NYC 1997); Farago, Ladislas, The Tenth Fleet (NYC 1962); (Hessler, Gunther), The U-boat War in the Atlantic, 1939-1945 (facsimile ed. London 1989); Kemp, Paul, U-boats Destroyed: German Submarine Losses in the World Wars (Annapolis 1997); Morison, Samuel Eliot, History of US Naval Operations in World War Two, Vol. 10, The Atlantic Battle Won (Boston 1947-62); Rohwer, Jurgen, Axis Submarine Successes, 1939-1945
(trad. J.A. Broadwin, Annapolis 1983); Rohwer and Gerd Huemmelchen,
Chronology of the War at Sea, 1939-1945 (1992); Showell, J.P.M., U-Boats Under the Swastika (London 1987); Tarrant, V.E., The Last Year of the Kriegsmarine, May 1944-May 1945 (Annapolis 1994); United States Submarine Losses in World War Two (Washington 1952). Sobre Argentina: Meding, Holger, Flucht vor Nuremberg? Deutsche und osterreichsche Einwanderung in Argentinien, 1945-1955 (Cologne 1992); Moyano, Miguel Angel, Submarinos alemanes en Mar del Plata, Todo es Historia, No. 72 (Abril 1973); Schaeffer, Heinz, Gehemhis um U-977. Im Schnorchel U-Boot von Norwegen bis Mar del Plata (Buenos Aires 1950).
Ver especialmente US Government, NARA Publication, Records relating to U-Boat Warfare, 1939-1945 (Guides to Microfilmed Records of the German Navy, 1950-1945, No. 2) (Washington 1985).
Oberkommando der Marine (el OKM), Abwerh 1231/31, “Stand des E-Dienstes
zur Kenntnisnahme”, s/Kapt. Arps, Berlin, 28 Sept. 31 - en US National
Archives II (USNA), German Naval Attaché Records, microfilm PG 30167,
serial T1022, roll 3367, frames 1-6.
Y hasta 1938 sólo ciudadanos alemanes. No está claro si Thilo Martens,
jefe civil de la E-Dienst de Buenos Aires se había nacionalizado
argentino para esa época. Sí lo hizo antes de 1939. En 1945, fue su
ciudadanía argentina la que evitó que fuera entregado a los
estadounidenses.
Los británicos también tenían una red como ésta, quizás copiada por los
alemanes. El representante de la E-Dienst en Tampico, México, informó
alrededor de 1938 que conoció personalmente a los 3 agentes marítimos
británicos que fueron sus contrapartes en ese puerto.
Buenos Aires o Río de Janeiro, Lisboa o Madrid, Nueva York , Ciudad del
Cabo, Batavia, Shangai o Yokohama, San Francisco, Valparaíso.
Presumiblemente, la elección eventual de Buenos Aires fuera casual,
Niebuhr estaba bien conectado aquí. Después de 1939 el ComandanteHerbert
Bohny sirvió como agregado naval y comandante militar de la E-Dienst
brasileña.
Compañía Argentina de Comercio Staudt y Cía. (Richard Staudt) había
fundado la Compañía conjuntamente con Krupp y Siemens-Schuckert. La
sucursal de Staudt en Berlín representaba a fabricantes de armas
alemanes ante la comisión de compras militares de la Argentina..
Niebuhr 4/1930 to OKM, “Betrifft Artillerie-Vorgehen”, Buenos Aires, 19
May 30; in USNA, German Naval Attaché Records, PG 48896, T1022, 2955,
sin números de cuadros.
Esto estaba prohibido por el Tratado de Versalles, que técnicamente
todavía estaba en vigencia, si bien no se lo cumplía. (Argentina no era
parte signataria del tratado) Ignoro qué credenciales portaba Niebuhr
ante los argentinos o a quién se las presentó.
OKM M227GKds to Marine/Luft Attaché Bs As, Berlín, 6 Sep 38; USNA,
German Naval Attaché Records, PG 32009-10, T1022, 4089, Doc 1.
Niebuhr recomendó a un tal Ensign Rodewald para el E-Dienst de La
Plata. En otra ocasión, en un viaje a Hamburgo en 1936, reclutó a Rudolf
Hans Stolz para la organización de Río y a Karl Deckert para La Plata.
Martens quería designar a Deckert encargado de los nuevos reclutamientos
ya que él (Martens), era “un especialista en negocios muy
reclamado.”OKM, Aktenvermerk uber Dienstreise of Vb2 nach Hamburg,
Berlin, 24 Apr 36; USNA, T1022, PG31063, 3366, frames 38 et seq., 182.
Otros reclutamientos incluyeron a Rodolfo Hepe, quien luego organizaría
la evacuación de la tripulación del GS desde Montevideo a Buenos Aires,
Antonio Delfino, cuya firma naviera familiar representaba a la
Hamburg-Amerika Line, y Friedrich Schulz-Hansmann, el agente del North
German Lloyd en Santiago de Chile (Schulz-Hansmann arribaría a Buenos
Aires en 1940 y moriría luego bajo custodia policial en Diciembre de
1945. State
Dept. Special Interrogation Mission (“Poole”) Mission, Interrogation of
Niebuhr, Wiesbaden, 10 Nov 1945; RG 59/250/48/30/07 Poole Mission
Interrogation Reports, 10.
Niebuhr no llevó a cabo tareas de espionaje contra objetivos argentinos en tiempos de paz. Esa fue la función que la Ausland-Organisation del Partido Nazi, el Sicherheitsdienst y los oficiales de entrenamiento alemanes para el Ejército y la Fuerza Aérea argentinos se autoasignaron. Ver David Kahn, Hitler´s Spies: German Military Intelligence in World War Two (NYC 1978), 76, 99.
Durante los doce meses anteriores habían recibido $809.925,85 y había
gastado $1.509.623,20, principalmente (parece) en acopios de petróleo.
Los fondos se transferían a la E-Dienst desde sucursales locales de
firmas alemanas y luego se compensaba a sus cassa matrices alemanas.
Mexico, donde los alemanes estaban comprando grandes cantidades de
petróleo mexicano, ocupaba el primer lugar; Tenerife, que se convertiría
en una base fundamental para el reabastecimiento de combustible de los
submarinos alemanes clase U, ocupaba el tercer lugar. OKW, Amt Ausland Abwehr 766/40, Berlin, 20 Mar 40, USNA, T1022, PG31067/3367, frames 75 et seq., tambien 265.
Los investigadores Aliados creían, como también lo creían Ludwig
Freude, que Martens se había desempeñado como testaferro para la
introducción clandestina de importantes capitales alemanes en la
Argentina. Sin embargo, sus actividades no fueron investigadas tan
profundamente como las de Freude y nunca se probó nada.
Por órdenes superiores y contra su voluntad, Niebuhr fue obligado a
supervisar las actividades de los espías, Müller y Napp a quienes
consideraba peligrosamente incompetentes. También se opuso al sabotaje
por razones tácticas y se puso furioso cuando otro incompetente, Wilhelm
Lange, bombardeó al Gascony en el puerto de Buenos Aires, en junio de
1940.
Niebuhr informó sobre sus actividades en la Argentina en dos
memorándums, Aufzeichnung für Meldung bei Ob(erkommando) d(er) M(arine),
Berlin, 23 Mar 43; y Bericht Marineattaché Buenos Aires, Berlin, 25 Mar
43, ambos USNA, PG 48875, T1022, 2917, frames 99-100, 103-104.
Permaneció en sus funciones ocmo asesor sobre asuntos argentinos y
trabajó en estrecha colaboración con el Agregado Naval Argentino,
Capitán de Fragata Ceballlos, amigo fiel de los nazis. A comienzos de
1942, el amigo de Niebuhr, Ferrer, le solicitó al Ministro de Marina
Argentino que Ceballos, quien ya había estado once años en Berlín, fuera
designado Agregado Naval en España y Suecia. La iniciativa provino de
la SKL en Berlin. Aún en el caso de una ruptura en las relaciones entre
Alemania y Argentina, la presencia permanente de Ceballos en España
sería de “la mayor utilidad para nosotros.”. SKL, MAH 321/42, a MAH Bs As, Berlin, 23 Jan 42, USNA, PG48875, T1022, 2917, frames 98, 98a et seq.
Kahn, loc. cit., 317-19; Ronald C. Newton, ´The Nazi Menace´ in Argentina, 1931-1947 (Stanford 1992), 243-52, 264-84; Leslie B. Rout, Jr., and John Bratzel, The Shadow War: German Espionage and United States Counterespionage in Latin America During World War II (Frederick, MD 1986) 321-376; Ricardo E. Laurence, Operativo Graf Spee: Uruguay, diciembre 17 de 1939, Argentina, febrero 16 de 1946 (Rosario 1996).
James Bamford, The Puzzle Palace: A Report on America´s Most Secret Agency (Harmondsworth 1983), 415-18, 500-01.
La operación noruega tenía un rendimiento del 20% anual sobre el
capital, dijo “Robert”, y la propuesta alemana también fue un
emprendimiento comercial. “Robert” le solicitó U$S 25.000 a Niebuhr,
suma que debía ser igualada por los capitalistas locales.
Marine/Luft Attaché Bs As. Telegrama
cifrado vía Transradio a Ausland IV, OKM Bs As, 19 Feb 40, USNA, German
Naval Attaché Records, PG32007-1, T1022, 4087, frame 219 et seq. Ver
también T1022, 4089, frames 83-92.
US Military Attaché 7244 to JCS, Santiago, 18 Dec 41; USNA, RG 59,
800.2035/71; Polish Political Intelligence, Encl 1 to Polish Series 415,
22 Sep 43; ibid., 800.20235/362. El
“Secreto Magico” informó el 23 de marzo de 1944 que había descifrado 2
mensajes de noviembre de 1939. El primero, enviado desde Berlin a Tokio y
Buenos Aires el 3 de noviembre, informaba que el encargado de negocios
japonés en La Havana ofrecía una organización de “primera clase” de
pescadores japoneses en la costa brasileña para el aprovisionamiento de
buques de guerra alemanes en altamar. En el segundo, también desde La
Havana, 3 días más tarde, se repetía la oferta del uso de 20 buques
pesqueros japoneses desde Santos. El escritor de “Secreto Mágico”señala
que en julio de 1943 el gobierno brasileño evacuó a todos los residentes
japoneses de las áreas costeras del estado de San Pablo. “Magic”
Documents, reel 8, #728, 23 Mar 44.
DS 3958 to Bs As Embassy, Washington, 8 Mar 43; USNA, RG 84, Bs As Post
1943, Box 33, 820.02 (que informó el bombardeo); “Magic”, roll 2, 3 Sep
42 (de fuentes chilenas) (que informaron que la aeronave brasileña no
bombardeó al submarino a fin de no poner a los argentinos en una
situación engorrosa). Durante la guerra se hundieron 6 submarinos clase U
en el Atlántico Sur, todos hundidos por aeronaves. Ninguno fue hundido durante 1942. United States Submarine Losses in World War Two (Washington 1942).
US Embassy 7374 to DS, Bs As, 18 Nov 42; USNA, RG 59, 862.20235/1070;
Min Econ Warfare T707/38/10, London, 16 Nov 42; Public Record Office
(Kew), 371/30310/A10613. Nunca
se supo qué estaba haciendo Stagni en el río Colorado, muchas cientos
de millas al sur de su ruta Asunción-Buenos Aires. Luego de la guerra,
al ser interrogado, Niebuhr desestimó la idea de las bases, las cuales
encontraba innecesarias y poco prácticas. Hizo hincapié en la gran
relevancia de los submarinos clase U y en la importancia de los
submarinos-tanques, los cuales habían realizado diversas reparaciones.
Interrogation, 10 Nov 45, 8.
Al finalizar la guerra, Niebuhr tambien señaló que los submarinos clase
U no estaban equipados con el difícil código “Naval Key”(Schlussel M)
que él usaba. Interrogation, 10 Nov 45, 7.
Kahn, 327; Rout y Bratzel, 346-7. El 23 de junio de 1944 la nave de transporte de tropas y pertrechos de 7000 toneladas William Gaston,
que zarpaba desde Buenos Aires, fue torpedeada por el U-861 en el
Atlántico Sur. Toda la tripulación sobrevivió y fue rescatada al cabo de
30 horas. Muchos años más tarde, ya retirado, el Tte. Crnl. Harold Mac
Cormack, jefe de la tripulación de artillería naval del Gaston, investigó el hundimiento con referencia particular a la extraña presencia del vapor argentino Besugo
de 200 toneladas qye había seguido al Gaston durante varios días desde
que ambas naves zarparon de Buenos Aires. Mac Cormack se enteró, a
partir de informes del FBI, que el Besugo pertenecía a una nueva
firma, Cosadex S.A. en Buenos Aires y que había estado equipado con un
radioteléfono - obviamente, Mac Cormack pensó, el Besugo le había comunicado la ruta del Gaston
al U-861. No obstante, también forjó una amistad con Juergen Oesten, el
último capitán del U-861. En su relato de la reunión con Oesten en 1983
Mac Cormack no revela que Oesten hubiera admitido que había estado en
contacto con el Besugo ni con espías con base en tierra. En ese
momento, el U-861 un gran carguero, zarpaba con una carga de material
para los japoneses en Malasia; no estaba rastreando nada en aguas
argentinas. “After Forty Years...” Sea History, Spring, 1985, 14-19.
Con
anterioridad a mediados de julio de 1943, los submarinos clase U no
realizaron operaciones a lo largo de la costa sudamericana al sur de
este paralelo y estaban restringidos al norte del mismo. En junio de
1944 el OKM propuso levantar la restricción al sur del paralelo 28* y
enviar uno o dos submarinos clase U hacia aguas argentinas. Como ya se
había determinado, los submarinos clase U evitarían hundir embarcaciones
argentinas o chilenas, de no haber sido así, hubiera sido sencillo
hacerlo ya que allí no había patrullas Aliadas en actividad. Sin embargo
el Ministerio de Relaciones Exteriores afirmo con tanta vehemencia que
un accidente podría provocar la declaración de guerra por parte de
Argentina, que el 9 de agosto el OKM no aceptó levantar la prohibición.
OKM 1913, “Vermerk betr. Operationen an der südamerikanischen Küste”, an
Auswärtige Amt, Berlin, 22 Jun 44; ibid. to ibid., 9 Agos 44 (“Sobre la
base de la posición tomada por el Ministerio de Relaciones Exteriores
el Cuerpo Táctico Naval (SKL) refrenará el permiso a los submarinos
clase U de operar al sur del paralelo 28* en la costa sudamericana,
incluyendo la desembocadura del Río de la Plata.”) Niebuhr,
Interrogation, Oberursel, 25 Oct y 6 Nov 45, por W. Wendell Blancke,
USNA, RG 59, Argentine Blue Book materials, box 22.
Como
consecuencia de la astuta diplomacia Aliada y la obvia declinación de
la buena fortuna del Eje, en mayo de 1944 el régimen del General Franco
comenzó lentamente a ponerse en contra de sus antiguos amigos. De
cualquier forma, las simpatías individuales de los españoles no
necesariamente evolucionaron en forma sincronizada con este proceso.
Los
registros de guerra de los submarinos clase U mencionan 16 intentos, no
todos exitosos, de insertar agentes alemanes dentro de países
beligerantes o neutrales por medio de submarinos. Se hicieron
desembarcos en Irlanda (varios), Canadá (New Brunwick y Terranova), los
Estados Unidos (Long Island, Florida, Maine), Beirut, Islandia,
Finlandia y Marruecos Español. No hubo desembarcos en ningún punto de
América del Sur o Central. (Recordar, sin embargo, que los registros de
los submarinos clase U nunca pueden considerarse completos) El pequeño
número de estos casos durante un período de cinco años y medio se debe a
la renuencia del Almirante Karl Doenitz, Comandante en Jefe de
submarinos clase U, y más tarde, Comandante en Jefe de toda la marina
alemana, a desviar recursos de la “guerra de tonelajes” a la que
consideraba la razón de ser del arma de submarinos y a arriesgar sus
unidades en maniobras peligrosas para obtener pequeños beneficios (él
creía, con razón, que los agentes eran casi siempre capturados, y cuando
se los capturaba, hablaban). Comunicación personal con Tim Mulligan,
especialista en operaciones de guerra submarinas de la Segunda Guerra
Mundial de la USNA; US Government, NARA Publication, Records Relating to U-Boat Warfare, 1939-1945 (Guides to the Microfilmed Records of the German Navy, 1950-1945, No. 2) (Washington 1985).
El Sicherheitdienst o Servicio de Seguridad creado en la década del 30 por Reinhard Heydrich y más tarde incorporado a la Reichssicherheitsauptamt (RSHA), la impresionante burocracia de seguridad de Heinrich Himmler. La rivalidad burocrática entre el SD, una criatura del movimiento Nazi y la Abwehr de mayor antigüedad, que no pertenecía a éste último, era perversa y amarga. Para 1943, el SD estuvo a punto de absorber a la Abwehr; el jefe de ésta, Almirante Canaris, no sobreviviría a las intrigas de los Nazis.
Ver KriegsLeitung (SKL) 10703/44 to Naval Attaché Bs As, Berlin, 8 Apr 44; USNA, PG 33866/T1022/2135 sin cuadro. Hacia
fines de 1943, el Agregado Militar Fiedrich Wolf le pidió a un agente,
Wilhelm Seidlitz, que ubique un lugar para el desembarco de un submarino
clase U o un velero en la costa argentina y Siedlitz así lo hizo.
Lamentablemente, Seidlitz fue capturado con muchos otros agentes
alemanes en febrero de 1944; intimidado por la prisión y la tortura,
Seidlitz habló extensamente con la Policía Federal Argentina. Cuando el
Santa Barbara desembarcó en Punta Mogotes en julio, su capitán rompió
brevemente el silencio deradio. Es muy probable que Siedlitz ya hubiera
develado la ubicación del desembarco. El Santa Barbara huyó para
culminar su carrera de operaciones de guerra en España pero sus
pasajeros y su carga fueron capturados muy pronto en Buenos Aires. Sobre
Siedlitz, ver Newton, 246.
Con respecto al Santa Barbara, ver Newton, 260-62; Marc Augier, Les voiliers fantomes d’Hitler: Les aventures vecues (Paris 1973).
El 14 de octubre de 1943 agentes británicos removieron a un ciudadano
argentino naturalizado llamado Ernst Hoppe de un barco español con
destino al sur, en Gibraltar y lo trasladaron a Inglaterra. Allí fue
retenido en el Campo 020 (para prisioneros políticamente relevantes),
cerca de Londres. Al preguntársele, dijo que su misión en Argentina era
encontrarse con un submarino que descargaría 3 grandes cajas de
contrabando. Mucho misterio rodeó a Hoppe, los británicos se negaron a
brindar su legajo, el cual es retenido junto al de Osmar Hellmut
(también negado a los investigadores). Hoppe había sido denunciado a los
británicos por Heindrich Jürges, es probable que la totalidad de la
historia sea una maquinación. Al finalizar la guerra, se le permitió a
Hoppe retornar a la Argentina, y se supo que comerció armas para Jürges.
Este último presentó los otros reportes, probablemente de origen
británico, a los investigadores estadounidenses en Montevideo. See
Newton, Nazi Menace, 467, fnn 47, 48, 49. Jürges era un ex-Nazi
(expulsado del partido por su bajeza moral!) y un viejo falsificador y
mentiroso usado muchas veces (a una distancia prudencial del arma) por
los Aliados, comenzando con el asunto del Complot de la Patagonia en
1939. Hasta la década del 60 siguió siendo un falsificador y
extorsionador incorregible que trabajaba por encargo. Sobre su carrera,
ver Newton, 170-73.
La intención de los Aliados de someter a juicio a los criminales de
guerra y la cuestión de la responsabilidad de los estados neutrales de
cerrar sus territorios a los criminales de guerra y su botín surgió en
el verano de 1943. Ver Newton, 352-54, sobre las negociaciones entre los
Aliados y la Argentina con anterioridad a la reunión de los ministros
de relaciones exteriores y la aprobación del Acta de Chapultepec en
febrero de 1945.
En
la Embajada, Sir Evelyn Schuckburgh vio cómo funcionaba el circuito.
Muchas historias aparecían primero en pequeños periódicos de la
Argentina, Uruguay y otros puntos. Luego eran levantadas por AP, UP,
Reuter, Havas y/o Tass y re-publicadas en los centros del hemisferio
norte. Esto las convalidaba; podían ser repetidas con gran autoridad en
periódicos Aliados y argentinos de mayor envergadura. Schuckburgh to
Allen, Bs As, 3 Jan 44, PRO, 371, 44708. Un método variante es ilustrado
por la historia contada al agregado comercial de la embajada
estadounidense en Bolivia por un comerciante llamado Guillermo MacLean
en La Paz, en Febrero de 1945. Durante un viaje reciente a Buenos Aires,
MacLean había escuchado de una pareja llamada Schmidt sobre el arribo
de un submarino clase U en las afueras de Mar del Plata, en mayo o junio
de 1944; allí estaría 3 días para desembarcar su carga y comunicarse
con el servicio secreto alemán. De acuerdo a esta pareja, el gobierno
argentino sabía del asunto y se había mantenido silencioso. US Emb 460
to DS, La Paz, 20 Feb 45, RG 59, 962.20256/date.
Los británicos dijeron que el Representante en Londres de la Oficina de
Servicios Estratégicos (Office of Strategic Services - OSS) había sido
notificado, pero que la OSS no informó a Washington. El jefe de la
estación en Londres era William Casey, quien en la década de los ‘80 se
convertiría en el Director de la Central de Inteligencia de Ronald
Reagan. En defensa de su imperio burocrático, el FBI de J. Edgar Hoover
había logrado que se le impidiera a la OSS actuar en América Latina y
ahora que la guerra tocaba a su fin, intentaba conseguir que se
disolviera su odiada rival. Seguramente Casey no se haya disgustado al
ver que los “agregados legales” del FBI en América Latina hacían un
papelón. El autor de este informe hizo este descubrimiento clave en la
PRO en julio de 1981; US Emb to Foreign Office, London, 20 Apr 45, PRO,
371- 46766.
Sefton Delmer, autor de la patraña de propaganda negra, hace referencia indirecta a la misma en su Black Boomerang
(London 1962), 92-93. El FBI admitió que había sido engañado: “Annual
Report, 1944-1945” Special Intelligence Service, FBI, 37; en FBI
Archives (Washington), 64-4104-684X. También: “German Radio Intelligence and the Soldatensender”, en John Mendelsohn, de., Covert Warfare: Intelligence, Counterintelligence and Military Deception During the World War Two Era, vol. 6 (NYC 1988).
Jefe
de la Escuadrilla de Torpederos, Informativo para el Estado Mayor
General, 30 de mayo (de 1945), AGA, ubicación no informada; US Naval
Attaché 191/45, Bs As, 2 Jul 45, USNA, RG 38, E-9-C, 24587.
Específicamente
en las palabras de Eric Wendelin de la División de Relaciones en el Río
de la Plata del DS “La actitud de las autoridades navales argentinas...
de rehusarse a revelar la fuente de su información sobre la proximidad
de submarinos alemanes a la costa argentina es extraordinaria, hablando
en términos moderados.” Wendelin proponía que se ejerciera una serie de
presiones sobre los argentinos, que incluían hasta amenazas contra la
Argentina en la reunión de creación de las Naciones Unidas, convocada en
San Francisco. DS
telegram 608 to US Emb Bs As s/Grew, Washington, 28 May 45, adjuntando
el memo de Wendelin, 29 May 45; USNA, RG 59, Box 6754, 862.30/5-2845.
US
Naval Attaché 171/45 to JCS, Bs As, 26 May 45; ibid., 177/45 to JCS, Bs
As, 7 Jun 45; ibid., 202/45 to JCS, Bs As, 1 Aug 45; USNA, RG 38,
E-9-C/24587; US Emb 608 to DS, Bs As, 30 May 45; RG 59, 862.30/date. El
Capitán Webb también observó que no se había provocado perjuicio alguno
y que, probablemente, el resultado había sido positivo, ya que se había
puesto a la Armada Argentina en estado de alerta.
Los
comandantes de los submarinos aseguraron no tener conocimiento de que
la Argentina había declarado la guerra contra Alemania y Japón en marzo
de 1945 y que comenzaron su viaje hacia el sur esperando ser recluídos.
Cuando el submarino U-977 aún se encontraba en travesía en julio, su
comandante, Heinz Schaeffer, se enteró por una transmisión radial que el
U-530 había sido obligado a rendirse. Con una tripulación agotada y sin
mejores alternativas, Schaeffer decidió continuar hacia Mar del Plata.
La Armada estadounidense consideró que se trataba de rendiciones
“ilegales”, ya que se había ordenado a todas las unidades navales
alemanas que se rindieran solamente en puertos británicos, canadienses o
estadounidenses o ante buques navales de estas naciones. La
‘ilegalidad’ no produjo consecuencias.
El
Gobierno de los Estados Unidos estaba en pleno conocimiento, ya que
había intervenido los teléfonos de diplomáticos argentinos en los
Estados Unidos: Monti (Censorship) to Butler (DS), Washington, 10 Jul
45, re fonecon Brunet (Arg Naval Attaché) and Vernego Lima (Chief, Naval
Gen Staff, Bs As): ibid., fonecon Ibarra García (Arg Ambassador) and
Ameghino (ForMin, Bs As); en RG 59, DS, Div River Plate Affairs,
862.30/7-1045.
Ya
el 12 de julio, el Agregado Naval Brunet había instado a Vernego Lima a
tomar esta decisión, según información obtenida por los estadounidenses
por medio de otro teléfono intervenido: DS telegram 895 s/Grew to US
Emb Bs As, Washington, 12 Jul 45; USNA, RG 59, DS, Div River Plate
Affairs, 862.30/71245.
Fecha
no mencionada. No necesariamente fueron enviados en el Highland Monarch
con los marinos del Spee. US Emb 2491 to DS, Bs As, 12 May 47; USNA, RG
59, 863.20235/5-1247.
Si
bien los miembros soviéticos de una comisión tripartita se rehusaban a
prestar consentimiento para la destrucción de submarinos, de alguna
manera fueron forzados a hacerlo. Los hundimientos comenzaron antes de
finalizar 1945. En realidad, estos modernos buques de guerra fueron
eliminados del botín que tendría que haberse compartido con los
soviéticos. La posibilidad de que fueran “entregados” a los soviéticos
se había transformado en una cuestión política, especialmente en Gran
Bretaña. Ver esp. Harriman 4041 to DS, Moscow, 3 Dec 45; USNA, RG 59,
862.30/12-345.
En el U-530, uno de los hombres tenía 21 años y otro, 30. La mayoría de
los oficiales estaban entre los 25 y 0, la tripulación estaba
mayoritariamente entre los 19 y 22. En el U-977 el teniente ingeniero
tenia 30 años, dos CPO estaban entre los 24 y los 30, y el resto de la
tripulación era menor que Schaeffer.
Se
corría un rumor constante por Mar del Plata según el cual el diario de
navegación había estado presente al momento del arribo de la nave al
puerto, pero luego había desaparecido.
Schaeffer volvió a la Argentina en 1948 para comenzar una nueva vida. En 1950 publicó en Buenos Aires Gehemis um U-977. Im Schnorchel-U-Boot von Norwegen bis Mar del Plata. Esta obra fue publicada más tarde en Alemania y la versión británica en Gran Bretaña y los EEUU.
Viktor
Schuller, hermano del Tte. (JG) Karl Felix Schuller, oficial superior
del U-530, se encontraba entre los reclusos del Graf Spee.
Ver
Meding, 57, 60-61, para un análisis más elaborado de la toma de
decisiones relativas a los dos submarinos clase U. La revisión de los
documentos realizada por este autor revela que en el caso del U-530 los
deseos de algunos de sus tripulantes, de rendirse, fueron ignorados.
Una
patraña sobre Hitler se había originado en Alemania. Esta era la
historia de que en 1941 Hitler había adquirido tierras en Misiones. El
objetivo era Carl von dem Bussche, quien se había apartado de los Nazis.
Se lo había señalado como el intermediario en el negocio, su hermana
era la esposa de un oficial del servicio exterior de los EEUU, Clarke
Timberlake, otro destinatario de la desinformación. Cuando la Gran
Patraña del Cuarto Reich alcanzaba su punto culminante en 1944-45,
Cordell Hull resucitó la vieja historia y le dio circulación nuevamente.
Ver Newton, 468 fn 60 para citas.
US Emb 6148 to DS, Montevideo, 31 Jul 45, USNA (S), RG 84, Bs As Post 1945 (C), box 64, 820.02 Hitler.
Hoover (FBI) to Lyon (DS), Washington, 4 Aug 45, USNA, RG 59, 862.30/8-445. Meyer era considerado de “dudosa credibilidad”.
Internal DS memo, Mann to Trueblood and Braden, Washington, 4 Oct 46; USNA, RG 59, 862.30/10-446. En Crítica en 1945 y en Hitler está vivo
en 1947, un periodista de Buenos Aires llamado Ladislas Szabo comenzó a
difundir la historia de un “Nuevo Berchesgaden”, un rebrote fundado en
la Antártida por una expedición científica alemana de 1938. Mattern,
quien tenía una larga trayectoria propia como fabulador de Hitler, se
adueñó de la historia de la Antártida en 1974 y produjo la híbrida Flying Saucers: The Last Secret Weapon of the Third Reich? (Toronto 1974). Citada por Meding, 64-65.
US
Emb 1520 to DS, Bs As, 13 Jul 45; ibid. 353, 20 Jul 45; ambos USNA, RG
59, 862.30/date, FBI memo, 4 Aug 45, citado más arriba.
Las
fechas en sí pueden resultar significativas, dado que algunas fuentes
afirmaron que Oberleutnant Wermuth, cuyo U-530 llegó a Mar del Plata el
10, dijo que otro submarino llegaría “para el 17”. Más tarde, sin
embargo, negó haber dicho eso y afirmó haber sido acompañado en su
último patrullaje en las afueras de la costa norteamericana por otros 3
submarinos, “U-Froemsdorf, U-Krempl, and U-Reith”, pero que no había
estado en contacto radial con ellos. Su información era correcta. U-853
(Froemsdorf) fue hundido el 5/6 de mayo, U-548 (Krempl) el 19 de abril, y
U-190 (Reith), se rindió el 16 de mayo. Estos no pudieron haberlo
haberlo acompañado a Mar del Plata. Rohwer y Huemmelchen, Chronology, 345-354.
Armada Argentina, Diario de Navegación del Torpedero “Mendoza”,
año 45, 18-20 Jul 1945, notas manuscritas del oficial de avistajes,
sig. ilegible, 18 Jul 45, Serie Documental Diarios de Navegación de
Unidades de la Armada, año 1945, AGA.
Jefe de la Escuadrilla de Torpederos, Informativo para el Estado Mayor
General, 30 de marzo de 1945. Fondo Documental - Cajas Históricas,
Carácter clasificado, AGA, 45 pp.
La Décima flota era ubicar y rastrear, mediante buscadores
direccionales de radio e intercepciones de radio descifradas, todos los
movimientos navales alemanes enel Atlántico Norte y Sur. El cuartel
general estaba en tierra, en la Ciudad de Nueva York.
La Royal Navy calculó que 1160 submarinos clase U fueron puestos en
servicio. La base más importante para dichas estimaciones es Hans Bredow
del U-boat Archive, en la isla de Sylt: Showell, U-boats Under the Swastika, 16. En Rowher y Huemmelchen, Chronology sólo un submarino clase U, el U-729, merece comentarios. Paul Kemp sostiene que no hay destinos desconocidos.
Por
ejemplo, desde uno de los puertos franceses de la Bahía de Vizcaya que
permanecieron sitiados pero no fueron conquistados hasta el invierno de
1945.
Cabe
pensar que no todas las instalaciones de reabastecimiento y
reaprovisionamiento habían sido eliminadas de las Islas Canarias, de
propiedad de España, que habían sido importantes bases de apoyo de los
submarinos clase U en etapas anteriores de la guerra. Vale la pena
investigar el asunto más a fondo.
Otro paralelo es que, después de 1918, al igual que después de 1945, la
Argentina fue considerada un santuario por los asesinos políticos y los
ex soldados que tenían las manos ensangrentadas. Ver en mi German Buenos Aires, 1900-1930: Social Change and Cultural Crisis (Austin 1977) III-12, algunos de los inmigrantes post 1918 más nocivos.
Edmund Freiherr von Thermann, Interrogation by Captain Norbert Bogdahn,
4 sessions, 10 May-20 Jun 45, summarized in US Pol Ad, Germany 490,
Frankfurt, 20 Jun 45; USNA, RG 59, 862.20235/date.
A
fines de 1942 el Ministro de Relaciones Exteriores Ribbentrop les
ordenó a sus especialistas en América Latina que manejaran con especial
cuidado a la Argentina, “el último puesto de avanzada de Alemania en el
Continente Americano.”.
En abril de 1942 el buque de bandera argentina Victoria
había sido torpedeado; en junio, fue hundido el Río Tercero. A pesar de
que el Presidente Castillo no parecía estar movilizado por los
hundimientos, los gobiernos de Alemania y Japón se apuraron a ofrecer
reparaciones y ofrecieron “ejercer precauciones extremas” con las naves
argentinas y chilenas. Magic, 1/27 Jun 42; 2/16 Aug 42; 3/9 Nov 42.
Niebuhr, Aufzeichnung für Meldung bei Ob(erkomando) d(er) M(arine),
Berlin, 23 Mar 43; USNA, German Naval Attaché Records, PG
48875/T1022/2917/103-04. Con
certeza, la verdadera intención de Niebuhr era aparentemente
burocrática: convencer a sus superiores de la necesidad de continuar las
operaciones de inteligencia de la Abwehr en la Argentina.
Becker informó que 3 alemanes se habían suicidado luego de haber
sufrido torturas “inenarrables”. Están confirmadas las muertes de
Herbert Jurmann y Wilhelm Lange. Ver también Rout y Bratzel, 419.
Holger
Meding señala que 1. Ningún informe “secreto” de la marina o la
policía, con información positiva sobre desembarcos salió a la luz
después de la caída de Perón, en septiembre de 1955, ya que sus enemigos
seguramente los habrían revelado. 2. Ni la chismosa colectividad
alemana en general, ni la elite nazi en el exilio, y ni siquiera un buen
amigo de los nazis como el Capitán de Navío Eduardo Aumann tuvieron
conocimiento cierto de los desembarcos. Meding, 65-66.
Nota Importante: Para saber la verdad sobre la llegada de submarinos alemanes a la Argentina y conocer las operaciones encubiertas click aquí
Nota Importante: Para saber la verdad sobre la llegada de submarinos alemanes a la Argentina y conocer las operaciones encubiertas click aquí
hay cosas que no entiendo pues hablan de lugares distantes a donde en realidad desembarcaron y siempre hablan de dos submarinos cuando en realidad y por mis recuerdos fueron 6 y uno de ellos todavia esta en suelo patagonico
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