U-Boat Argentina

Este blog tiene como objetivo describir hechos históricos. Bajo ningún concepto se tratan temas políticos. La aparición de cualquier imagen o fotografía relacionada a regímenes totalitarios es puramente ilustrativa y relacionada a temas históricos tocados en el sitio.

Tres nazis en fuga y un cuadro robado hace más de ochenta años

Se conoció hace pocas horas que un retrato del siglo XVII, del pintor italiano Giuseppe Ghislandi, robado por los nazis al coleccionista de arte neerlandés judío Jacques Goudstikker durante la Segunda Guerra Mundial, apareció colgado detrás de un sofá en un living marplatense. Increíblemente, los periodistas Cyril Rosman, John van den Oetelaar y el corresponsal del diario neerlandés en Buenos Aires, Peter Schouten, llegaron a esta conclusión gracias a un anuncio de venta de la propiedad donde se encuentra el cuadro. AL parecer, esta obra de arte fue traída a la Argentina por el nazi Friedrich Kadgien.

Este caso tiene algunas aristas particulares que vale la pena comentar. En primero lugar, nos recuerda la omnipresencia de Hermann Göring en innumerables facetas de la Alemania nazi. No solo “todo lo que volaba le pertenecía”, sino que la economía alemana fue uno de los ámbitos que cayó bajo su gigantesca mano al ser el amo de los planes cuatrienales.

Otra dato importantes es que los investigadores argentinos han pasado por alto a este personaje nazi que hoy emerge inesperadamente en las noticias. El proyecto CEANA (Comisión para el esclarecimiento de las actividades nazis en Argentina) no lo mencionó en su reporte final. El CEMLA (Centro de Estudios Migratorias de Latinoamérica) tampoco tiene datos de su llegada oficial a Argentina, al menos bajo su verdadero nombre. Sin embargo, una comisión gubernamental Suiza que funcionó entre 1996 y 2001 y varios historiadores de la misma nacionalidad aportaron algo de luz sobre este nazi escurridizo.

¿Quién era Kadgien?

El abogado Friedrich Gustav Kadgien nació en Elberfeld el 23 de junio de 1907. Trabajó en el Ministerio del Interior prusiano, donde fue jefe del grupo de negocios de divisas y responsable de la adquisición y asignación de moneda extranjera. Fue un experto en el desarrollo de la ley de divisas nacionalsocialista. El 1 de noviembre de 1932 se unió al NSDAP (número de miembro 1.354.543) y en 1935 a las SS. Desde 1938, Kadgien fue representante especial bajo el comisionado para el Plan Cuatrienal, Hermann Göring.

De acuerdo a Janis Schmelzer, autor del libro “Divisas para la victoria final”, el departamento de Kadgien era responsable de la moneda extranjera y los metales preciosos. Coordinó la venta de acciones y valores robados a través de empresas fachada y bancos suizos. Kadgien jugó un papel clave en la vinculación de negocios con grandes empresas y bancos alemanes y sus relaciones con socios suizos. La comisión Bergier determinó que: “Friedrich Kadgien estuvo fuertemente implicado en métodos delictivos para la adquisición de divisas, valores y diamantes robados a víctimas judías, desempeñando un papel preponderante.”

 


Friedrich Kadgien

Huida al final de la guerra

La historia de la fuga de Kadgien a la Argentina, tal como la narra el Reporte Final de la comisión Bergier y complementa con datos adicionales la historiadora suiza Regula Boschler, es digna de una buen guión cinematográfico.

En diciembre de 1944, con los aliados golpeando las puertas de Reich en dos frentes, tres alemanes con recursos comenzaron a planear su escape. Ernst Fischer, arquitecto de la gestión del combustible del Ministerio de Economía del Reich y ex director de IG Farben, Ludwig Haupt, director de la Continental Oil Transpor y nuestro amigo Kadgien. Allí reclutaron al abogado suizo Ernst Infeld, alto funcionario de Petrola, empresa suiza responsable de la importación de combustibles líquidos.

En abril de 1945, a días de la capitulación, este trío de nazis encontró una buena manera de comprar su ingreso a Suiza: Un tren con 28 vagones cargados de combustible pesado para Petrola. El país neutral estaba al borde del colapso energético en ese momento.

Imfeld consiguió los visados necesarios y contó para ello con el apoyo de su jefe, Robert Grimm, consejero socialista nacional del PS. Cuando los visados llegaron, Haupt y Kadgien huyeron de inmediato a Zürich, mientras que Fischer supervisó desde el sur de Alemania que el tren se dirigiera a Suiza.

El 28 de abril se reunieron los tres en el hotel Baur au Lac de Zürich. Tenían recursos que habían ido sacando de Alemania en los últimos meses y la promesa de un pago de $235.000 marcos por el combustible de Petrola (más de 1 millón actual).

Para junio de 1945, imfeld había solucionado los problemas de residencia. El trío de nazis se mudó al hotel Verenahof de Baden y comenzaron a tratar de destrabar el pago del combustible. Empleando métodos oscuros, un testaferro suizo, Armin Moos, y amenazando con cancelar el contrato de los vagones, los alemanes lograron hacerse con $20.000 mil francos y un pago mensual de $1.000 más para sus gastos.

Los británicos se enteraron de que Kadgien estaba en Suiza e intentaron pedir su extradición. Pero un error en su nombre lo ayudó a escapar. Los suizos extendieron su visado hasta fines de 1945. Sin embargo, no logró escapar a los estadounidenses, que lo presionaron para que se presentara en su embajada en Berna. Allí fue sometido a cuatro horas de interrogatorio, pero increíblemente fue puesto en liberta. “Esta persona es una serpiente de la peor calaña”, sentenció el informe del interrogador, al que nada confesó Kadgien.

Fue entonces cuando estos nazis comenzaron a tramar la fuga a Sudamérica. Imfeld fue nuevamente el encargado de conseguir los papeles. El cónsul paraguayo intentó visar los pasaportes pero su ministro de Relaciones Exteriores se lo impidió. Imfeld intentó conseguir pasaportes en Italia pagando la impresionante suma de $130.000 francos pero al parecer fueron estafados.

En febrero de 1946 fue el turno de los holandeses de reclamar. Buscaban diamantes que Kadgien había transportado desde Países Bajos a Alemania, pero nada hallaron. Recordemos que el cuadro aparecido en Mar del Plata fue robado en ese país.

Otra vez Kadgien negó todo a sus interrogadores. Y otra vez lo dejaron ir.

En ese momento, según cuenta Boschler, los teléfonos de los nazis fueron intervenidos. Las transcripciones demuestran que en ese momento de desesperación, quien mantenía la calma y dirigía al grupo era la esposa de Imfeld, Tony.

A finales de 1946, los franceses también preguntaron por el paradero de Kadgien, y los estadounidenses aumentaron la presión, exigiendo a Suiza la extradición a Alemania de esta importante figura de la industria. Para colmo, la policía de Berna recibió dos cartas anónimas que los denunciaban como nazis fugitivos. El inspector federal Max Ulrich recibió un buen soborno de Kadgien para mantener el caso frío y rechazar la extradición del nazi, lo que resultó incluso en la ampliación de los visados hasta 1948.

Para ese año fundaron se inscribió en el registro local de Sarnen la empresa comercial y financiera Imhauka AG (de las iniciales de los fundadores Imfeld, Haupt, Kadgien). Solo se documenta una transacción de esta empresa: Entrega de carne argentina congelada a la zona de ocupación angloamericana de Alemania.

Aparentemente, según Regula Boschler, un funcionario de apellido Zehnder y el encargado de negocios de Uruguay en Berna fueron los que expidieron el visado para huir a Sudamérica. También escribió que el vapor en que finalmente llegaron a Buenos Aires fue el “Anna C”, el mismo en que viajaron otros nazis en fuga: Gerhard Bohne y Hans Fischböck. Esto habría ocurrido en enero de 1950. En Argentina no hay datos de su llegada, mientras que en Brasil existe una ficha de inmigración que data de ese mismo año (Río de Janeiro)

En Río vivió en el barrio de Santa Teresa y dirigió una sucursal de Imhauka en Avenida Rio Branco junto a Haupt, así como con la esposa de Imfeld, Antoinette “Tony” Imfeld, quien había huido a Brasil con este último. Este dúo de escapistas llegó en julio de 1951. En Mato Grosso, estos nazis invirtieron gran parte el dinero que habían traído consigo en 85.000 hectáreas de tierra (una superficie equivalente a casi todo Berlín). Para Borscher, esa hacienda, que contaba 20 mil cabezas de ganado, se compró en 1954. Aparentemente usaron la empresa agropecuaria para lavar dinero espurio, ya que las inyecciones de capital se contaron por millones.

En 1955, Kadgien y Haupt fundaron otra empresa en Brasil, Compañía Brasileira de Caldeiras. La segunda gran inversora fue Anita Condesa von Zichy, que al igual que Kadgien residía en Buenos Aires. Pero la heredera de Thyssen se sintió estafada al darse cuenta que solo era una tapadera para lavar dinero nazi. El asunto se zanjó con un acuerdo extrajudicial.

Haupt y Kadgien se volvieron a casar en Sudamérica con mujeres alemanas más jóvenes que ellos. Sus descendientes aún siguen por estos lugares. Fischer se quedó en Suiza.

La comisión Bergier asumió la culpabilidad suiza por este escape: Claro, aquí está la traducción: “Las autoridades suizas consintieron esta situación, lo protegieron de las solicitudes de extradición de los Aliados y le permitieron partir hacia América Latina sin inmutarse. Para entonces, el interés en el pasado de estas personas había disminuido considerablemente.”



           Cuadro reclamado

Sus rastros en Argentina

En 1951, Kadgien obtuvo la ciudadanía argentino y fundó Imhauka Argentina SA en Buenos Aires. De acuerdo a la constancia de inscripción en ARCA emitida en agosto de 2025, esta empresa se dedica aún en la actualidad a la compra y venta de mercancías y tiene domicilio en Cerrito 1266, piso 13 Dpto 52.  

De acuerdo al documentalista Ingolf Gritschneder,  Kadgien compró una casa en el barrio de Vicente López  y negoció acuerdos como intermediario entre empresas alemanas, como Siemens , y el gobierno argentino de Juan Perón . También vendió millones de dólares en armas, como el HK G3, ​​a la junta militar brasileña en nombre de Rheinmetall , con una comisión del 5%.

En 1978, Friedrich Kadgien, conocido por pocos como “la serpiente”, falleció en Buenos Aires. Está enterrado en el Cementerio Alemán.

Comisión Bergier: Report, the 1996 Swiss Independant Commission of Experts to investigate Switzerland’s role in the Nazi period and Dodis (Diplomatische Dokumente des Schweiz)

Regula Borschler: Ein neues Leben für drei Nazis

 


Friedrich Kadgien (derecha) y Antoinette “Tony” Imfeld (centro) en Argentina, entre 1951 y 1955. Fuente: Regula Bochsler para nzz.ch.

 


Antoniette Imfeld y Friedrich Kadgien en Brasil

  


Antoniette Imfeld



Ernst Haupt

1 comentario:

  1. Hola impresionante como hay cosas sin descubrir !!!
    Tenes esa nota ¡? Friedrich Kadgien (derecha) y Antoinette Imfeld (centro) en Argentina, entre 1951 y 1955. Fuente: Regula Bochsler, nzz.ch.

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