El 22 de junio de 1942 se produjo un hecho que daría mucho que hablar en Argentina. Pasados treinta y cuatro minutos de la medianoche, el solitario vapor “Río Tercero”, perteneciente a la Flota Mercante del Estado (argentino), estalló 120 millas al sudeste del puerto de Nueva York, el que había dejado doce horas antes cargado con 3.500 toneladas de mercaderías. El responsable de la catástrofe había sido uno de los tres torpedos lanzados por un furtivo submarino alemán.
Rápidamente la nave neutral de 4.864 toneladas se fue a pique, llevándose consigo a cinco marineros de nacionalidad argentina. Según los diarios de la época, ellos eran: Clemente Alvarez, Roberto Emilio Giménez, Luis Protto, Angel Elfi y Justino José Aguilar.
El capitán Luis Scalese y treinta y nueve tripulantes
quedaron (...)
(*) La historia completá se narrará en un próximo trabajo del autor.
(*) La historia completá se narrará en un próximo trabajo del autor.
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