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De Nápoli en Berchtesgaden.
Foto cedida por Carlos |
Carlos De Nápoli: Nació en
Buenos Aires en 1950.
Colabora como asesor histórico de la productora Ánima
Films, para documentales de History Channel y otros canales.
Sus obras publicadas son: Urbis 3000 (1981), Evita el misterio del cadáver se
resuelve (2003), Nazis en el sur (2005), El pacto Churchill – Hitler (2007),
Los científicos Nazis en Argentina (2008), La fórmula de la eterna juventud
(2009) y por supuesto Ultramar Sur (2000, junto con Juan Salinas publicado también
en España y Brasil).
Carlos es una de las máximas autoridades en la investigación por el hundimiento
del crucero brasileño “Bahía” en 1945, la cual atribuye al U-977.
Entrevista exclusiva para U-boat Argentina
1)
Durante su gran trayectoria ha abordado diferentes
temáticas. ¿En qué momento surge el interés por los desembarcos clandestinos de
U-bootes (1) y
cuál es el disparador?
Si
tengo que remontarme a la prehistoria, diría que todo comenzó con el hombre de
la calle Larsen. Un submarinista alemán que vivía a metros de mi casa en Villa
Pueyrredón, Capital Federal. A comienzos de los 60’. Algo al respecto se
menciona en Ultramar Sur.
El personaje se mostraba en la vereda con su uniforme y cruces varias
(condecoraciones), hasta que con el secuestro de Adolf Eichmann, se
mudó a lugar desconocido. Solía llamar a los chicos del barrio, mostrándoles
planos de submarinos, fotos de ataques y elementos varios. Por supuesto, con
diez años de edad más o menos, cuando nuestras madres se enteraron, nos
prohibieron entrar en absoluto a la casa del nazi.
Recuerdo que es su casa había una foto, de unos 40 x 40 cm, que mostraba la
proa de un barco de guerra, totalmente en vertical, rodeada de balsas y botes
en los que podía verse claramente a los náufragos tanto sobre ellos como en el
agua.
Hoy, sin lugar a dudas, creo que se trataba del Bahía, hundido por Heinz
Schäffer, cuando huía con jerarcas a bordo del U-977.
De todas formas, ha pasado tanto tiempo que a veces dudo de haber visto todo
con tanto detalle.
Por los 50’, eran comunes los comics dedicados a la guerra en Europa, y mucho
más, las infinitas películas que veíamos repetidas en el cine Pueyrredón,
frente a la plaza Alem. Todas, sin excepción, mostraban la guerra como una lucha
entre nazis y estadounidenses. Cualquier intervención soviética, en pleno
macartismo, era obviada.
Así, todo lo vivido y recibido en la niñez, con el transcurrir del
tiempo, fue siendo cuestionado por mi subconsciente, al percibir que las nuevas
fuentes que podía consultar, en nada se parecían a mis recuerdos. Ese
“engaño”, me llevó a descreer de toda fuente, transformándome con el tiempo en
una especie de “inquisidor” medieval, primitivo.
2)
¿Cuáles considera las evidencias más firmes de los
desembarcos de U-bootes?
Considero
que existen miles de documentos valiosos que prueban los desembarcos. Algunos
son públicos, y aparecían en los diarios aún antes de la guerra. Por otra
parte, el interés de los alemanes por la Patagonia se remonta a los albores de
nuestra historia. Debe tenerse en cuenta que antes de la habilitación del canal
de Panamá, el estrecho de Magallanes y el cabo de Hornos constituían el único
paso interoceánico Atlántico-Pacífico practicable. Cuando el emperador germano
Guillermo II enuncia la Weltpolitik, esos pasos patagónicos se transforman en
prioridad casi absoluta. Para probar la cuestión, bastan dos elementos. El
primero, es que la compañía alemana conocida como Naviera Antonio Delfino,
administraba desde 1899 todos los puertos patagónicos, tanto grandes como
pequeños, incluyendo las meras “facilidades portuarias”, que eran amarras en
lugares estratégicos. El gobierno argentino delegó legalmente en la
empresa mencionada tan curioso evento.
Posteriormente,
en diciembre de 1914, los alemanes intentan con su flota del Pacífico, al mando
de Maximilian Graf von Spee, tomar las islas Malvinas. Fracasan en el intento,
al ser sorprendidos por dos modernísimos acorazados británicos. En 1939,
volverán a intentarlo. Es decir, los puertos patagónicos, se encontraban en
manos alemanas desde finales del siglo XIX, realizando siempre enconados
esfuerzos para controlar también las Malvinas.
Durante la guerra, el Reino Unido denuncia que se estaban utilizando bases para
submarinos en América del Sur, informándonos, a través de la Cancillería, que
había también bases en Argentina. El gobierno argentino de entonces respondió
que los submarinos, mientras navegaran en superficie y respetando la integridad
nacional, serían considerados naves de superficie, pudiendo como tales
abastecerse de todo lo necesario, incluso, en el puerto de Buenos Aires. Este
documento, se torna así en muy importante, ya que si bien no utilizaron el
puerto de Buenos Aires, sí lo hicieron con los patagónicos en manos de Delfino.
Yo tuve la suerte de recibir el testimonio de un miembro de la familia Delfino,
con lo que pude conocer los desembarcos patagónicos con bastante detalle. Por
otra parte, a comienzos de los 80’, tuve cierta amistad con el empresario
peronista Jorge Antonio (2), encargado -según la doctora Gaby Weber - de
blanquear el dinero nazi fugado. Lo cierto es que me comentó, incluso con
gráficos, el tema de los desembarcos, y otras cuestiones no menos importantes.
Además de Ultramar Sur, realizado en coautoría con Juan Salinas, traté con
cierta profundidad el tema de los desembarcos en Nazis en el Sur y en El pacto
Churchill-Hitler, ambos del grupo Norma/Kapelusz.
3) Dadas las
múltiples opiniones ¿Cuántos U-bootes cree que integraron el convoy que
originalmente partió de Noruega con rumbo a Sudamérica?
De
todo lo que pudo colectarse, surge que al menos seis sumergibles nazis llegaron
a la Patagonia una vez finalizada la guerra. Hay que tener en cuenta que existe
al respecto importante documentación. Tanto Stalin como el establishment
estadounidense, sabían bien que había jerarcas nazis huyendo en submarinos
hacia la Argentina, plasmándose este conocimiento en decenas de libros de
políticos estadounidenses de la mayor jerarquía.
El
increíble encubrimiento del hundimiento del Bahía, por los Estados Unidos,
Reino Unido y el propio Brasil, resulta la mejor prueba de que algo oculto de
suma importancia hay en todo esto.
4)
¿Cuáles considera los lugares más probables de
desembarco y auto hundimiento?
La
zona más probable, está constituida por la costa que va de Viedma a San
Antonio, y desde allí, hacia el sur. Hubo avistamientos y ataques, como el
efectuado por la torpedera Mendoza en las cercanías de San Antonio en el Golfo
de San Matías.
5)
¿Por qué considera que aún no se han encontrado
restos de U-bootes a pesar de los múltiples avistamientos en bajamar hasta la
década de los 80 y las expediciones de búsqueda?
Los
submarinos que quedaron cerca de la costa, fueron desarmados y utilizados con
fines diversos. Jorge Antonio desarmó
dos utilizando después sus motores como grupos electrógenos para la
recién fundada Mercedes-Benz de Argentina, de su propiedad. Esto fue confirmado
posteriormente por la historiadora Gaby Weber en su libro La conexión alemana.
Antonio me comentó que los propios alemanes de Mercedes-Benz, le proporcionaron
la posición.
El resto está mar adentro. Estos restos son de difícil ubicación. Obsérvese que
identifiqué oficialmente al Ussukuma (3), un buque espía
nazi, recién hace algunos años, y este barco tiene el tamaño de quince
submarinos.
6)
¿Qué opinión le merece la operación Calypso (4)?
No
confío en datos o estudios de la Armada Argentina. Casualmente, luego de
identificar al Ussukuma, la información fue filtrada por los oficiales
actuantes a terceros. Recién con la intervención del Ministerio de Defensa, las
cosas se pusieron en su lugar.
7)
El mito de Hitler. En la última edición del libro
hay argumentación a favor del escape de Hitler. ¿Cree que finalmente Hitler
murió en Sudamérica o escapó a la Argentina?
Tal
como comenté, la eventual fuga de Hitler está documentada en innumerables
libros de políticos estadounidenses. En la reunión de Potsdam, quedó claro para
todos que Hitler estaba huyendo en submarinos hacia Argentina, con protección
británica.
Es indispensable consultar los libros de Edward Stettinius (secretario de
Estado de USA), de su sucesor James Byrnes, del ex director de la CIA Allen
Dulles, y del conde Folke-Bernadotte, más otros que se mencionan en Ultramar
Sur. Lo único claro es que Hitler no murió en Berlín, ciudad que odiaba,
considerándola además como “la mayor cueva de comunistas”.
Hitler estuvo, hasta los últimos días, en la enorme ciudad secreta subterránea
de Oberstsalzberg, cerca de Berchtesgaden, en plenos Alpes. Los pocos que
conocemos el lugar, estamos asombrados. La ciudad subterránea, aún hoy, es
inexpugnable.
8)
El libro “Ultramar Sur” abre el capítulo sobre la
operación final haciendo referencia al caso Nagel – Zanasi (5). En los archivos de la Kriegsmarine hay varios
Nagel de los cuales muy pocos sobrevivieron a la guerra. ¿Tiene algún candidato
para el Nagel de Quilmes? ¿Pudo chequear la existencia de Renzo Zanasi?
No
tuve demasiado éxito en mis averiguaciones sobre Nagel - Zanasi. Tomamos
la referencia hecha por Jorge Camarasa.
En mi opinión, la eventual fuga de Hitler hacia Argentina debe armarse sobre el
mayor conjunto de documentos oficiales posibles. Los testimonios aislados son
de utilidad, pero no son determinantes.
9)
¿Cree que Wilhelm Faupel (6) desembarcó clandestinamente en
1943 o cree que es una historia inventada por Silvano Santander (7)?
Faupel
no tenía entidad como para mover un submarino hacia estas costas.
Alemania no tenía una gota de combustible, y no gastaría por un personaje
menor, un millón de litros de gas-oil. Es, como usted dice, un invento de
Silvano Santander.
10)
El crucero Bahía (8). ¿Cree que algún día la verdad
saldrá a la luz?
En
cuanto al hundimiento del Bahía, es para mí el mayor misterio, y prueba casi
excluyente de que se ocultan cosas siniestras. Le envío, al respecto, data que
colecté en un reciente viaje a Brasil y Europa. Observe en la foto que adjunto,
que el cañón Oerlikon de 20 mm, número 7, culpado de ser el causante de la
explosión al disparar sobre las cargas, está inhabilitado de hacerlo, por
haberse soldado en el reparo blindado, una barra pintada de blanco para
impedir, casualmente, que el arma dispare contra las cargas. Me
encontraba en Noruega, en la antigua base de submarinos nazis de Horten,
cuando el director del ahora museo me hizo notar esta cuestión.
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Foto de la Oerlikon Nº7 sobre la popa, puede verse
claramente la barra de hierro que impide bajar el cañón e
impactar las cargas (también visibles). Foto cedida por el
entrevistado. |
Referencias:
(1) En referencia a la actividad clandestina de la Kriegsmarine en aguas
jurisdiccionales argentinas desde 1944 aproximadamente. El pico máximo de
actividad fue registrado entre julio y agosto de 1945 luego de finalizada la
guerra en Europa.
(2) Jorge Antonio, de acuerdo a Gaby Weber en “La Conexión Alemana” es la
principal figura utilizada por los alemanes en Argentina para lavar dinero Nazi
luego de terminada la guerra. Fundador de Mercedes Benz Argentina en 1951. Gaby Weber confirmó, por consulta de U-boat
Argentina, que Jorge Antonio le dijo en persona durante las entrevistas para su
libro que utilizaron dos motores Diesel de submarinos alemanes desguazados para
la firma Mercedes Benz Argentina.
(3) Ussukuma, buque
espía alemán que de acuerdo a las investigaciones de De Nápoli tuvo alguna
intervención en la Batalla del Río de la Plata no reconocida por la historia
oficial.
(4) Operación Calypso 1998, intento del gobierno de Carlos Menem de ubicar un
submarino alemán en las costas de Caleta de los Loros.
(5) Caso Otto Nagel – Renzo Zanasi, de acuerdo a la historia relatada en “El
Escape de Hitler” por Patrick Burnside, Nagel fue miembro del convoy de
U-bootes tipo XXI que partió con rumbo a las costas argentinas.
Esta historia la habría obtenido de primera mano de Renzo Zanasi antiguo
submarinista italiano viejo amigo de Nagel.
(6) Wilhelm Faupel, fue director de Instituto Iberoamericano en Madrid y
funcionario diplomático del Tercer Reich en la misma ciudad. Una vieja historia
(casi seguro falsa) cuenta que viajó en submarino en 1943 para comenzar a
planificar la fuga en submarino de valores Nazis.
(7) Legislador radical profundamente anti peronista. Escribió el libro “Técnica
de una traición” donde la mayoría de sus aseveraciones son falsas. Sin embargo
si pudo chequearse con los protagonistas las declaraciones del ex marino del
Graf Spee Dettelmann referida a desembarcos de U-bootes en 1945.
(8) Bahía, crucero de la armada brasileña hundido en 1945 en momentos en que el
U-977 compartía la misma posición en el Océano Atlántico. Su hundimiento es oficialmente
hasta el día de hoy atribuido a un accidente con una ametralladora Oerlikon que
supuestamente impactó cargas de profundidad en la popa del barco.
(9) U-977, último U-boote en entregarse a los aliados en agosto de 1945. Lo
hizo en mar del plata, recién pintado, atiborrado de víveres, sin 4 de sus
torpedos acústicos y con una avería en la popa producto de ataque con cargas de
profundidad.
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Debajo del Berhof se extiende lo que De Napoli Denomina "Ciudad oculta" y
hacia donde cree escapó Hitler en abril de 1945. Foto cedida por el entrevistado
Nota Importante: Para conocer la verdad sobre la llegada de los submarinos alemanes a las costas argentinas click aquí |