Hace poco leí uno de los libros de memorias de Hans Ulrich Rudel. No se trata del famoso “Piloto de Stukas”, sino de “Entre Alemania y Argentina”. Como todos saben, el as de la Luftwaffe vivió unos años en el país sudamericano.
El I.Ae. Pulqui II fue un proyecto clave de la aviación a reacción argentina. Fue diseñado por Kurt Tank, ingeniero aeronáutico alemán (ex director técnico de Focke-Wulf), junto a su equipo en la Fábrica Militar de Aviones (FMA), en Córdoba.
El primer vuelo tuvo lugar el 16 de junio de 1950, pilotado por el capitán Edmundo “Pincho” Weiss.
Se construyeron 5 prototipos del Pulqui II. Ninguno llegó a producción en serie, debido a problemas técnicos, accidentes durante las pruebas y, finalmente, al cambio de contexto político tras 1955.Al momento de recordar al famoso caza Pulqui II de desarrollo argentino, Rudel escribió:
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| Imagen ilustrativa hecha con IA |
Luego de ver al Pulqui II, Rudel sintió que le era familiar. En su libro escribió:
“…Entretanto llamó la atención en los círculos especializados de que los cazas soviéticos MiG-15 y MiG-19, que en la guerra de Corea empezaron a hacerse notar cada vez más, mostraban una cierta semejanza con el Pulqui II. Precisamente las características típicas —superficie alar, flecha, envergadura y disposición del timón— coincidían de tal modo que ambas máquinas parecían tener un progenitor común. Y este no permaneció oculto por mucho tiempo. El propio Kurt Tank resolvió el enigma designando al TA-183 como ese progenitor común. Este tipo se remontaba a una idea de Tank, que él ha desarrollado ulteriormente en el Pulqui, y fue diseñado en detalle en su encargo, en los años 1944 a 1945, en Focke-Wulf, por el aerodinamicista e ingeniero jefe Hans Multhopp, que actualmente trabaja en los Estados Unidos. No llegó a entrar en producción, pero la documentación y los planos completos de este TA-183 se encontraban al final de la guerra en el Instituto Alemán de Investigaciones Aeronáuticas en Berlín-Adlershof y muy probablemente cayeron allí en manos de los soviéticos. Multhopp se ha adherido ya a esta opinión. Según él, la única diferencia entre el TA-183 y el nuevo caza MiG reside en el fuselaje algo mayor del avión soviético, condicionado por el empleo de una turbina más grande, con el doble de empuje. Escribe al respecto: «Y los rusos obtuvieron —además de los planos y los protocolos de desarrollo— a un hombre que sabía todo sobre nuestro avión, cuando capturaron al profesor Günther Bock, el jefe de nuestra comisión que adjudicaba los contratos de desarrollo aeronáutico. (Bock ha dado entretanto señales de vida desde la Unión Soviética). En cuanto dispusieron de estos documentos, se saltaron de cinco a diez años de trabajo de investigación y comenzaron allí donde nosotros nos encontrábamos.
Esta relación de parentesco entre el MiG-19 y el Pulqui II fue y es, naturalmente, de gran importancia para la valoración de este último. En este contexto, el profesor Tank constató en alguna ocasión de manera general que las construcciones aeronáuticas militares desarrolladas en Alemania hasta 1945 fueron retomadas y desarrolladas ulteriormente por todas partes después de la guerra. Los planos de construcción formaron una parte esencial de las reparaciones intelectuales que no se acreditaron a Alemania."


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