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De los 250 mil germano parlantes que componían la comunidad alemana en Argentina a finales de los años 30, podríamos decir que entre el 85% y el 90% fueron penetrados por las ideas del nazismo. Apenas un 15% aproximadamente resistía en un grupo heterogéneo e inconexo: El Tageblatt, judíos alemanes en el exilio, Bandera Negra, etc.
Si bien podemos dar estas cifra con bastante seguridad, hay una pregunta que me hice muchas veces y que no tiene una respuesta precisa ¿Quién sabe con total certeza cuantos alemanes o hijos de alemanes fueron arrastrados a organizaciones nazis por la fuerza, bajo la amenaza de la exclusión o el boicot comercial? Basta recordar la historia del sastre de Lanús, Franz Friebel, que tuvo que pasar del Frente Negro al nazismo sin escalas para evitar el boicot de su comunidad. Esa historia se narra en detalle en mi libro “10 historias argentinas de la Segunda Guerra Mundial.”
De todas formas, nada puede justificar la adhesión al nazismo.
Escapando de dos guerras mundiales en el último momento
De acuerdo a su sobrina nieta, Ernst Haftstein no fue el típico alemán nacionalista que corrió desesperado a tomas las armas cuando estalló la guerra en 1914. Nació el 26.06.1892 en Kosten (Sudetes). Apenas se escucharon los primeros cañones en agosto, corrió a comprar un boleto para Sudamérica y escapó a Buenos Aires para no ir a las trincheras.
La irrupción de los nazis en el poder en 1933 tampoco pareció haberle importado mucho.
"Entre 1933 y 1939 poca gente en el extranjero sabía lo que estaba sucediendo en Alemania", dijo la sobrina nieta a este autor desde Alemania. Los que quedaron en Europa (sobrionos de Haftstein) tenían una idea de lo que era el sistema nazi y de lo que “ese austríaco loco que estaba ascendiendo al poder pretendían, y qué países serían cómplices.”
Pero Haftstein regresó a Alemania a comienzos de1939. Visitó a su familia y su ciudad natal, Kosten, cerca de Teplic, con su esposa e hijo. Sin embargo, Haftstein partió de regreso en agosto de 1939 para reanudar su trabajo de electricista en Buenos Aires; su esposa, también alemana, quiso quedarse con su familia en su tierra natal un tiempo más. Entonces HItler invadió Polonia y estalló la Segunda Guerra Mundial. La familia cuento algo escalofriante: "Nunca volvieron a reunirse… Y Haftstein también perdió el contacto con su hermana mayor, Juliane.
Una historia impresionante.
Apenas bajó del barco de regreso en Buenos Aires, Haftstein se afilió al partido nazi (N° 7218117), el 1 de octubre de 1939, apenas un mes después del inicio de la guerra. ¿Casualidad? ¿Fue arrastrado al partido por un impulsa nacionalista? ¿Fue por lo que vio en Alemania. Lo cierto es que por segunda vez había escapado de ser arrastrado a la guerra en el último minuto.
Haftstein vivió en el último piso del edificio de la calle Agüero 477, que todavía existe. En la fotografía que rerpoducimos aparece en el balcón de su departamento.
Dos años más tarde se afilió al DAF (Frente Alemán del Trabajo), Grupo Centro de Buenos Aires. Eso ocurrió también en una fecha tardía, el 1 de marzo de 1941.
La familia de Haftstein que quedó en Europa fue expulsada de los Sudetes en 1946 y encontró refugio en un establo cubierto de hielo en el norte de Alemania (cerca de Lübeck) durante el crudo invierno de 1946. Algunos perecieron por el frío y el hambre.
Los desdencientes, en Alemania, todavía buscan rastros de Ernst en Argentina…


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