Aquí pueden leer una entrevista realizada por el escritor español Javier Yuste a Julio B. Mutti:
La misma está acompañada de fotografías inéditas, una de ellas es el prontuario del espía Siegfried Becker.
JAVIER YUSTE
Julio B. Mutti (Lanús, Buenos Aires, 1978) lleva varios años 
desarrollando activa y profesionalmente la tarea de investigador 
profesional, especializándose en los estertores de la segunda guerra 
mundial y la relación de Argentina con tal conflicto y el III Reich.
Fruto de sus desvelos son varios libros 
publicados en su país, tales como “Los Verdaderos Últimos Días de la 
Segunda Guerra Mundial”, una extensa y reveladora investigación dividida
 en dos volúmenes y “Nazis en la sombra”, en la que ha investigado la 
verdadera historia de las operaciones secretas de las redes de espionaje
 del III Reich en Argentina, sumergiéndose entre gran cantidad de 
documentos oficiales almacenados en los archivos del Poder Judicial y el
 Congreso de la Nación.
Éste último, “Nazis en la sombra”, 
recién salido del horno y publicado por NOWTILUS, nos proporciona una 
excusa perfecta para poder charlar con Julio.
Estimado Julio, ésta es la primera vez 
que en HRM contactamos con un autor y apasionado de la Historia del otro
 lado del Atlántico. Por ello te damos las gracias por dedicarnos un 
poco de tu tiempo y compartir con nosotros todo tu conocimiento.
 
El tema en el que te has especializado, 
Julio, es apasionante y complejo. Nazis, Argentina... Es difícil saber 
por dónde empezar. Quizá lo más lógico sería por ti.
1º. ¿Qué empuja un buen día a un 
argentino como tú a estudiar sobre esta hermética cuestión de la 
relación de Argentina con el III Reich?
Javier. En primer lugar permíteme 
agradecerte por la oportunidad de poder conectar con los distinguidos 
lectores de HRM. Es para mí un verdadero placer. 
Los nazis y la 
Argentina; o el Tercer Reich y la Argentina, lo que representa un 
espectro aun más amplio y complejo, es un tema que en mi país ha estado 
siempre en la agenda literaria e investigativa. Allá lejos, en la década
 de los ´90, los últimos nazis ancianos fueron capturados en los 
rincones más recónditos de mi país. Toda una nueva oleada de 
investigadores surgió y se publicaron muchos trabajos de valía. Si bien 
mi interés por estos asuntos es todavía anterior, creo que se potenció 
totalmente durante aquellos años.
Paradójicamente nunca he orientado 
mis trabajos hacia el tema de los criminales refugiados, probablemente 
debido a que ya se ha hecho un gran trabajo sobre ello. Pero hay mucha 
tela para cortar sobre los nazis en Argentina.
2º. Supongo que sobre este tema habrá 
opiniones para todos los gustos. Tu interés por esta parte de la 
Historia, ¿es bien recibida por aquellos que te conocen?
Sin dudas que hay opiniones variadas y soy del gusto de respetar todas ellas. 
Generalmente,
 la gente que ha leído mis libros, o visita asiduamente mi blog, no sólo
 me alienta a seguir con mi trabajo sino que en muchos casos ha 
realizado aportes sustanciales a mis investigaciones.
3º. ¿Qué diferencia “Nazis en la sombra” de tus anteriores trabajos?
Sin dudas pienso que la diferencia es lo
 novedoso del tema. Sobre los nazis en Argentina uno se encuentra de 
todo un poco, sin embargo, no puedes ir a una librería y pedir un libro 
sobre “espionaje nazi” en Argentina. Simplemente no lo hay, al menos que
 yo sepa. El tema se ha tocado parcialmente en el pasado, en trabajos 
orientados hacia otros objetivos hace ya muchos años. El más importante,
 sin dudas, la investigación sobre las relaciones del ex presidente 
Perón con los alemanes, publicada hace casi veinte años por Uki Goñi. 
Aun más atrás se puede mencionar a Ronald Newton y su trabajo sobre la 
influencia nazi en Argentina. 
Por el contrario, mis anteriores 
trabajos son ensayos dedicados a temas controversiales, pero sobre los 
que se ha escrito bastante. Tocan de cerca a los últimos días de la 
Segunda Guerra Mundial: Los mitos en torno a la muerte de Adolf Hitler 
y, en el volumen II, los movimientos de naves alemanas en las costas 
argentinas durante la guerra y sus días finales. Si bien en ambos casos 
se aportan nuevos elementos de vital importancia, como la enigmática 
historia del U-1055 que me llegó de primera mano, entre otras, es 
conocido que existe una buena oferta de literatura orientada a estas 
cuestiones.
4º. Dedicas tu último libro a la trama 
de espionaje que se desarrolló en Argentina. Hace un tiempo me 
comentaste que no había bibliografía al respecto, ¿por qué crees que es 
así?
Pienso que se puede deberse a la 
dificultad que representa el hecho de procesar miles de fojas 
judiciales, ajadas y amarillentas, y luego encontrarles un hilo 
conductor que permita desarrollar una historia que sea entendible para 
el lector. No es sencillo y la cantidad de agentes, roles, relaciones 
con el poder militar y democrático, domicilios, dobles agentes, 
operaciones especiales, estaciones clandestinas, etc, se vuelve 
abrumadora y difícil de concatenar en un relato. A todo ello debemos 
sumarle los pocos relatos de primera mano que aun pueden conseguirse y 
el trabajo complementario en hemerotecas y archivos de otros organismos 
no judiciales.
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| Prontuario de Siegfried Becker, el espía alemán más importante que operó en América | 
5º. Como nos has dicho, durante la 
década de 1990, se produce una serie de detenciones de viejos conocidos 
nazis que vivían en Argentina. ¿Qué ofrecía tu país, como otros del cono
 Sur, para que fuera refugio para estos individuos? ¿Puede ser el mismo 
motivo por el que se pudo desarrollar tan ampliamente una red de agentes
 allí?
 
En la época de posguerra Argentina 
ofrecía lejanía, una ruta segura y bien sincronizada, un visado de 
pasaportes falsos y la posibilidad de emplearse en empresas amigas… 
El
 desarrollo del espionaje es distinto, creo que su desarrollo responde a
 hechos y razones diferentes: Los servicios de inteligencia alemanes 
comenzaron a establecerse en Sudamérica a finales de la década de los 
treinta con epicentro en Río de Janeiro. Luego del ingreso de Brasil a 
la guerra, Buenos Aires pasó a ser el centro neurálgico de operaciones 
para el Abwehr y el SD en el continente. Durante aquellos años una 
coalición democrática conservadora gobernó la Argentina e hizo de su 
política exterior neutralista un tema de estado. Esta situación permitió
 a los servicios alemanes arraigarse y desarrollarse, establecer un 
salvoconducto para el contrabando de personas y materiales con Europa 
(con conocimientos del gobierno), recabar vital información del tráfico 
marítimo aliado y crear un sistema clandestino de radiotelegrafía para 
enviar los informes. En 1943 se produce un cambio radical de gobierno 
debido al golpe de estado de un grupo de oficiales rebeldes del 
Ejército. Lejos de perseguir a los espías alemanes, los nuevos 
mandatarios profundizaron los acuerdos y contactos secretos con ellos, 
incluso al punto de intentar la compra de armas a Hitler. No se trató de
 razones de ideología nazi, aunque había ciertos elementos nacionalistas
 relacionados al poder, sino de motivaciones políticas y la búsqueda de 
un mutuo beneficio. 
El mundo, y también la Argentina, habían 
cambiado para siempre cuando llegaron los criminales nazis a refugiarse a
 Sudamérica. La guerra había terminado hacía largo tiempo. No fueron más
 de unos doscientos, aproximadamente, y fueron cobijados por las 
autoridades democráticas al amparo de miles de inmigrantes que llegaban 
hacia fines de los años cuarenta. Argentina, al igual que otras pujantes
 naciones, se interesaba particularmente en técnicos especializados. Se 
sabía que muchos nazis de dudoso prontuario llegaban mezclados con 
mayoría de inmigrantes inocentes, desde los puertos europeos, pero, al 
parecer, no era un problema para las autoridades de la época.
6º. La trama de espionaje nazi en 
Sudamérica fue un constante quebradero de cabeza para el FBI y la OSS 
estadounidense. Se habla hasta de compañías aéreas brasileñas con 
aviones de pasajeros con bodegas diseñadas para transportar bombas, etc.
 Sabiendo como sabes del tema, ¿el temor a que la segunda guerra mundial
 se disputase abiertamente en territorio americano era fundado?
La guerra golpeó duro a Brasil algunas 
millas mar adentro e incluso corsarios alemanes de superficie capturaron
 flotas balleneras enteras en latitudes tan australes como la Antártida.
 Sin embargo, exceptuando a las unidades de la Kriegsmarine, la única 
guerra que se disputó abiertamente en territorio sudamericano fue la del
 espionaje, la de las sombras, de ahí el título. El verdadero quebradero
 de cabeza para los estadounidenses fue lograr la presión suficiente 
para que los argentinos atacaran realmente a la inteligencia alemana, 
pero sin develar la rotura del código enigma. Les tomó años, pero la 
intervención y las presiones finalmente fueron determinantes para que 
Argentina cediera, a regañadientes, y terminara por lanzar en agosto de 
1944 una ofensiva devastadora contra los espías.
7º. En tus investigaciones, ¿qué has observado sobre el posicionamiento del pueblo argentino durante la segunda guerra mundial?
Existían posiciones de todo tipo, pero, 
en general, la opinión pública argentina siempre sintió cierto rechazo e
 incomodidad ante todo lo que representaba el régimen hitlerista.
Es 
verdad que fueron años de convulsión política y revoluciones, lo que 
produjo que muchos se movieran a los extremos. La derecha argentina más 
afín al nazismo nunca logró amalgamarse o encolumnarse detrás de un 
liderazgo concreto. Los oficiales del G.O.U. (logia que lanzó a Perón al
 poder) eran nacionalistas, pero no nazis como se ha llegado a afirmar. 
Actualmente hay confusión en mi país sobre aquellos años y se da al 
partido nazi argentino una entidad y poder que en realidad nunca tuvo. 
El movimiento fue prohibido en Argentina antes del inicio de la guerra.
8º. ¿Cuál es la historia de espías nazi en Argentina que más que te ha llamado la atención?
Una muy pequeña, que jamás había sido 
narrada y que llegó hasta mí gracias al relato de primera mano del hijo 
del protagonista estelar; un espía del Abwehr que operaba en el Puerto 
de Buenos Aires.
Ludwing Schuller, un joven germano-argentino, 
durante casi dos años vistió con harapos, se instaló bajo un par de 
chapas frente al Puerto de Buenos Aires y se convirtió en uno de los 
mejores informantes sobre el movimiento de vapores enemigos. 
Primeramente había pasado una larga temporada en los campos de batalla 
europeos. Al retornar a Sudamérica, ya reclutado por los servicios de 
inteligencia, su misión era tan secreta que ni su propia madre fue 
puesta al tanto de su paradero. Schuller entregaba sus preciados 
informes en la calle Reconquista, dónde un superior preparaba informes 
para enviar a Alemania. 
Algunos documentos de la Kriegsmarine me han
 permitido echar luz sobre como los informes de inteligencia sobre 
vapores aliados que partían desde Buenos Aires eran utilizados en el 
esfuerzo de guerra. Los nombres de los barcos, sus rutas y hasta el 
detalle de su carga eran recibidos por las oficinas berlinesas de 
inteligencia, las que luego las reenviaban al mando de sumergibles para 
ser, a su vez, despachada hacia los sumergibles que operaban en el 
Atlántico Sur y Central. Las pruebas de que el hundimiento del 
“Andalucía Star”, por citar sólo un caso, fue permitido gracias a 
informes de espías portuarios que operaban en Argentina han quedado 
registradas en las olvidadas bitácoras de un par de los lobos grises de 
Dönitz.
9º. ¿Qué nos puedes contar acerca de
 las redes locales de caza de espías nazis que había en Argentina 
durante la segunda guerra mundial y años posteriores?
Hasta finales de 1943 no hubo un 
servicio de contrainteligencia organizado. Hubo detenciones previas por 
parte de la Policía local, pero se realizaron principalmente gracias a 
aportaciones externas. Luego del caso Osmar Hellmuth se creó 
“Coordinación Federal” y algunos agentes fueron apresados a comienzos de
 1944, sin embargo el gobierno argentino no dio luz verde para apresar a
 los verdaderos espías hasta agosto de ese año. 
Tiempo después de la
 guerra se expulsaron hacia Alemania a algunos agentes importantes, como
 por ejemplo Wolf Franzok, pero en general se embarcaron a espías 
menores. Los aliados nunca pudieron poner las manos encima al pez más 
gordo: Siegfred Becker, una verdadera sombra incluso después de la 
guerra.
10º. ¿Qué te ha aportado como investigador este “Nazis en las sombras”?
Sin dudas la oportunidad de conocer 
personas extraordinarias, ya sean protagonistas o colaboradores 
desinteresados. También he logrado adquirir cierta experiencia sobre el 
trabajo en archivos gubernamentales, judiciales y hemerotecas, lo cual 
es todo un arte en sí.
11º. ¿Crees que tu tarea hercúlea 
ayudará a otros estudiosos de la materia a adentrarse en los archivos y 
continuar contigo la investigación?
No lo sé. Sí puedo afirmar que he 
asistido gustosamente a otros investigadores locales que están 
continuando parte del trabajo. Algunos están ahondando en las viejas 
fojas judiciales, llevando a cabo sus propias investigaciones en la 
búsqueda de otros objetivos.
12º. ¿El mundo académico ha entrado en contacto contigo a raíz de tus investigaciones?
Bueno, mis publicaciones son bastante 
recientes, pero me han invitado en varias oportunidades a dar charlas. 
Siempre que puedo lo hago y lo encuentro muy provechoso.
13º. ¿Qué nos puedes contar de esas personas que te han ayudado en la senda pedregosa, que siempre es, la investigación?
En todo momento uno se topa con personas
 que desinteresadamente hacen un gran aporte. Es particularmente 
gratificante cuando la gente que ha protagonizado estos hechos hace 
contacto contigo, como el caso del hijo de Schuller que ya he relatado. O
 cuando una amable anciana que ha sufrido aquella época y ha visto a su 
padre detenido y expulsado, te recibe en su propia casa y abre su 
corazón hasta el punto en que uno se conmueve con su relato. 
En otro
 orden de cosas, el libro está prologado por ese extraordinario escritor
 gallego que es Xavier Alcalá, a quien también este largo trabajo me ha 
dado la oportunidad de conocer.
14º. ¿Qué le dirías a un apasionado 
español de la segunda guerra mundial para que coja un libro escrito por 
un argentino y centrado en su país? ¿Cómo lo convencerías? Reconozco que
 esta pregunta es difícil de contestar.
No te preocupes, es una pregunta muy 
sencilla de responder. Un grupo de españoles falangistas, cercanos a la 
embajada local, se reveló desde el comienzo como una pieza clave dentro 
de esta historia. De principio a fin aparecen involucrados en 
operaciones de todo tipo: contrabando de materiales y personas hacia 
Alemania, falsificación de papeles de identidad, contactos en la 
Policía, etc. 
Además, los vapores españoles fueron fundamentales 
durante los primeros tiempos para la red de información. Escondidos en 
la taquilla de sus marineros iban ocultos los informes de inteligencia 
para el Abwehr y el SD. Todo aquel apasionado español de la SGM querrá 
conocer el colorido entramado que involucró a varios agentes de esa 
nacionalidad, operando a favor de la Alemania nazi en Buenos Aires y en 
ultramar.
15º. Esta es una cuestión clásica de las
 mías, ¿qué anécdota, que no te importa compartir con nosotros, has 
vivido y te ha marcado durante el proceso de investigación, escritura y 
publicación de “Nazis en la sombra”? ¿Y en trabajos anteriores?
Hace dos años atrás inicié un trabajo 
complementario de investigación sobre varias cajas que existen en el 
Archivo Parlamentario de la Nación. El famoso y viejo archivo de la 
Comisión Especial para la Investigación de las Actividades 
Antiargentinas, que funcionó en los años cuarenta. Los empleados me 
trataron estupendamente allí y la información sobre los nazis en 
Argentina es frondosa e de una importancia histórica sustancial. 
Llevaba
 un cuarenta por ciento del archivo procesado, y meses y meses de arduo 
trabajo invertido, cuando alguien tomó la estupenda decisión de escanear
 las miles y miles de páginas, hasta el más mínimo detalles. Una tropa 
de empleados procesó todo en poco tiempo. Es algo realmente estupendo 
para los investigadores, pero imagínate que de haberlo sabido antes 
hubiera ahorrado una enormidad de tiempo. En fin, cosas que pasan.
16º. Puede que esta pregunta sea un 
tanto... No sé cómo calificarla. Es mera curiosidad. No sé si sabrás que
 soy autor de un ensayo histórico en el que desgrano la vinculación 
vital y profesional del dibujante Hugo Pratt con la segunda guerra 
mundial. Seguro que a ti no tengo que explicarte quién es Hugo Pratt, 
porque es una de las grandes figuras del cómic sudamericano de la década
 de 1950, colaborando con Héctor Germán Oesterheld en Frontera. Reitero 
que son cosas mías, pero aprovecho la ocasión: Pratt aseguró en sus 
entrevistas, que se recogen a modo de memorias, que conoció al hijo del 
infame Eichmann y a un grupo de intelectuales llamado Grupo Sinagoga que
 participó, supuestamente (como todo en la vida de Pratt) en su captura 
junto al Mossad. ¿Qué pudo haber de cierto?
El caso Eichmann guarda todavía algunos 
enigmas. Década tras década se siguen reescribiendo y develando nuevos 
detalles. Así lo han revelado fuentes importantes, que han dedicado años
 enteros a su investigación, tal es el caso de la investigadora Gaby 
Weber. Rumores sobre participaciones solapadas, tanto para capturar a 
Eichmann como para liberarlo tras su rapto, han flotado en el ambiente 
durante años. La que mencionas podría ser una de ellas y de seguro que 
el Mossad debe haber contado con una conexión local de apoyo.
17º. Finalizada la segunda guerra 
mundial, Argentina se encumbró como una estrella en la que todos los 
desahuciados de ese conflicto encontrarían refugio. Se habla de una 
extraña convivencia entre enemigos. No solo encontramos nazis, también 
filonazi como los Ustacha. ¿Qué nos puedes contar de esto?
Si claro que hubo Ustashas croatas en 
Argentina. Entre ellos su líder, Ante Pavelic, protegido siempre por 
sucesivos gobernantes locales y quien murió en España a fines de los 
cincuenta. También hubo otros destacados criminales croatas, como el 
caso de Dinko Sakic, comandante del campo de Jasenovac. Este fue uno de 
los últimos en ser descubierto en Argentina, en la pequeña ciudad 
costera de Santa Teresita, a finales de los años ´90.
La mayoría llegó en 1947, apañados por documentos falsos obtenidos a través del Vaticano y la Cruz Roja.
Vamos a cambiar de tercio, ¿qué te 
parece? Voy a preguntarte sobre la tarea de investigación y sobre el 
hecho en sí de escribir. Es una forma de profundizar en el autor.
18º. De investigar, a escribir sobre lo investigado, hay un trecho. ¿Cómo es tu labor creativa? ¿Cómo te organizas?
Es muy cierto lo que dices sobre el 
trecho que existe entre investigar a escribir. Antes de poder plasmar 
algo por escrito es necesario pasar cientos de horas procesando 
información, entrevistando, leyendo libros de décadas remotas o 
simplemente hurgando en archivos. 
El sólo hecho de hallar un viejo 
libro del año 1955 me tomó casi un año, pero no podía terminar mi 
trabajo sin comprender debidamente ciertos asuntos de política interna 
de aquella época. 
Así fue especialmente durante el proceso de 
construcción de mi último libro. Salvo contadas excepciones, desconocía 
completamente la mayoría de los protagonistas y el entramado completo de
 la historia. Fue necesario hallar un hilo conductor, lo que me tomó 
casi un año de leer fojas, para finalmente comenzar a escribir. 
En 
mi caso particular no establezco de antemano un momento para comenzar a 
registrar por escrito, sin embargo, uno en su mente comienza de repente a
 imaginar capítulos y una columna vertebral de la obra. De un momento a 
otro la necesidad de escribir se hace presente y luego todo fluye.
19º. Los métodos van cambiando en el 
campo de la investigación. Te has enfrentado a los papeles de los 
archivos, pero, ¿eres de los que prefieren trasegar con papeles 
amarillentos o consultar, gracias a las nuevas tecnologías, a través de 
una pantalla?
Los papeles amarillentos son 
indispensables para el trabajo del ensayista de investigación. Pero, tal
 como te comentaba en la anécdota del archivo del Congreso, las nuevas 
tecnologías se vuelven indispensables porque reducen mucho los tiempos 
de trabajo. A medida que más y más archivos se vayan digitalizando se 
trabajará de manera más rápido y certera. Todavía hay mucho trabajo por 
hacer sobre este punto, al menos en Argentina, aunque en los últimos 
años se ha avanzado. 
Por ejemplo, cuando te hablaba recientemente 
sobre la consulta de archivos alemanes de la Kriegsmarine, las nuevas 
tecnologías han sido indispensables. Los mismos me fueron remitidos 
desde el exterior perfectamente microfilmados.
20º. ¿Te has inspirado en el estilo narrativo de algún autor o ensayista?
A decir verdad no. Simplemente escribo 
como me sale, aunque suene insensato. Los escritores que más admiro son 
los clásicos narradores de novelas, como la gran mayoría de nosotros, 
los devoradores de libros. De los ensayistas históricos que más me han 
impresionado puedo mencionar a Félix Luna, y de sus libros: “El 45”; 
pero sería una utopía intentar igualar su pluma.
21º. La respuesta de los lectores siempre es importante. De lo que llevas escrito, ¿qué has recibido de ellos?
Mucho. Más de lo que esperaba. Como he 
mencionado algunos de ellos pasaron de lectores a colaboradores o 
colegas. Otros me han ofrecido sus historias, sus vivencias y me han 
regalado sabios consejos y valorada ayuda. Sin uno de mis lectores, 
Xavier Alcalá, creo que no hubiera sido posible publicar en España.
22º. Con lo que has estudiado, ¿has pensado en escribir novela histórica centrada en estos hechos?
Parece que tienes talento para dar justo
 en la tecla. No sólo lo he pensado, sino que tengo ya casi totalmente 
finalizada una novela histórica. No sólo está inspirada en el espionaje 
nazi, sino que también toca la controversial historia de los supuestos 
merodeos de sumergibles alemanes en las costas argentinas. 
Es una 
novela de misterio, suspenso e intriga, que llevará al lector desde los 
suburbios de Buenos Aires hasta la larga y desolada línea costera 
argentina; allí donde los parajes más extraviados regalaban, a comienzos
 de los años cuarenta, las historias más increíbles. He visitado cada 
uno de los sitios en persona y estoy convencido de que es una gran 
narración basada en hechos reales. Mitad cierta y mitad ficción…
23º. Cuando dejas a un lado la investigación, todo, ¿con qué libros te gusta evadirte?
Como te decía, me gustan mucho los 
ensayistas históricos como Félix Luna, pero también me agradan mucho los
 novelistas clásicos. Admiro los escritores que tienen esa imaginación 
tan frondosa como increíble. Puedo leer a menudo a Gabriel García 
Márquez, Edgar Allan Poe o Julio Verne, estilos muy diferentes, pero que
 en sus relatos han demostrado una imaginación sin límites, infinita.
24º. Llevas también un blog, “U-boat 
Argentina”, que es el sitio de habla hispana más visitado sobre la 
historia de los nazis en Argentina. Háblanos un poco de él, cómo se te 
ocurrió abrirlo, cuál es la respuesta de los navegantes de Internet…
He comenzado como un investigador 
amateur. Como tal, la difusión de mi trabajo a través de un blog 
personal ha sido fundamental. No sé cómo fue que de repente estaba 
primero en las listas de búsqueda de Google referidas a nazis en 
Argentina. Tal vez no haya otros sitios similares o simplemente a la 
gente le interese lo que escribo. 
Los visitantes dejan cientos de comentarios y la interacción es divertida.
25º. ¿Cómo te ves dentro de unos años? ¿Cuáles son tus proyectos de futuro?
Me gustaría seguir escribiendo. Ha sido 
un lindo “Cable a tierra”, como decimos los porteños. Una manera de 
poder plasmar los pensamientos y que otras personas los valoren. Pero no
 me pongo objetivos ni plazos de ningún tipo, simplemente las cosas van 
surgiendo. Es como haber subido a un tren que no tienes idea hacia que 
estación se dirige. Es este momento me place escribir una novela 
histórica y simplemente lo hago. Ojalá todo marche bien con el libro y 
que luego pueda seguir divulgando mi trabajo.
26º. Ya, dando por finalizada la entrevista, qué pregunta crees que me he olvidado hacerte y contéstala, si es que la hay.
Todo bien Javier, me parece que ha estado divertido y las preguntas acertadas. 
Julio, muchísimas gracias por atenderme y por la paciencia que has 
demostrado conmigo a lo largo de esta veintena larga de preguntas. Solo 
desearte el mayor de los éxitos con “Nazis en la sombra” y todo lo que 
publiques en un futuro.
SALUDOS