U-Boat Argentina

Este blog tiene como objetivo describir hechos históricos. Bajo ningún concepto se tratan temas políticos. La aparición de cualquier imagen o fotografía relacionada a regímenes totalitarios es puramente ilustrativa y relacionada a temas históricos tocados en el sitio.

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Nazis en Villa Ballester, parte III

En 2015 publiqué en este blog la primera entrega de la saga sobre nazis en Villa Ballester, que comenzaba con la persecución del agente nazi Karl Robert Fandrich, el librero/agente secreto del servicio de espionaje alemán, por parte de la policía argentina. En 2017 publiqué la segunda parte, más extensa con nuevas fotos, anécdotas, datos e información aportada por muchos vecinos de la zona. Desde hace tiempo, estos son los artículos más vistos y comentados del blog.


Esta semana recibí nueva información desde la zona de Villa Ballester, que me resultó interesante para publicar una breve tercera entrega. El librero Fandrich, que vivía en la calle Entre Ríos 456 de Balleter, y que tenía su famoso librería alemana en San Martín 388, Buenos Aires, también tenía otra propiedad en la calle Agustín Alvares 91, Malaver (la altura actual es al 2800). Así lo pude comprobar gracias a los registros del Frente Alemán del Trabajo que sobreviven en el Archivo de la Cámara de Diputados.


Fandrich era un tipo con recursos, que en 1942 adquirió los derechos de la famosa revista del Frente Alemán del Trabajo, “Der Deutsche in Argentinien.” Su hermano, Hans Alfred, argentino de nacimiento, murió en agosto de ese mismo año piloteando un caza de la Luftwaffe sobre Holanda. Sobre este piloto argentino hablaré proximamente...

Uno de los dueños de la actual propiedad de Malaver, en la calle A. Alvarez, se puso en contacto conmigo. Resulta que en su propiedad se derrumbó hace uno años una parte del terreno en los fondos, abriéndose inesperadamente un pozo de unos 4 por 4 metros por 6 de profundidad ¡Un tremendo derrumbe! “En el fondo del pozo se observaba un piso y una cocina del tipo económica,” me narraron los dueños de la propiedad; cuando verifiqué la dirección, no me soprendió para nada el hecho, ya que esa propiedad era habitada en los años cuarenta por un agente del servicio de espionaje nazi, tal como él mismo se definió cuando fue detenido en 1945, el mismo Karl Fadrich, como ya he dicho.

“Acaba de aparecer y está en todas las librerías de habla alemana, el calendario alemán para Sudamérica” Der Deutsche in Argentinien


Tal como lo relato en mi extenso libro “Nazis en las sombras”, el espionaje alemán en Argentina construyó diferentes refugios o escondites subterráneos en varias propiedades a las que tenían accesos. Por ejemplo en la estación radiotelegráfica de General Madariaga, debajo de la cocina de la quinta “Mi Capricho” en San Miguel y en muchas otras “casas seguras”, algo que quedó debidamente documentado en las declaraciones que los mismos espías hicieron una vez que cayeron presos en 1944 y 1945. Parece que los nazis tenían fanatismo por excavar. No solo lo hacían para crear escondites, sino también para enterrar aparatos de radiotelegrafía, documentos falsos y dinero, entro otras cosas. Incluso en la parte II de esta saga cuento la historia del "callejón de los nazis", haciendo referencia a la casa de Lafayette 371 (vieja numeración), que era la propiedad de Paul Wellmann, miembro del partido nazi (número 3.758.529) desde el 1 de noviembre de 1936. Hurgando en el viejo sótano de sa casa, el nuevo dueño halló una inesperada sorpresa: descubrió una red de pasadizos y escondites, también una pared falsa con una habitación detrás; desde allí nacía un pasadizo que conducía a un túnel, que a su vez llevaba hasta la casa del vecino...

Según los dueños actuales, en una primera instancia, la propiedad de la calle Agustín Alvarez de Malaver, era propiedad de la Sociedad Alemana de Gimnasia. Luego los terrenos se fueron loteando y surgieron varias casas, entre ellas la de Fandrich. Las viejas propiedades podrían haber sido construidas por un ingeniero llamado Hirsch, también alemán.

Lamentablemente el gran pozo fue rellenado, por cuestiones de seguridad, sin realizarse más investigaciones o inspecciones. Una verdadera pena. Esto sucedió hace algunos años, y los dueños de la propiedad ni siquiera sabían hasta hace pocos días de la existencia y las actividades de Fandrich en la década de los cuarenta…






Los movimientos de las cuentas bancarias de la Unión Alemana de Gremios

Las cuentas bancarias de la Unión Alemana de Gremios en Argentina, de las que tanto se ha hablado en la prensa mundial hace pocos días, ya fueron minuciosamente peritadas en el marco de una causa judicial en el año 1941. 

Esa fue la causa N° 12.139, del juzgado de instrucción N° 10 (actual N° 6) de la Capital Federal, a cargo del juez Ramón F. Vázquez (Secretaría N° 67 a cargo del Dr. Barberis). 

Lo bueno es que ese informe pericial, a cargo de los contadores M. Vodanovich y J. Carbone, todavía puede consultarse en el Archivo de la Cámara de Diputados. Como puede verse en los mismos documentos, se cotejó información del Banco Central de la República Argentina, los libros contables secuestrados en la UAG y los registros del Banco Germánico. Todos coincidieron. 

Sería bueno ver, entonces, que dice este informe oficial sobre los miles de millones de Euros (actuales) que supuestamente los nazis lavaron vía transferencia a la cuenta N° 2 del Schwaizerische Kreditanstalt de Zürich, Suiza. Ya que si ese dinero ingresó ilegalmente para ser blanqueado, el mismo debería figurar en los giros hacia el mencionado banco:

Transferencias al Schwaizerische Kreditanstalt de Zürich – para la cuenta N° 2 del ´Bank der Deutschen Arbeit Berlín´. Francos suizos

Solo hay dos movimientos hacia Suiza:

14 de julio de 1939: DAF $ 5.432,20 ….. $ 5.332,64 m/n (cotización $ 1.0186 fs. = $ 1 m/n) Cotización en dólares a julio de 1939:  $4,3235 por lo que la transferencia equivales a $ 1.233,10 dólares estadounidenses de 1939, que representan $ $22.633,90 dólares estadounidenses del año 2020.
21 de agosto de 1939: UAG $ 4.239,67….. $ 4.154,43 m/n (cotización $ 1.020 fs. = $ 1 m/n) Cotización en dólares a julio de 1939:  $4,3235 por lo que la transferencia equivale a $ 960,89 dólares estadounidenses de 1939, que representan $17.637,41 dólares estadounidenses del año 2020.

Y un tercero hacia Berlin:

18 de agosto de 1939: Transferencia por vía aérea para la cuenta Die Deutsche Arbeitesfront. Berlín – Reich Marks. 1.278,45…… $ 1.231,20 m/n (cotización $ 1,0383 RM. = $ 1 m/n)

Cotización en dólares a julio de 1939:  $ 4,3310 por lo que la transferencia equivale a $ 284,27 dólares estadounidenses de 1939, que equivales a $5.217,86 dólares estadounidenses del año 2020.


Más detalles sobre los documentos que prueban estos movimientos, detalles de saldos en diferentes fechas y otros movimientos locales


“La presenta cuenta corriente, que lleva el N° 4063, se abrió el 14 de agosto de 1939 por medio de un depósito inicial de $ 6.579,30 m/n, que se descompone de la siguiente manera: efectivo $5.500,00 m/n; cheque Banco Germánico $ 189,20 m/n; cheques otros bancos $ 890,10 m/n”

“En septiembre de 1939 se acreditaron en la cuenta de la UAG $10.063,65 m/n provenientes de la venta de $10.000,- m/n (Nominales de cédulas hipotecarias argentinas)”

El informe pericial hace la salvedad que, como esta cuenta se abrió el 14 de agosto, no existe débito destinado a la compra de esos títulos, por lo que debieron venir (esos fondos) desde fuera de la institución.

“Por otra parte aparecen dos depósitos (por $10.000 m/n y $7.200,85 m/n) por transferencias de las cuentas “P” y “D” de plazo fijo y caja de ahorro respectivamente correspondiente a la Deutsches Botschaft (embajada de Alemania) por un concepto que se desconoce. Y por último un depósito en efectivo de $10.000,00 m/n del 28 de febrero de 1940, que por su importancia se desconoce el concepto y cabe destacar”.

Movimientos de las cuentas corrientes posteriores a marzo de 1940

Saldo al 21 de marzo de 1941 $150.193,11 m/n. Vale la pena destacar que los libros contables secuestrados en el marco de la causa son confiables, ya que para la misma fecha declaran: $ 150.313,11 m/n (la diferencia es achacada por los peritos a alguna operación sin asentar). 
Con posterioridad a esa fecha se estableció la conformación de dos plazos fijos por $50.000,00 m/n, en el Banco Germánico y el Alemán Transatlántico respectivamente 
Según el Banco Central de la República Argentina se registraron las siguientes operaciones de débitos o pagos realizados:

“Agosto 18 de 1939: Transferencia por vía aérea para la cuenta Die Deutsche Arbeitesfront. Berlín – Rm. 1.278,45…… $1231,20”

“21 de agosto de 1939: Transferencia por vía aérea para la cuenta del Schwaizerische Kreditanstalt de Zürich – para la cuenta N° 2 del ´Bank der Deutschen Arbeit Berlín. Francos suizos $4.239,67……….$ 4.154,43”

“1 de septiembre de 1939: Cheque al portador $5.000,00”

“11 de diciembre de 1939: Cheque Deutsche La Plata Zeitung que depositó en el Banco Alemán $ 682,75”

Únicas personas autorizas a girar en nombre de la UAG en las cuentas del Banco Germánico

Franz Hartmann, Eckart Neumann, H. Schultz, Erwin Schriefer (president), Fleischer. Todos menos Schultz tenían cargo en la UAG

Fondeo del DAF – UAG

Veamos ahora la fuente de financiamiento de la institución, es decir el aporte de los propios afiliados en números reales: marzo 1940 - marzo 1941



Egresos de dinero: marzo 1940- marzo 1941



Resultado $ 81.422,11 m/n Cotización marzo 1941: 1 U$d = $ 4,3283 m/n
Este dinero equivale a $ 18.811,56 dólares estadounidenses de la época, que llevado a dinero actual (2020) es $ 349.147,45 dólares estadounidenses.

Referencias: 
  • Cotización franco suizo: 1939 – 1941 https://www.measuringworth.com/ 
  • Cotización del dolar estadounidense años 1939 a 1941 http://www.billetesargentinos.com.ar/articulos/cotizacion.htm
  • Evolución del valor del dolar estadounidense año 1939 en adelante https://www.dollartimes.com/
  • Documentos citados: Archivo de la Cámara de Diputados. CIAA. Causa N° 12.139  juez Ramón F. Vázquez (Secretaría N° 67 a cargo del Dr. Barberis). Informe de los contadores públicos Mateo Vodanovich y Javier Carbone./ CUERPO: Informe del estado de cuentas bancarias de las Embajadas de EE.UU, Inglaterra y Alemania.1.3.5. Informes - Justicia.

A continuación se reproducen las tres páginas más importantes del documento:








El primer amigo nazi de Perón

El hecho de que Perón tuvo varios amigos nazis muy consustanciados con la causa hitlerista no es ninguna novedad. Seguramente Ludwig Freud fue el más importante de ellos. 
Para 1936, el entonces mayor Juan Domingo Perón fue destinado al codiciado puesto de agregado militar ante el Gobierno de Chile; así fue que el joven oficial y “Potota” Tizón, su primera esposa, se radicaron en Santiago. 

De acuerdo al historiador Adrian Pignatelli, autor del excelente libro “El espía”, al cual ya nos referiremos en este blog en el futuro, el siempre sonriente agregado argentino pronto cautivó a gran parte de la sociedad chilena. El empresario alemán August Siebrecht, presidente del Club Alemán y de la Cámara de Comercio Chileno-Alemana, pronto se convirtió en una persona cercana al futuro general; incluso se dice que formó parte la red de espías que el argentino estaba comenzando a montar por aquellos tiempos en Chile. 

Imagen compartida por la señora Carolina Cancino, nieta del General Ramón Díaz a la derecha del mayor Perón.
Pignatelli entrega en su libro varios datos sobre Siebrecht: Nacido en 1898 en Hessen, llegado a Argentina en 1927 a bordo del vapor “Vera” y radicado en Chile en 1932. Se desempeñó allí como presidente de la AEG, por lo que no hay duda de que era un tipo importante. Se dice que espiaba para el servicio secreto alemán, como tantos otros empresarios en Argentina para aquellos años. 

Pero se pueden recopilar aún más datos sobre este personaje. Revisando los archivos del partido nacionalsocialista, vemos que hay más información. Siebrecht era miembro del NSDAP chileno, no del grupo de chilenos fascistas, sino de la célula local del partido de Hitler, el Landesgruppe. Su número de carnet era el 2141221, se afilió el 1 de octubre de 1934 y según el partido nació en la ciudad de Kassel . Su domicilio era la Av. Ricardo Lyon 127, Santiago (actual París Plaza Lyon). 

Perón dejó Chile antes de la guerra, justo a tiempo para “despegar” del grave episodio del espionaje. Siebrech tuvo grandes problemas para 1945, cuando fue deportado a Estados Unidos, pero el futuro presidente argentino no se olvidó del nazi caído en desgracia. Allegados muy cercanos a Perón rescataron al alemán de su celda americana, quien así logró reingresar a la Argentina en 1947. 

Perón con el personal de la Embajada de Argentina en Chile, Adrian Pignatelli.
¿Qué hizo Siebrech una vez a salvo en Argentina? Se fue a trabajar a la empresa Capri, propiedad de Carlos Fuldner, donde tendría de compañero de trabajo a un tal Adolf Eichmann

El 3 de junio de 1954, el famoso piloto de Stukas Hans Ulrich Rudel solicitó certificado de buena conducta para viajar a Alemania y a Brasil (San Pablo). En aquella oportunidad mencionó como personas conocidas a E. Fritsch y Dr. Augusto Siebrecht, domiciliado en French 3085, Capital Federal.

Esquema de organizaciones alemanas en Argentina

El siguiente organigrama muestra a las entidades germanas en Argentina, dependientes de la Embajada de Alemania y totalmente penetradas por elementos nazis. 
El mismo logró reconstruirse gracias a información existente en la División Investigaciones de la Policía porteña. Data aproximadamente de los año 1940/1.

Prohibida su reproducción parcial o total sin autorización del autor.


El partido nazi en Argentina

El paso del partido nazi (NSDAP) por Argentina está bastante bien documentado en los diferentes archivos nacionales en los que he navegado a lo largo de los años. El Landesgruppe Argentinien creció al ritmo de la expansión hitlerista en Alemania y otras naciones, llegando a ser el tercero a nivel mundial, luego del austriaco y el de Brasil. Aunque esto pareciera enorme, no superó los 2.600 miembros activos. Pero eso era el partido propiamente dicho. Los nazis penetraron largamente su comunidad a través de basta y heterogéneas organizaciones de todo tipo (La mayor de ellas la D.A.F o U.A.G). Desde 25 de mayo 145, un par de pisos por debajo de la embajada, se controlaban múltiples entidades de cualquier tipo (hasta coristas y deportivas) para de esa forma alcanzar a las 250.000 personas de habla germana que vivían en el país. Esta cifra incluye a los hijos de alemanes, educados y criados como si estuvieran en el Reich. 

El NSDAP dejó varias “postales” de sus actividades, restringidas y camufladas luego de la prohibición decretada por el Gobierno argentino en 1938. Luego de esta fecha, el partido siguió funcionando tras bambalinas con la denominación de Federación Alemana de Beneficencia y Cultura. 

El Landesgruppe (grupo de país) se dividía a su vez el Orstgruppe (grupos locales), que contaban con su propio jefe y cuadros directivos. En los lugares más remotos, en los cuales los alemanes de todas formas deseaban formar una célula, estos núcleos de nazis se denominaban Stütz Punkt, punto de apoyo, que de todas formas también contaba con un Führer o líder que debía reportar a las autoridades del partido

Este gráfico fue realizado por el Orstgruppe Belgrano, del norte de la Capital Federal. Nótese el sello del original del NSDAP. Allí podemos ver el Landesleitung central y las diferentes células. Es interesante notar que Avellaneda se dividía en tres: Dock Sud, Piñeyro y Valentina Alsina.

En Misiones, donde la población de súbditos del Reich era muy numerosa, existían los Ortsgruppe de El Dorados y  Montecarlo, pero lugares más pequeños como Apóstoles y Colonia Liebig tenían su Stütz Punk y su Führer en el famoso doctor Robert Suntheim. Ya habrá tiempo de volver sobre este personaje y su pequeña dictadura en el norte argentino… 

Estos hombres no reconocían autoridad alguna que estuviera fuera del partido, aún viviendo en Argentina o en cualquier otro país. Según los documentos secuestrados a la células de Belgrano, la única escala de valores posible era:
  • Der Führer (el Führer A. Hitler)
  • Reichsleitung (el partido en el Reich R. Hess)
  • Auslan - Abteilung (la organización del NSDAP para el exterior, liderada por E. Bohle)
  • Ausland Kommissar Südamerika
  • Landesgruppe Argentinien
  • Ortsgruppe
Veamos algunas de estas postales:

El mismo Orstgruppe Belgrano que confeccionó el gráfico anterior, aquí puede verse desfilando con motivo de la celebración del aniversario de la toma del poder por Adolf Hitler.


En la imagen precedente, publicada por la prensa nazi local, vemos un discurso en Belgrano con la presencia de Heinrich Volberg, uno de los nazis más acérrimos que pisó el Río de la Plata, y del Landesleiter (líder nacional) Alfred Müller.


La imagen precedente, también publicada por la prensa nazi, como por ejemplo la publicación Der Trommler (el tamborilero), muestra la sección deportiva, la de señoritas y de exploradores del partido nazi desfilando en la localidad de Burzaco, ubicada algunos kilómetros al sur de la ciudad de Buenos Aires. 

Aquí, también en Burzaco, observamos la Langemarck-Marsch (rememorando el 10 de noviembre de 1914) en 1937, destacando al fondo los estandartes argentinos y las esvásticas.

"Wilhelm Gustloff Heim" reza el cartel en El Dorado, Misiones, dónde un grupo de entusiastas nazi llamó así a su "casa" de reuniones en honor al mártir nazi. Debajo, un grupo del "círculo de jóvenes" está reunido bajo la atenta mirada de un instructor de botas altas y correajes de cuero, al mejor estilo de las S.A.


En Flores, Capital Federal, estaba otro de los Orstgruppe. También un 30 de enero festejando el aniversario del ascenso de Hitler a la Cancillería.





El líder del partido en Argentina, Alfred Müller, dando un discurso en La Plata. En la fotografía siguiente vemos a su audiencia concentrada.



Stütz Punk de Posadas, en con motivo de los festejos del 30 de enero y la visita de personalidades del partido.


Quilmes, al sur del Gran Buenos Aires. 


Villa Ballester, centro nazi del cual he hablado en este blog largamente



Actos de los nazis en el Luna Park de Buenos Aires, 1938. De estos actos existen grandes cantidades de imágenes recorriendo internet. Debemos remarcar que no se trató de un acto del partido nazi, como se suele decir, sino de la comunidad alemana toda, o al menos de su gran mayoría nacionalsocialista. 

Fuente: Archivo General HCDN. CEIAA. 


Nazis en el Cono Sur: una aproximación a partir de dos lecturas

Por Antonio Bernárdez Sobreira

«Guerra. Nazis. Argentina. Décadas de escuchar fábulas, la mayor de ellas que Adolf Hitler acabó sus días tranquilamente mirando el Mar Austral desde la costa del golfo de San Jorge. Nada lo prueba, pero sí es cierto que en Comodoro Rivadavia, la mayor ciudad de la Patagonia, vivió un sosias de Hitler –Alexander Schikorr- que participaba en las actividades de los nazis de la zona, numerosos y descarados»
(Xavier Alcalá en el prefacio de Nazis en las sombras, p.13).

Alexander Schikorr (foto cortesía de Xavier Alcalá).

El veterano novelista gallego Xavier Alcalá viene de publicar recientemente, en lengua gallega, la obra The Making Of, que narra la historia de un emigrante galaico en la Argentina de los 30 y 40 mediante la combinación de dos planos: la biografía novelada de un personaje real y el proceso de investigación y construcción de dicho relato, que se remonta al final de los años 80. Para el historiador, la novela puede ser de gran interés por la detallada reconstrucción del marco político y social de la época, en especial en lo relativo a la presencia nazi en el gran país austral, su implantación social, sus redes de espionaje y delictivas, en particular en la Patagonia y el entorno de Comodoro Rivadavia. En este sentido, además de las aportaciones propias recogidas (de forma importante pero no exclusiva) de personas vinculadas a la emigración (en especial de Manuel Antonio Rey Flórez, fallecido antes de publicarse el libro y quien hizo un ingente trabajo de archivo en fuentes policiales y judiciales que constituye la base documental de la novela), Alcalá es tributario también de las investigaciones del historiador argentino Julio B. Mutti, quien, y dentro de una obra más amplia, en 2015 publicó Nazis en las sombras, donde reconstruye las actividades clandestinas alemanas durante el período bélico, fundamentalmente las relacionadas con el espionaje y el apoyo logístico a la causa del III Reich.

No es nuestra intención (ni es el lugar adecuado) hacer una reconstrucción exhaustiva de todos los aspectos históricos explicitados por ambas obras y sobre los cuales hay abundante publicística en el País Austral. Antes bien, a partir de la lectura comentada de pasajes de The Making Ofy Nazis en las sombras, sí que queremos poner en valor la reconstrucción de la memoria de la implantación nazi en la Argentina, más allá de las teorías conspirativas relacionadas con la acogida de refugiados del Reich, en especial criminales de guerra, sujetas a una vieja controversia.

En este sentido, pretendemos destacar aspectos como la presencia germana y su actividad pro-nazi en el contexto previo a la guerra, el peso de la colonia alemana en la Argentina contemporánea o la construcción de redes de apoyo al III Reich.

La presencia alemana en Argentina creció exponencialmente a lo largo de los siglos XIX y XX (1). Así, si en 1869 según los censos estaban registrados 4.989 alemanes, en 1895 ascendían a 17.143, contabilizándose 26.995 en 1914. Germán C. Friedmann constata, de todas formas, que los dos últimos recuentos daban cuenta solamente de los naturales del Reich, obviando a sus vástagos y a aquellos que siendo germano-hablantes se consideraban alemanes, destacando los llamados «alemanes del Volga» (Wolgadeutschen), presentes en el país desde 1878. Por lo tanto, el número de personas de habla alemana en la Argentina podría ascender en 1914 a unas 100.000, con un incremento posterior hasta aproximadamente 300.000 (Mutti habla de unos 250.000), tras las oleadas inmigratorias del período de Weimar y el inicio del régimen nacionalsocialista, que incluyeron «alemanes» procedentes del propio Reich, Austria-Hungría, Rusia, EE.UU, Brasil o las antiguas colonias, en el caso de los EE.UU o Brasil relacionado ello con el resentimiento con aquellas naciones que participaron en la humillación del Imperio, lo cual decantó Argentina como un destino atrayente. En palabras de Mutti (p. 24):

«Una vez firmado el armisticio y restablecidas las líneas trasatlánticas, el puerto de Buenos Aires se vio inundado de alemanes, a tal punto que en la década siguiente los germanos representaron la tercera lengua inmigrante detrás de españoles e italianos (…)».

De esta forma, en los años 30 y 40 el nazismo disponía de un buen humus para el cultivo de sus actividades de implantación en el Cono Sur, a lo que hay que añadir el peso cualitativo de la presencia entre los ingresados de militares licenciados, funcionarios o pequeño burgueses arruinados (Mutti, p. 25).

En las páginas 20 y 21 de The Making Of, Alcalá aporta una significativa descripción de ese humus sociopolítico presente en la Patagonia de finales de los 30 y principios de los 40:

«Había catro petroleiras: a arxentina, a alemá, a inglesa e a holandesa. Os milicos arxentinos eran claramente filonazis, o Goberno apostaba por Alemaña e Hitler empezou invadindo Holanda e bombardeando Inglaterra… Xa me dirás como caeu a cousa aquí. Nas empresas había europeos de todos os países (…). Cada petroleira tiña a súa propia cidadiña, con escola, hospital, igrexa, teatro, economato, confitería… Parecía que vivían aparte os alemáns e os outros, pero todo o mundo coincidía no centro de Comodoro para certas cousas (…)».

A ello habría que unir las otras poblaciones inmigrantes susceptibles de simpatizar con la causa hitleriana (Alcalá, pp. 58-59):

«O amigo de Comodoro mandáralle documentos sobre os nazis; ficaran en facer un percorrido polo Chubut tocando en estancias de vascos, de alemáns e colaboradores destes: croatas, bóers, holandeses, belgas, ucraínos e croatas, bóers, holandeses, belgas, ucraínos e “demais canalla partidaria do Reich“».

Desfile nazi en Astra (Comodoro Rivadavia, foto cortesía de Xavier Alcalá) (2).

Argentina como país de aluvión con una economía mundializada y con una cierta naturaleza neocolonial, no podía, por lo tanto, permanecer al margen de la conflictiva situación política contemporánea. Mutti señala como ya desde 1918 y en diversas entidades sociales germanas (clubs, tabernas…) se desarrollaron «tumultuosas asambleas populares (Volksversammlungen)» así como que desde muy temprano (y antes del ascenso del partido nazi) ya había contactos entre militares argentinos «con elementos del Ejército regular alemán, de reminiscencias nacionalistas», enmarcados dentro de una labor de asesoramiento y adiestramiento iniciada ya antes de la Gran Guerra (Mutti, p.25). Es de destacar el hecho de que esa presencia de militares germanos posibilitase la utilización de Argentina como «refugio (…) para forajidos de los Freikorps» (Mutti, p.26). Por otro lado, en el convulso contexto de Weimar, los recursos de las comunidades alemanas en el extranjero eran muy codiciados para su empleo en la financiación de las campañas electorales del emergente y fulgurante NSDAP, con lo que fueron intensas las actividades para captar militancia entre los emigrados, para lo cual fue fundamental inicialmente el concurso de trabajadores de las compañías navieras, vinculados con la «izquierda» del Partido (Mutti, pp. 26-27). Más tarde, establecido el Régimen, una oficina específica del NSDAP, la Auslandorganisation(AO), se encargaría de «aglutinar a todos los nazis en el extranjero y, a partir de la reorganización de la política exterior bajo la visión cosmopolita del nacionalsocialismo, a todos los súbditos del Reich» (Mutti, p. 27).

Alcalá describe esa situación en las páginas 38 y 39, y como estas redes sirvieron después para acoger a los criminales de guerra refugiados tras la derrota:

«(…) a colonia alemá de Comodoro seguiu recadando moito diñeiro para o Reich, ata que as cousas se puxeron negras en Europa e falouse de <>. Daquela os grupos de apoio aos nazis gardaron a recadación para os camaradas que acabaron inmigrando baixo o amparo de Perón. Hóuboos alemáns e colaboradores dos nazis como os croatas.

Aeroclub alemán Condor, gentileza G. Lorenz


De todas formas es de justicia afirmar que en la comunidad germana no había un consenso alrededor de la fidelidad al régimen hitleriano, comenzando por el propio empresariado argentino de origen alemán, reticente según Mutti (p. 32) a participar de la demagogia antisemita, aunque también es cierto que el mismo autor señala una progresiva purga de los trabajadores judíos desde 1936.

Por otro lado, y pese a las simpatías evidentes de una parte de las élites políticas y militares argentinas, las actividades nacionalsocialistas en el país fueron progresivamente restringidas, habida cuenta de lo que se consideraba alta peligrosidad de las mismas , tanto en su vertiente política como social e incluso educativa y en especial tras la manifestación de fuerza del Luna Park en 1938. En este contexto de temor y desconfianza hay que contextualizar el llamado «Affaire Patagonia»: la publicación de un supuesto plan de invasión de parte del territorio nacional, por parte del diario Noticias Gráficas (Mutti, p.41 y ss.). Un decreto de 1939 prohibió las franquicias del Partido Nazi y del Frente Alemán del Trabajo en suelo argentino, aunque pronto nacería una Unión Alemana de Gremios que daría cobertura a la organización local del NSDAP. El golpe militar de 1943 , abriría definitivamente la puerta a la ruptura con el Eje y el alineamiento con los aliados en la Guerra Mundial, pese a que inicialmente pudiese parecer lo contrario, aunque con el posterior ascenso de Juan Domingo Perón, se forjaría la historia (en parte incentivada por el Departamento de Estado norteamericano y en parte fidedigna) de la cooperación con la red de refugiados de la debacle nacionalsocialista .

Notas
(1) Los datos demográficos proceden de Germán C. Friedmann (2010): «Los alemanes antinazis de la Argentina y el mito de las dos aldeas», Revista de Historia Contemporánea, nº 77, pp. 205-226.
(2) Adjuntamos en este texto varias fotos facilitadas por el escritor Javier Alcalá quien explica su procedencia en la página 80 de la propia novela, a partir de unos negativos que aparecieron en una escombrera y que pertenecerían a un fotógrafo alemán de la YPF. Copias de estas fotos aparecen en diversos fondos documentales argentinos como el Archivo de la Honorable Cámara de Diputados.

Embajada del Reich y residencia del embajador


Julio B. Mutti 
© Todos los derechos reservados

Prohibida la reproducción de texto o fotografías sin autorización expresa del autor

Hace algunos días tuve la suerte de ser invitado a dar una charla en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. El motivo fue la reciente publicación de mi libro sobre el embajador Eduardo Labougle y su misión en la Alemania de Hitler: "En el ojo del huracán".

Uno de los temas que se tocaron, durante la charla de tres horas, fue la localización exacta que tenía la Embajada de Alemania en Buenos Aires durante los años del nazismo. Debo mencionar que existe alguna confusión sobre este tema.

Edificio del Bco. Germánico, entrada por 25
de Mayo. Centro porteño en la actualidad
En mis libros me gusta mencionar que la sede de la embajada era 25 de Mayo 145 sexto piso, edificio del Banco Germánico. Esto es así, indudablemente, aunque si nos basamos en las guías diplomáticas del Ministerio de Relaciones Exteriores, la entrada oficial era la de Leandro N. Alem 168; el mismo edificio, pero referenciando la entrada que da a la mencionada avenida porteña. La referencia a la entrada por la calle 25 de mayo surge de los cientos de testimonios de los mismos alemanes de aquella época que existen en varios archivos. Por ejemplo, recuerdo en este momento que en las más de dos mil fojas judiciales de la causa contra los espías, todos hicieron referencia “25 de Mayo 145” como el “local” de la embajada. Esto pudo estar sujeto a que un par de piso por debajo de la representación funcionaban varias organizaciones nazis, entre ellas el mismo partido, y es sabido que NSDAP era omnipresente en cada organismo o aspecto de la organización de la comunidad alemana. De todas formas sigue siendo el mismo edificio del Banco Germánico.

La mayor confusión está dada por la enorme casa de la calle Quintana 161, en el hermoso barrio de recoleta, el “Palacio Balcarce”. Muchos libros mencionan como la sede de la embajada este último edificio. En realidad se trata de un error, ya que en realidad la casona fue destinada como residencia del embajador.

Dirección y teléfono de la Embajada de Alemania acreditados en la Cancillería. Guía Diplomática de 1942

En el Archivo del MRE existe una carpeta con varias fojas que ponen bastante claro esta afirmación (*). Se trata del expediente 18/1936, siendo la nota que inicia el expediente un telegrama de Eduardo Labougle de julio de ese año (telegrama cifrado 979 del 15 de julio de 1936). El diplomático argentino informaba a su gobierno que los alemanes solicitaban eximición de impuestos para la futura adquisición de una residencia para su embajador.Thermann había sido "ascendido" durante ese mismo tiempo de ministro a embajador y probablemente quería premiárselo con una nueva y muy espaciosa casa.


Palacio Balcarce en la actualidad
Alemania adquirió el Palacio Balcarce en enero de 1937 por la suma de $300.000 pesos. El 13 de enero, el embajador von Thermann pedía formalmente por nota 4/37 que el Estado argentino eximiera al alemán del pago de los impuestos relacionadas a la transferencia del inmueble y demás impuestos nacionales. El gobierno de Hitler pedía un tratamiento recíproco al recibido, meses antes, por Argentina cuando el Palacio Staudt, donado por el empresario homónimo, pasó a ser sede de la representación argentina en Berlín. Dicha exención fue otorgada por el Ministerio de Hacienda, aunque según consta en el expediente 818/H/1937 de la Administración General de Contribución Territorial de la Nación, el dueño anterior, señor José González Balcarce, fue notificado para cancelar dos cuotas de impuestos adeudadas.
Según el mismo expediente mencionado, la valuación fiscal al momento de la venta era de $520.000 (circunscripción 20, partida 1784).

En todas las fojas del mencionado expediente se aclara que la propiedad se adquiere para uso de residencia del embajador.

Ambos edificios, tanto el del Banco Germánico, sede real de la embajada, como la residencia del embajador en Quintana 161, siguen en pie y en excelentes condiciones de preservación.

En 25 de mayo 145 (o Alem 168) funciona una dependencia del Ministerio del Interior. En Quintana 161 funciona un restaurant y la sede del Centro de Oficiales de las Fuerzas Armadas.

El COFA, en su sitio de internet, nos ilustra un poco sobre la historia del Palacio Balcarce: “La casa fue propiedad del Sr. José González Balcarce y de Dña. Rosa Aguirre Anchorena de Balcarce, quienes iniciaron su construcción en 1913 finalizándola en 1916 bajo proyecto del Arquitecto británico Walter Basset Smith. Su diseño se inscribe en la Arquitectura Ecléctica, en boga en nuestro país entre los años 1880 y 1940 en los que este adquirió su conformación europeizada. Los González Balcarce constituían una familia de nobleza patricia, estando relacionada con el Gral. San Martín, quien fuera padrino de bautismo de Don José Patricio González Balcarce, padre del primer propietario de este solar. Esta casa, aproximadamente 20 años después, fue adquirida a sus primeros propietarios por la República de Alemania para residencia de su Embajador. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, la Argentina se incautó del edificio. Esta construcción, de estilo Eduardiano se conserva dentro de sus características originales, siendo un reducto de refinado gusto estético, complementado con los adelantos del confort moderno.”


Y hablando de oficiales argentinos de las FFAA, nos cuenta Uki Goñi en su libro “Perón y los Alemanes”: “El 31 de mayo de 1945 (…) funcionarios británicos y estadounidenses fueron invitados a la apertura de la residencia del embajador alemán en la calle Quintana 161 (…) Nosotros ya estuvimos adentro anoche, susurró sorpresivamente uno de los diplomáticos argentinos en el oído de un colega cuando iban entrando en la residencia… Había un fichero que guardaban los alemanes con tarjetas individuales anotando las concurrencias de los visitantes argentinos de la embajada. Noté que habían sido removidas varias tarjetas, obviamente la de los militares argentinos que alguna vez habían sido huéspedes de la embajada”.

Muchos de esos huéspedes gobernaban la Argentina en ese momento, y hubiera sido bastante molesto que se hallaran sus nombres en el fichero mencionado.
Thermann debió retornar a Alemania en febrero de 1942 luego de verse envuelto en un escándalo de espionaje y actividades impropias de un diplomático; algo que narro estensamente en mi libro "Nazis en las sombras". El Tercer Reich ya no tuvo un embajador. Otto Meynen, encargado de negocios y segundo de Thermann, se hizo cargo de la representación. Meynen y su mujer Margret vivían sobre la calle R. de Elizalde.

Con respecto al hermoso edificio del Banco Germánico podemos decir que está ubicado en plena city porteña, justo donde la vieja y angosta calle 25 de mayo se reúne con Bartolomé Mitre, apenas a unos 150 metros de la Casa Rosada. Una edificación prolijamente revestida en granito y piedras calcáreas. El estilo de marcada influencia alemana y un aire art déco son inconfundibles, aunque para los distraídos transeúntes no sea muy diferente a los interminables edificios centenarios del centro de Buenos Aires. El talentoso arquitecto alemán Ernesto Sackmann fue el encargado del proyecto del Banco Germánico, inaugurado finalmente en 1928. El mismo hombre que realizó algunas otras obras características del centro porteño también relacionadas a la comunidad teutona, como el edificio Lahusen o el Banco Transatlántico. Sackmann aprovechó astutamente la barranca donde se hallaba antiguamente el Río de la Plata, dando origen así a un edificio de ocho pisos sobre la calle Alem y uno de cuatro sobre 25 de mayo.

El Banco Germánico apenas ocupó el subsuelo, la planta baja, el primero y el octavo piso. El resto del enorme edificio, rebosante de bronce y provisto de elegantes escaleras con barandas de hierro forjado, sería destinado a oficinas de alquiler. Pero no cualquiera iba a poder rentar una oficina en aquel formidable lugar de más de 1900 metros cuadrados que los alemanes habían levantado en pleno corazón de Buenos Aires. El sexto piso fue prontamente ocupado por la entonces Legación de Alemania. Para el año 1933, el simpatizante nazi y miembro honorífico de las SS, Edmund von Thermann, se hizo cargo de dicha representación. Para ese momento, la legación no había alcanzado el rango de embajada. Desde su amplio despacho, Thermann comenzó cobijar en el edificio a todo tipo de organizaciones alemanas, siempre y cuando respondieran a los preceptos del hitlerismo, por supuesto. Aquella vieja estratagema que abogaba por la unión del partido y el Estado no tardó en manifestarse también en Buenos Aires; el NSDAP, el partido nazi local, pronto se instaló apenas unos metros por debajo del Thermann. El listado de organizaciones alemanas (totalmene dominadas los por los nazis) que funcionaba en 25 de mayo 145 es realmente muy amplio.
 
(*) Agradezco a Marcia Ras, docente UBA, por el trabajo en archivo del MRE.