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Este blog tiene como objetivo describir hechos históricos. Bajo ningún concepto se tratan temas políticos. La aparición de cualquier imagen o fotografía relacionada a regímenes totalitarios es puramente ilustrativa y relacionada a temas históricos tocados en el sitio.

La tumba de un "nazi" ¿escondida en Totoras?

 Artículo escrito por el profesor Diego Bocco


Principios de abril.

Agustín, alumno de la escuela rural EFA de Totoras, hizo una pregunta “inquietante” en medio de una clase de Totalitarismos y Autoritarismos en Europa: - “…Yo estoy viviendo en la estancia La Germania… ¿Tendrá algo que ver la tumba que hay ahí en el monte, en medio de los pastizales? Tiene un apellido raro… Es a quinientos metros, más o menos, de donde vivimos”. Una semana después, Candela, la hermana de Agustín procedía con la misma pregunta.

Siempre escuché de los “viejos” de Totoras, cuando era chico, de la supuesta presencia de alemanes que se refugiaron en campos de la región tras la guerra. Incluso que Hitler se habría protegido en la estancia Los Leones un tiempo, en Clason. Siempre es difícil, y también injusto, etiquetar de cualquier manera y sobre todo partiendo de un prejuicio. Ni hablar si el tema tiene que ver con una “identidad/afinidad política”. En el caso del nazismo la cosa se hace más compleja todavía. La pregunta del título es tendenciosa y también amarillista. Me la permito hacer mientras se desanda el camino a una respuesta provisoria.

Para acercarnos a la cuestión está bueno preguntarnos, en cambio, quienes fueron ANASTASIUS NORDENHOLZ, ANITA NORDENHOLZ (su hermana) y ALFRED PLOETZ.

El padre de los Nordenholz se llamó Guillermo Federico (Nordenholz), fue cónsul de Prusia y dueño y creador de la estancia La Germania, ubicada a pocos kilómetros de Totoras, entre Clason y Las Rosas. Se estableció en Buenos Aires en 1850, y una década después adquirió campos para establecer la estancia en un espacio cercano a las 5.500 hectáreas. En un plazo de quince años el tamaño se triplicó. El cónsul falleció en 1912 y el condominio de la propiedad quedó, hasta 1938, en manos de sus tres hijos: Anastasius, Ángela, y Anita.

Anastasius Nordenholz, el único hijo varón del cónsul, nació en 1862. En Europa trabajó como profesor y como periodista, y acá en el país como científico y como granjero. Llegó a Berlín en 1888 para hacer sus estudios universitarios y ahí mismo se unió a la Asociación de Estudiantes Alemanes. Esta agrupación tenía como principios a la “germanidad”, a la “monarquía” y al “cristianismo”. A finales de la década no solo era antijudía, sino también extremadamente “nacionalista”.

Pero volvamos a Anastasius. En varios sitios web norteamericanos se lo menciona como el padre de la Cienciología, una religión moderna que tiene entre sus adeptos a John Travolta y a Tom Cruise, pero que en tiempos de Anastasius, el eje rector era el conocimiento. Si bien el fundador de dicha iglesia fue un norteamericano llamado Ron Hubbard, Nordenholz acuñó el término.

En Alemania, Anastasius Nordenholz fue amigo y “apoyo financiero” del médico ALFRED PLOETZ (creador del concepto de Higiene Racial) con quien publicó en 1904 la “Revista de las Razas y de la Biología Social”. Al año siguiente fundaron la Sociedad para la Higiene Racial y Alfred Ploetz se casó, en segundas nupcias, con ANITA NORDENHOLZ. Ploetz y Anastasius se convirtieron en cuñados. Uno de los propósitos de Alfred Ploetz era “salvar a la raza nórdica”. Afirmaba que “el apoyo a los pobres debe ser mínimo y solo darse a las personas que ya no tienen ninguna influencia en el cuidado de sus crías. Este y otros sentimentalismos humanos, como el cuidado de los enfermos, los ciegos, los sordos y los mudos, de hecho, de todos los débiles, solo obstaculizan o retrasan la eficacia de la selección natural.” Alfred Ploetz pretendía una “selección de genética sana y de alta calidad”. En el año 1933 escribió un artículo con elogios a Hitler, señalándolo como el hombre “que, a través de su fuerza de voluntad, está sacando la higiene racial alemana de la maleza”. Tres años después Hitler lo nombraba como profesor, por su trabajo e influencia en el desarrollo del Tercer Reich.

Si volvemos a Argentina, a la estancia La Germania y recorremos su historia, encontramos en un artículo periodístico de los años ´40, (colección del dueño actual de la estancia, Darío B.) que el padre de Anastasius y de Anita, recibió en Clason a figuras como el príncipe Ferdinand de Hohenzollern, al ex zar Ferdinand de Bulgaria, y al mismo presidente Julio Argentino Roca. Nada subestimable la importancia e influencia de los Nordenholz.


Anastasius Nordenholz murió en Argentina en 1953. A pesar de su labor administrativa en la estancia, siguió viajando a Alemania hasta poco antes de su muerte. Alfred Ploetz, el creador de la Sociedad de la Higiene Racial, falleció en Alemania en 1940. Su mujer, Anita Nordenholz, se hizo cargo acá en Argentina de lo que le tocó en herencia de La Germania y fundó la Cabaña y Estancia El Orión, hoy propiedad de la empresa láctea Verónica.

…La respuesta a la pregunta de Agustín y de Candela, con toda certeza es un “SI”. La tumba que está perdida o escondida en el monte… la tumba de Anastasius Nordenholz tiene que ver con la Historia. Lamentablemente, ese monte ubicado a quinientos metros de su vivienda no pertenece ya a La Germania, sino a otro productor que adquirió hectáreas en la zona. Con todo derecho, el propietario eligió resguardar su nombre y también la ubicación de la tumba, alegando que la noticia podría generar visitas desordenas e inconsultas a la propiedad. Más allá de los datos y de la ubicación, lo que crece en latidos, son las preguntas: … ¿Qué pasó con Anita Nordenholz, esposa de Alfred Ploetz, uno de los sembradores de la semilla que germinaría como nazismo? ¿Qué rol tuvo ella después de la guerra y de la caída del régimen? ¿Habrá propiciado asilo a los jerarcas que, como es sabido, tenían recibimiento en la Argentina de Perón? ¿Habrán existido conexiones en otros lugares o propiedades de la región? ¿La historia termina ahí? ¿Por qué las tumbas, en situación de abandono y en un monte perdido, no cobraron la importancia que merecen?

Qué bueno que estas preguntas no son de Agustín y de Candela. No sabría qué responderles...

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