U-Boat Argentina

Este blog tiene como objetivo describir hechos históricos. Bajo ningún concepto se tratan temas políticos. La aparición de cualquier imagen o fotografía relacionada a regímenes totalitarios es puramente ilustrativa y relacionada a temas históricos tocados en el sitio.

Torpedos de un U-boot para el tanquero argentino Victoria

La Cia. Argentina de Navegación Mihanovich Ltda., cuyo director era Alberto Dodero, adquirió en noviembre de 1941 el flamante buque tanque de 7.417 toneladas “Carlantic”, ensamblado por la Cargill Inc, Albany de New York.

Victoria. Uboat.net
El 16 de diciembre de 1941, el “Victoria” dejó el puerto de Nueva York. En la capital de Argentina descargó el petróleo que rellenaban sus bodegas y luego remontó los ríos interiores para dirigirse a Rosario. La ductilidad de sus bodegas le permitió cargar lino que sería exportado en su viaje de regreso a los Estados Unidos. A cada lado des casco llevaba pintadas grandes banderas argentinas y la leyenda Buenos Aires, para que cualquier corsario del Eje se abstuviera de echarlo a pique…
El Orden 21 de abril de 1942
Una hora más tarde, a la 1:45 AM, Schnee disparó otro torpedo G7e para dar el golpe de gracia al buque cisterna, que estalló también a babor entre el puente la torre posterior de cubierta. Finalmente el U-201 salió a la superficie. El comandante había observado luces débiles en la nave antes del ataque, pero, como hemos mencionado, no pudo ver las marcas de neutralidad a través del periscopio y solo las notó después de emerger. Inmediatamente informó de su error al BdU. Schnee alegó en su bitácora que creía que trataba de un buque camuflado de El Salvador, y no así una nave neutral de Argentina. De todas formas a las 06:35 AM el BdU le ordenó retirarse hacia el sur y no volver a atacar.

La tripulación argentina abandonó (...)

(*) La historia completa se narrará en un próximo trabajo del autor


El Litoral 23 de abril de 1942




El Litoral 22 de abril de 1942



Fuentes:
El Litoral
El Orden
Uboat.net
AMRE
KTB 6ta patrulla del U-201
FdU / BdU KTB
Histamar










El hundimiento del vapor argentino Río Tercero

El 22 de junio de 1942 se produjo un hecho que daría mucho que hablar en Argentina. Pasados treinta y cuatro minutos de la medianoche, el solitario vapor “Río Tercero”, perteneciente a la Flota Mercante del Estado (argentino), estalló 120 millas al sudeste del puerto de Nueva York, el que había dejado doce horas antes cargado con 3.500 toneladas de mercaderías. El responsable de la catástrofe había sido uno de los tres torpedos lanzados por un furtivo submarino alemán.
Rápidamente la nave neutral de 4.864 toneladas se fue a pique, llevándose consigo a cinco marineros de nacionalidad argentina. Según los diarios de la época, ellos eran: Clemente Alvarez, Roberto Emilio Giménez, Luis Protto, Angel Elfi y Justino José Aguilar.


El capitán Luis Scalese y treinta y nueve tripulantes quedaron (...)

(*) La historia completá se narrará en un próximo trabajo del autor.

39° 15'N, 72° 32'W – Grilla de la Kriegsmarine CA 5651

El capitán Scalese justo en el centro


Diario El Litoral, 23
de junio de 1942



Río Tercero. Uboat.net

Diario El Orden, 23 de junio de 1942

Fuentes de Información
Diario El Orden
Diario El Litoral
FdU Kriegstagebücher

Segunda Guerra Mundial: FBI desclasificó archivos sobre contrainteligencia en Sudamérica

En junio de 1940, el FBI creó el Special Intelligence Service (SIS – Servicio Especial de Inteligencia) para realizar inteligencia en el Hemisferio Occidental. Especialmente debía ser un servicio de contrainteligencia destinado a desenmascarar las actividades nazis. En 1947, luego de la guerra, una gran recopilación de este programa fue escrito por la oficina federal, siendo recientemente desclasificados sus ocho volúmenes. En ellos se incluye la actividad del SIS en todos los países donde operó.

Clásica esquina de la city porteña,
central del SIS en Argentina
En el caso de la República Argentina, podríamos decir que nada novedoso se ha agregado sobre la historia del espionaje desarrollado por los alemanes en la época del gran conflicto. De hecho existen en ese último país frondosos expedientes judiciales sobre las actividades nazis que son mucho más detallados y extensos. Gracias a los mencionados archivos, en el año 2015 se publicó en Argentina y España el libro "Nazis en las sombras", que relató pormenorizadamente la impresionante historia del espionaje alemán en Argentina antes y durante la Segunda Guerra Mundial.
Lo publicado por el FBI es apenas un resumen de cuarenta y siete páginas.

De todas formas, el FBI nos otorgó algunos detalles interesantes y novedosos sobre el SIS. Algunos se mantenían en secreto o que apenas se conocían: Dicha servicio inició formalmente sus actividades en Argentina el 25 de septiembre de 1940, con el envío del primer agente encubierto. En los años siguientes, especialmente luego de que Brasil ingresara en la guerra y los espías nazis fueran diezmados en ese país, Argentina ocupó el primer lugar en importancia para el SIS en Latinoamérica, ya que contaba con cincuenta y un agentes designados a esa nación en el año 1943. Para 1946 apenas quedaban diez agentes.

Esquema que muestra el sistema de radiotelégrafos clandestinos de la Orga-T. Extrañamente su ingeniero líder. Wolf Franczok, aparece con su nombre falso de Gustav Utzinger

Desgraciadamente, el FBI continúa considerando un secreto de Estado el nombre de cada uno de los agentes estadounidenses, tanto encubiertos como oficiales, que operaron en la Argentina durante la Segunda Guerra Mundial. Los gruesos volúmenes llevan censurados cada de los espacios donde figuran los nombres de espías diseminados por cualquier país del mundo.

La base de operaciones del SIS estaba en el noveno piso del edificio del Banco de Boston, junto a otras oficinas de la Embajada de Estados Unidos, en la esquina de la Avenida Roque Sáenz Peña y las calles Florida y Bartolomé Mitre, en la city financiera de la ciudad de Buenos Aires.


Esquema del SIS del FBI que muestra el tráfico de materiales valiosos a pequeña escala llevada a cabo por el servicio de espionaje alemán desde el puerto de Buenos Aires. Tal como menciona el libro "Nazis en las sombras", Eugenio Hans Frank Langer fue uno de los agentes alemanes más destacados en esta materia

También podemos mencionar como algo novedoso un brevísimo resumen de pocas páginas sobre un insipiente servicio de espionaje de los japoneses en Buenos Aires. El mismo estaba a cargo de Tomiya Koseki y Shozo Murai. Sobre las actividades italianas, se las describe como fútiles y casi inexistentes.

Esquema que muestra los primero años del espionaje en Argentina, antes de 1943. Hasta 1942 se utilizó la red de telégrafos clandestinos de Brasil y las redes allí establecidas para el enlace con Alemania. 
Esquema de espionaje posterior a 1943. Siegfried Becker, su jefe y capitán de las SS, "fue uno de los agentes más importantes de todo el Hemisferio Occidental", decían los americanos.
Actividades fascistas italianas en Argentina según el SIS del FBI



Uno de los circuitos de radio que existieron y operaron los alemanes en Brasil hasta 1942.


Espionaje en Chile

Espionaje en Cuba


Graf Spee; a setenta y ocho años

El 13 diciembre pasado se cumplieron setenta y ocho años de la ya mítica batalla del Río de la Plata.
En las inmediaciones de Punta del Este, la mañana de aquel lejano día, el acorazado de "bolsillo" Admiral Graf Spee se enfrentó a los cruceros británicos Ajax, Achilles y Exeter.
Podríamos decir que el resultado de la batalla y el final del buque germano es una historia narrada muchas veces. Por el contrario, sobre la internación de los tripulantes en Argentina, sus andanzas  y sus fugas de regreso a Alemania todavía queda bastante por contar.


El e-book "Tripulantes del Graf Spee; fuga de oficiales, suboficiales y marinos desde la Argentina" presenta un detallado estudio de las más de ciento treinta fugas y la posterior actuación de los tripulantes evadidos en la guerra. Cada marino se presenta con su fotografía, rango e historial, de acuerdo a los archivos argentinos y alemanes. Más de ciento cuarenta imágenes de excelente calidad y gran valor histórico.





Recorte del diario Noticias Gráficas sobre un marino fugado y escondido en Resistencia


Reporte de la batalla desde Montevideo despachado el día 14/12/1939


Infografía publicada en diarios de época sobre el derrotero del Graf Spee y sus presas


Conversos y fanáticos

Por Omar López Mato*

Desde el comienzo de su carrera política, Hitler estuvo rodeado de médicos; el más cercano de ellos fue Gerhard Wagner (1888-1939), su médico personal, aunque a finales del régimen, Hitler fue atendido por Theo Morell. Wagner fue el ideólogo del programa de eutanasia. A su muerte, fue reemplazado por Leonardo Conti (1900-1945) y luego secundado por Karl Brandt. 
Ernst Robert Grawitz (1899-1945) era el médico en jefe de la SS y Joachim Mrugowsky (1905-1948) era la cabeza del Instituto de Higiene e introductor del Zyklon-B, el gas que puso fin a la vida de millones de condenados a morir en las cámaras de los campos de concentración. 
Así, podría seguir la lista que comprometió a cientos de médicos, pero prefiero detenerme en un actor fundamental de este proceso de asesinato masivo que, a su vez, ofrece un ejemplo de la esquizofrenia establecida en los campos de matanza donde, entre el horror rutinario, subsistían aún atisbos de humanidad.
El nombre Joseph Mengele (1911-1979) ha sido extensamente difundido hasta convertirlo en un símbolo de la perversión médica, quizás porque Mengele escapó del juicio de Núremberg, circunstancia que supone una habilidad y una importancia que los demás médicos juzgados no parecieron tener. En realidad, Mengele fue un artífice secundario (pero vehemente) de las órdenes que recibía, porque estaba convencido de su tarea. Sin embargo, hubo otros médicos tanto o más buscados que él y que también lograron escapar de la Justicia (aunque haya versiones que los sindican apresados y ejecutados por cazadores de nazis). 
Nos referimos a Aribert Heim (1914-1992), jefe médico de la SS en el campo de Mauthausen-Gusen, apodado “Doctor Muerte” por los prisioneros judíos o “El Banderillero”, como lo llamaban los españoles prisioneros en ese campo. Se caracterizaba por matar a sus víctimas con inyecciones de fenol directas al corazón o de distintos venenos. A pesar de ser tomado prisionero por los Aliados, la confusión después del conflicto fue tal que nada se supo de sus barbaridades hasta el año 1962, cuando la policía austríaca reunió suficientes testimonios para apresarlo. 
Heim huyó a América Latina y su figura se diluyó. Se dijo que estuvo en Paysandú y que, de allí, se escapó cuando el Mossad estuvo a punto de atraparlo. Al parecer, también estuvo en Chile (donde vivía una de sus hijas), en España y en Dinamarca. En 2007, un exintegrante de la Fuerza Aérea israelí, Dany C. Baz, confesó que un grupo de tareas antinazi apodado “El Búho” secuestró y ajustició a Heim en California en la década de 1990. El centro Simon Wiesenthal desautorizó esta versión. La familia afirma que Aribert Heim murió en 1993 en Argentina, aunque nunca se pudo demostrar ni certificar su defunción.

Retrato de Josef Mengele, se trata de la fotografía que obra en su prontuario, 1959.
AGN. Departamento Documentos Escritos. Fondo Nazis en Argentina. Sala VII. Legajo 3772, folio 77.
El otro médico buscado y jamás hallado fue Alois Brunner, nacido en 1912 y desaparecido su rastro en 1996. Brunner actuó bajo las órdenes directas de Adolf Eichmann (1906-1962) y se lo considera responsable directo de la muerte de 12.800 personas. En 1961, perdió un ojo por el estallido de un sobre-bomba enviado por la inteligencia francesa y tres dedos por otro enviado, esta vez, por el Mossad. Huyó a Siria y allí fue entrevistado telefónicamente por la revista Bunte, ante la cual declaró su falta de arrepentimiento. Posteriormente, en una entrevista del Chicago Sun Times, dijo que “los judíos merecían morir” y que, si tuviese la oportunidad, haría lo mismo. Desde 1987, se carecen de datos sobre su paradero, por lo que el centro Simon Wiesenthal lo dio por muerto. Este fue el último médico nazi al que no se ha podido encontrar.
Volviendo a Mengele, se hizo famoso entre los internos por la convicción con la que cometía sus desmanes. La posibilidad de sortear su búsqueda por años lo convirtió en leyenda. El haber contado con el apoyo de jerarcas de varios países para cubrir su escape le ha creado un halo de invulnerabilidad.
Aribert Heim
Desde el punto de vista psicológico, que haya sido un psicópata el jefe omnímodo de los campos de exterminio es una idea que se puede tolerar pero, cuando uno se percata de que fueron miles las personas que se lanzaron a prácticas aberrantes, el problema se torna en algo más grave. ¿Cómo es que la elite profesional de un pueblo culto como el alemán se dispuso a esta locura? Muchos de los que conocieron a Mengele reconocieron que era un profesional capaz y, en su caso, se trataba de una persona de buenos modales y siempre elegantemente vestida. Hasta sus víctimas hablaban de su corrección. Una y otra vez nos viene a la memoria la imagen de La Caída de los Dioses (1), los jerarcas nazis emocionados escuchando a Wagner. La idea resulta escalofriante porque entonces la locura perpetrada por personas supuestamente normales se puede repetir; especialmente, si “olvidamos”, minimizamos o “justificamos” las aberraciones. Como lo ha dicho Winston Churchill: “Me gustaría vivir cien años para ver cómo la gente comete los mismo errores”. La función de la historia es mantener vivo el recuerdo de los errores.
Mengele no solo era médico, tenía además un título de antropólogo y había estudiado filosofía. Su brutalidad estaba protegida por un manto pseudocientífico y una justificación ideológica. Fue un extremo del espectro convencido de sus ideales, pero hubo también otros médicos ambivalentes, dubitativos, que abrazaron la ideología y respetaron órdenes terribles con dudas y sentimientos encontrados. Fue la enorme mayoría.


1. El título original es La caduta degli dei (Götterdämmerung). Es una película de 1969, dirigida por Luchino Visconti y considerada la primera de sus películas descriptas como “La trilogía alemana”, junto con Muerte en Venecia (1971) y Ludwig (1972). En estas películas, Visconti analiza el ascenso del nazismo en la Alemania de Weimar y sus desastrosos efectos en una familia aristocrática.

* Es Médico, escritor e investigador de historia y de arte. Autor de más de 20 libros sobre temas históricos. Es columnista del diario La Prensa y colabora para diversos medios gráficos y televisivos. Conduce, junto a Emilio Perina,Tenemos Historia por Radio Concepto (FM 95.9). El texto de este artículo pertenece al capítulo homónimo del libro Ciencia y mitos en la Alemania de Hitler (Vergara, 2016). También apareció en la Revista Legado N° 7 y se reproduce en este blog con la expresa autorización de sus autores.

La Segunda Guerra Mundial en ambas orillas del Atlántico

Segunda Guerra Mundial. 10 historias apasionantes


La Segunda Guerra Mundial es indudablemente una de las grandes pasiones para quienes visitan regularmente este blog. Qué mejor propuesta de lectura veraniega (sudamericana) que este ágil y novedoso libro que los amigos Pere Cardona y Laureano Clavero acaban de publicar en España a través de Ediciones Oblicuas

He tenido el gusto de colaborar con los autores en la investigación, especialmente aportando documentos en lo que refiere a las andanzas de sumergibles alemanes en las costas argentinas. 

Enhorabuena Laureano y Pere. Desde ya recomendamos la lectura del libro.

Sinópsis:
Misterios, enigmas e historias de vidas reales componen estas diez investigaciones sobre la Segunda Guerra Mundial. Conoceremos cómo la mafia a ayudó al gobierno americano a ganar la guerra, los movimientos de espías nazis en la costa argentina, algunos intentos de fuga del famoso Castillo de Colditz, las aventuras de un partisano croata perseguido por los servicios secretos de su país, la misteriosa carga que llevaba a bordo un submarino alemán que prefirió rendirse a los americanos o la historia de Peter Brill, el piloto alemán entrenado en secreto para bombardear Nueva York, entre otras ciudades. Acompaña a los autores a través de un viaje apasionante que te permitirá conocer una Segunda Guerra Mundial diferente a la narrada en los libros de historia.


Las diez historias:

1. El soldado alemán desconocido
2. Peter Brill, el hombre que iba a bombardera New York
3. Las obras de arte
4. La mafia durante la SGM
5. ¿Cuándo empezó la SGM?
6. La fuga de "Don Juan", el partisano croata
7. Shangri-La
8. Fugas de Colditz
9. Eickenberg y el misterio de los U-boots en Mar del Sur
10. La carga del U-234 y la bomba atómica alemana