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Este blog tiene como objetivo describir hechos históricos. Bajo ningún concepto se tratan temas políticos. La aparición de cualquier imagen o fotografía relacionada a regímenes totalitarios es puramente ilustrativa y relacionada a temas históricos tocados en el sitio.
Ernst Haftstein
El ADN de Hitler: Cómo un recuerdo del campo de batalla, la genética moderna y ocho años de pruebas finalmente resolvieron dos de los mitos más persistentes de la historia
Artículo publicado en la web oficial del Museo de Historia de Gettysburg, curador: Erik Dorr
(y no, no es que Hitler tuviera micropene)
Durante casi 80 años, las teorías de la conspiración han florecido en torno a los momentos finales de Adolf Hitler: afirmaciones de que escapó de Berlín, de que su cuerpo nunca fue recuperado o de que poseía ascendencia judía. El Museo de Historia de Gettysburg, custodio de una de las reliquias de la Segunda Guerra Mundial más extraordinarias del mundo, ha revelado ahora la historia completa detrás de la investigación científica presentada en el nuevo documental de la BBC "El ADN de Hitler: el plano de un dictador".
Este artículo presenta la narrativa histórica completa, incluidos detalles no cubiertos en el programa de televisión. Explica cómo un trozo de tela de sofá manchado de sangre, extraído directamente del búnker de Hitler en 1945, se convirtió en la clave para resolver dos importantes preguntas históricas: ¿Murió realmente Hitler en el búnker? y ¿Cuál era su ascendencia genética?
Los resultados son concluyentes y un hito histórico. El artículo también expone los hechos sobre ¿Tenía Adolf Hitler micropene?
1. El Artefacto: Un Fragmento Manchado de Sangre del Führerbunker

5. Lo que Demostró el ADN (Los Hallazgos Históricos Reales)
A. Hitler Murió en el Búnker — Confirmado Científicamente
El ADN coincide con la línea paterna de Hitler.
El informe forense confirma una herida de bala a corta distancia.
El patrón de sangre confirma el colapso en el sofá.
Los relatos históricos se alinean con la evidencia.
Como explicó el curador Erik Dorr:
“Algunos de los titulares sensacionalistas son interesantes, pero no son históricamente importantes. Lo que importa es que el ADN confirma que murió en el búnker y que no tenía ascendencia judía.”
El Museo de Historia de Gettysburg:
Proporcionó el artefacto
Concedió acceso total
Permitió la toma de muestras de ADN destructivas
Participó en la filmación
No recibió compensación económica
Lo hizo para promover la verdad histórica, no con fines de lucro
El museo continúa poniendo los hallazgos a disposición del público sin costo alguno.
La ciencia es el arma más poderosa de la historia
Tres nazis en fuga y un cuadro robado hace más de ochenta años
Se conoció hace pocas horas que un retrato del siglo XVII, del
pintor italiano Giuseppe Ghislandi, robado por los nazis al coleccionista de
arte neerlandés judío Jacques Goudstikker durante la Segunda Guerra Mundial,
apareció colgado detrás de un sofá en un living marplatense. Increíblemente, los
periodistas Cyril Rosman, John van den Oetelaar y el corresponsal de un diario
neerlandés en Buenos Aires, Peter Schouten, llegaron a esta conclusión gracias
a un anuncio de venta de la propiedad donde se encuentra el cuadro. Al parecer,
esta obra de arte fue traída a la Argentina por el nazi Friedrich Kadgien.
Este caso tiene algunas aristas particulares que vale la
pena comentar. En primero lugar, nos recuerda la omnipresencia de Hermann
Göring en innumerables facetas de la Alemania nazi. No solo “todo lo que volaba
le pertenecía”, sino que la economía alemana fue uno de los ámbitos que cayó
bajo su gigantesca mano al ser el amo de los planes cuatrienales.
Otra dato importantes es que los investigadores argentinos han
pasado por alto a este personaje nazi que hoy emerge inesperadamente en las
noticias. El proyecto CEANA (Comisión para el esclarecimiento de las
actividades nazis en Argentina) no lo mencionó en su reporte final. El CEMLA (Centro
de Estudios Migratorias de Latinoamérica) tampoco tiene datos de su llegada oficial
a Argentina, al menos bajo su verdadero nombre. Sin embargo, una comisión
gubernamental Suiza que funcionó entre 1996 y 2001 y varios historiadores de la
misma nacionalidad aportaron algo de luz sobre este nazi escurridizo.
¿Quién era Kadgien?
El abogado Friedrich Gustav Kadgien nació en Elberfeld el 23
de junio de 1907. Trabajó en el Ministerio del Interior prusiano, donde fue
jefe del grupo de negocios de divisas y responsable de la adquisición y
asignación de moneda extranjera. Fue un experto en el desarrollo de la ley de
divisas nacionalsocialista. El 1 de noviembre de 1932 se unió al NSDAP (número
de miembro 1.354.543) y en 1935 a las SS. Desde 1938, Kadgien fue representante
especial bajo el comisionado para el Plan Cuatrienal, Hermann Göring.
De acuerdo a Janis Schmelzer, autor del libro “Divisas para
la victoria final”, el departamento de Kadgien era responsable de la moneda extranjera
y los metales preciosos. Coordinó la venta de acciones y valores robados a
través de empresas fachada y bancos suizos. Kadgien jugó un papel clave en la
vinculación de negocios con grandes empresas y bancos alemanes y sus relaciones
con socios suizos. La comisión Bergier determinó que: “Friedrich Kadgien estuvo
fuertemente implicado en métodos delictivos para la adquisición de divisas,
valores y diamantes robados a víctimas judías, desempeñando un papel
preponderante.”
Friedrich Kadgien
Huida al final de la
guerra
La historia de la fuga de Kadgien a la Argentina, tal como
la narra el Reporte Final de la comisión Bergier y complementa con datos
adicionales la historiadora suiza Regula Boschler, es digna de una buen guión
cinematográfico.
En diciembre de 1944, con los aliados golpeando las puertas
de Reich en dos frentes, tres alemanes con recursos comenzaron a planear su
escape. Ernst Fischer, arquitecto de la gestión del combustible del Ministerio
de Economía del Reich y ex director de IG Farben, Ludwig Haupt, director de la
Continental Oil Transpor y nuestro amigo Kadgien. Para ello reclutaron al abogado
suizo Ernst Imfeld, alto funcionario de Petrola, empresa suiza responsable de
la importación de combustibles líquidos.
En abril de 1945, a días de la capitulación, este trío de
nazis encontró una buena manera de comprar su ingreso a Suiza: Un tren con 28
vagones cargados de combustible pesado para Petrola. El país neutral estaba al
borde del colapso energético en ese momento.
Imfeld consiguió los visados necesarios y contó para ello
con el apoyo de su jefe, Robert Grimm, consejero socialista del PS.
Cuando los visados llegaron, Haupt y Kadgien huyeron de inmediato a Zürich,
mientras que Fischer supervisó desde el sur de Alemania que el tren se
dirigiera a Suiza.
El 28 de abril se reunieron los tres en el hotel Baur au Lac
de Zürich. Tenían recursos que habían ido sacando de Alemania en los últimos
meses y la promesa de un pago de $235.000 marcos por el combustible de Petrola
(más de 1 millón actual).
Para junio de 1945, imfeld había solucionado los problemas
de residencia. El trío de nazis se mudó al hotel Verenahof de Baden y comenzaron
a tratar de destrabar el pago del combustible. Empleando métodos oscuros, un
testaferro suizo, Armin Moos, y amenazando con cancelar el contrato de los vagones,
los alemanes lograron hacerse con $20.000 mil francos y un pago mensual de $1.000
más para sus gastos.
Los británicos se enteraron de que Kadgien estaba en Suiza e
intentaron pedir su extradición. Pero un error en su nombre lo ayudó a escapar.
Los suizos extendieron su visado hasta fines de 1945. Sin embargo, no logró
escapar a los estadounidenses, que lo presionaron para que se presentara en su
embajada en Berna. Allí fue sometido a cuatro horas de interrogatorio, pero increíblemente
fue puesto en libertad. “Esta persona es una serpiente de la peor calaña”,
sentenció el informe del interrogador, al que nada confesó Kadgien.
Fue entonces cuando estos nazis comenzaron a tramar la fuga
a Sudamérica. Imfeld fue nuevamente el encargado de conseguir los papeles. El
cónsul paraguayo intentó visar los pasaportes pero su ministro de Relaciones
Exteriores se lo impidió. Imfeld intentó conseguir pasaportes en Italia pagando
la impresionante suma de $130.000 francos pero al parecer fueron estafados.
En febrero de 1946 fue el turno de los neerlandeses de
reclamar. Buscaban diamantes que Kadgien había transportado desde Países Bajos
a Alemania, pero nada hallaron. Recordemos que el cuadro aparecido en Mar del
Plata fue robado en ese país.
Otra vez Kadgien negó todo a sus interrogadores. Y otra vez
lo dejaron ir.
En ese momento, según cuenta Boschler, los teléfonos de los
nazis fueron intervenidos. Las transcripciones demuestran que en ese momento de
desesperación, quien mantuvo la calma y dirigió al grupo fue la esposa de
Imfeld, Tony.
A finales de 1946, los franceses también preguntaron por el
paradero de Kadgien, y los estadounidenses aumentaron la presión, exigiendo a
Suiza la extradición a Alemania de esta importante figura de la industria. Para
colmo, la policía de Berna recibió dos cartas anónimas que los denunciaban como
nazis fugitivos. El inspector federal Max Ulrich recibió un buen soborno de
Kadgien para mantener el caso frío y rechazar la extradición del nazi, lo que
resultó incluso en la ampliación de los visados hasta 1948.
Para ese año se inscribió en el registro local de
Sarnen la empresa comercial y financiera Imhauka
AG (de las iniciales de los fundadores Imfeld, Haupt, Kadgien). Solo se
documenta una transacción de esta empresa: Entrega de carne argentina congelada
a la zona de ocupación angloamericana de Alemania.
Según Regula Boschler, un funcionario suizo de
apellido Zehnder y el encargado de negocios de Uruguay en Berna tuvieron algo que ver en el visado que permitió a estos nazis huir a Sudamérica. También escribió que el vapor en que
finalmente llegaron a Buenos Aires fue el “Anna C”, el mismo en que viajaron otros
nazis en fuga: Gerhard Bohne y Hans Fischböck. Esto habría ocurrido en enero de
1950. En Argentina no hay datos de su llegada, mientras que en Brasil existe
una ficha de inmigración que data de ese mismo año (Río de
Janeiro). Consultada para este trabajo, la historiadora suiza no pudo asegurar si Kadgien tocó suelo americano por primera vez en Río de Janeiro o en Buenos Aires, o si el visado fue efectivamente provisto por una nación sudamericana o la Cruz Roja. Un importante misterio que queda aún por ser revelado...
En Río de Janeiro, Kadgien vivió en el barrio de Santa Teresa y dirigió una
sucursal de Imhauka en Avenida Rio Branco junto a Haupt, así como con la esposa
de Imfeld, Antoinette “Tony” Imfeld, quien había huido a Brasil con este último.
Este dúo de escapistas llegó en julio de 1951. En Mato Grosso, estos nazis
invirtieron gran parte el dinero que habían traído consigo en 85.000 hectáreas
de tierra (una superficie equivalente a casi todo Berlín). Para Boschler, esa
hacienda, que contaba 20 mil cabezas de ganado, se compró en 1954.
Aparentemente usaron la empresa agropecuaria para lavar dinero espurio, ya que
las inyecciones de capital se contaron por millones.
En 1955, Kadgien y Haupt fundaron otra empresa en Brasil, Compañía
Brasileira de Caldeiras. La segunda gran inversora fue Anita Condesa von Zichy,
que al igual que Kadgien residía en Buenos Aires. Pero la heredera de Thyssen
se sintió estafada al darse cuenta que solo era una tapadera para lavar dinero
nazi. El asunto se zanjó con un acuerdo extrajudicial.
Kadgien y Haupt, que se separó años después de Tony Imfeld, se volvieron a casar en Sudamérica con
mujeres alemanas más jóvenes que ellos. Sus descendientes aún siguen por estos
lugares, como sabemos hoy por las noticias. Fischer se quedó en Suiza. Tony Imfeld volvió a los brazos de su primer esposo, el desauciado Ernst.
La comisión Bergier asumió la culpabilidad suiza por este
escape: Claro, aquí está la traducción: “Las autoridades suizas consintieron
esta situación, lo protegieron de las solicitudes de extradición de los Aliados
y le permitieron partir hacia América Latina sin inmutarse. Para entonces, el
interés en el pasado de estas personas había disminuido considerablemente.”
Sus rastros en Argentina
En 1951, Kadgien obtuvo la ciudadanía argentina y fundó Imhauka
Argentina SA en Buenos Aires. De acuerdo a la constancia de inscripción en
ARCA emitida en agosto de 2025, esta empresa se dedica aún en la actualidad a
la compra y venta de mercancías y tiene domicilio en Cerrito 1266, piso 13 Dpto
52.
De acuerdo al documentalista Ingolf Gritschneder,
Kadgien compró una casa en el barrio de
Vicente López y negoció acuerdos como
intermediario entre empresas alemanas, como Siemens , y el gobierno argentino
de Juan Perón . También vendió millones de dólares en armas, como el HK G3, a
la junta militar brasileña en nombre de Rheinmetall , con una comisión del 5%.
En 1978, Friedrich Kadgien, conocido por pocos como “la serpiente”,
falleció en Buenos Aires. Está enterrado en el Cementerio Alemán.
Comisión
Bergier: Report,
the 1996 Swiss Independant Commission of Experts to investigate Switzerland’s
role in the Nazi period and Dodis (Diplomatische Dokumente des Schweiz)
Regula
Borschler: Ein
neues Leben für drei Nazis
Friedrich Kadgien (derecha) y Antoinette “Tony” Imfeld (centro) en Argentina, entre 1951 y 1955. Fuente: Regula Bochsler para nzz.ch.
Antoniette Imfeld y Friedrich Kadgien en Brasil
El "Nan a Maru" llega con propaganda nazi
La verdadera historia del material nazi hallado en la Corte Suprema
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| Una de las libretas del CABC se preservó en el archivo de la Cámara de Diputados |
Muchos datos sobre la causa 12.139
contra los nazis se conservan en la Cámara de Diputados |
La Prensa: 24 de julio de 1941. Se
llevan las libretas de afiliación
La Prensa, 29 de julio de 1941,
descripción del material secuestrado
en la UAG: Las libretas rojas con la
esvástica
¿Por qué existe la confusión con el material de propaganda llegado a bordo del “Nan A Marú” y cuál es la historia de ese material de propaganda?
Sobre el material de propaganda y
el “Nan A Marú”:
Diario La Prensa, 8 de agosto de 1941
Descripción del material de propaganda del Nan A Marú:
Diario
La Prensa, 8 de agosto de 1941
El “Nan A Marú”
Fuentes: CIAA, Archivo Cámara de Diputados
Hemeroteca del Congreso de la Nación: Ejemplares diario La Prensa julio y
agosto de 1941
Julio B. Mutti
Los documentos nazis en el Archivo General de la Nación y las actas de Fabricaciones Militares
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| Una de las actas del Directorio de FM, publicada por Infobae el 8/5/2025 |
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| Una de las actas del Directorio de FM, publicada por Infobae el 8/5/2025 |
La tarea de determinar cuántos de los europeos reclutados
por Fabricaciones Militares fueron nazis, criminales de guerra o colaboradores
de los nazis es un proceso que en 1998 Potash dejó incompleto; que pueda ser completado, despierta, al menos
de mi parte, un gran interés.
Una lectura minuciosa de las Actas del Directorio de FM le
permitió a Potash extraer 310 nombre. Al momento de redactar el informe de 1998,
llegó a consultar 169 de los 310 legajos. Algunos estaban perdidos y otros no
fueron analizados por falta de personal o tiempo: 10 correspondían a argentinos
nativos, y otros 16 a residentes de antes de 1945. De los 143 contratados restantes
que se analizaron, muchos legajos no estaban completos. En 21 casos, faltaban
la fecha y/o el lugar de nacimiento, lo que dificultó ubicar sus nombres en las
listas de miembros del partido nazi o de los criminales de guerra. Unos 79
fueron clasificados como alemanes, 12 como austríacos, y 25 como polacos. Otras
procedencias fueron: 3 húngaros, 3 rusos, 2 yugoslavos y uno de cada uno de los
siguientes países: Suecia, Italia, Francia, Checoslovaquia, Ecuador y Colombia.
En diez casos no se pudo establecer su nacionalidad, pero al menos 7 tenían
apellidos alemanes o austríacos. Por lo tanto, 98 de los 143 científicos,
ingenieros y técnicos contratados por la FM después de 1945 provenían de los
países que formaban parte de la Alemania nazi al finalizar la guerra.
Usando los nombres de 27 alemanes y de un austríaco de
quienes disponíamos datos completos, arrojó ocho identificaciones positivas.
Cuatro de estos nombres figuraban en el Registro Central del Partido Nazi
(Zentralkartei) que se llevaba en la sede administrativa central del NSDAP,
mientras que los otros cuatro figuraban en el Registro local
(Ortsgruppenkartei), que era el registro regional de afiliados al Partido. Del
resto no se llegó a contrastar contra las listas del partido.
Los países que más
técnicos de afiliación nazi reclutaron luego de la guerra fueron los Aliados vencedores,
con la URSS y EE.UU a la cabeza. Lo que significa que un nazi afiliado al parido que hubiese sido reclutado por la Argentina no resulta en algo fuera de lo que cualquier país hacía en esa época. Otra cuestión diferente
sería si, como en el caso de Eichmann, se determinara que se reclutaron
criminales de guerra, además de afiliados al partido nazi, por supuesto: Es
decir, nazi no es sinónimo de criminal de guerra; debemos hacer esa distinción.
Para agregar un nuevo eslabón a la cadena de la ruta de las ratas, es necesario demostrar que dentro de ese grupo de técnicos de países del Eje reclutados con el dinero de Fabricaciones Militares llegaron criminales de guerra, no simples nazis afiliados al partido, tal vez por convicción genuina o por conveniencia.
En definitiva, si el Centro Wiesenthal logra conectar las operaciones y la financiación de FM con al menos un criminal de guerra nazi, habrá logrado un nuevo y significativo avance.
Se sabe muchísimo desde hace décadas sobre esta metodología
de escape nazi y la participación de Argentina en ella. No es nada nuevo o
novedoso.
Si lo que se busca es volver a poner en agenda la relación
de Perón con los nazis, me pregunto por qué no se recurre a historias más
concretas y menos rebuscadas, como el caso Osnar Helmuth, solo por poner un
ejemplo.
Julio B. Mutti, Mayo de 2025
Segundo informe CEANA, 1998, Robert Postash y Celso Rodriguez:
PERSONAL NAZI Y COLABORACIONISTA UTILIZADO POR EL EJERCITO Y LA DIRECCION GENERAL DE FABRICACIONES MILITARES (DGFM). PROYECTO DE INVESTIGACION DE LA CEANA. Informe de avance, julio de 1998.
Infobae: Documentos desclasificados: Fabricaciones Militares destinó USD 5 millones a misiones secretas en Europa al finalizar la Segunda Guerra. Mariel Fitz Patrick
Documentos sobre Enrique Moss en la Legación de Suiza: Swiss Federal Archives SFA (Gentileza Marcia Ras)








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