En la aún hoy desolada costa de la sureña provincia de Santa Cruz, en el
centro del golfo de San Jorge y a mitad de camino entre Comodoro
Rivadavia y Caleta Olivia, existe una antigua y abandonada lobería; vieja factoría dedicada a la explotación de recursos derivados de los lobos marinos.
Dicho paraje, que para los años cuarenta era propiedad de la firma
Lahusen, de capitales germanos, fue señalado por los servicios de
inteligencia aliados como posible centro clandestino de reabastecimiento
de corsarios alemanes operativos en el Atlántico Sur.
El
investigador canadiense Ronald Newton, durante la redacción del informe
preliminar de la CEANA (Comisión de Esclarecimiento de Actividades Nazis
en Argentina), realizado por encargo del Gobierno argentino en 1998,
logró hallar documentos de inteligencia americanos que detallaban la
existencia de dicho lugar y las sospechas que recaían sobre sus
verdaderas actividades. (1)
Así, basado en la mencionada fuente,
Newton escribió lo siguiente en 1998: “En mayo de 1941, por ejemplo, una fuente habitualmente confiable describió dos bases alemanas, una en
Península de Valdés entre Lobería y Punta Delgada y la otra en el
extremo sur en el Territorio Santa Cruz, 8 km al norte de la
desembocadura del Río Deseado, un área de numerosas cuevas. En palabras
del informante, numerosos reabastecimientos de combustible habían sido
llevados a cabo por los buques cisterna propiedad de la firma Astra. La
figura central en estos asuntos clandestinos fue un empleado de Casa
Lahusen, un tal Schulz, cuya base de operaciones estaba en el pueblo de
Nueva Lubeca. El 18 de diciembre de 1941 llegó un informe similar con
respecto a Lobería. Y de acuerdo con el mismo informante, en Caleta
Córdoba se encontraba otra base secreta y había otra en Caleta Olivia
que estaba disfrazada como Cía. de Extracción de Aceites y Grasas, una
sucursal de la firma Lahusen (ésta es aproximadamente la misma ubicación
de la empresa "noruega" a la que "Robert" había hecho referencia
anteriormente). Una vez más se informó que el buque cisterna Astra, de
la compañía petrolera del mismo nombre, había reabastecido de
combustible a submarinos.” (2)
Debemos destacar, llegado este punto, que el informe final de la CEANA omitió el párrafo precedente.
Setena años después, una vez que las modernas rutas nacionales permiten el acceso al lugar en cuestión, un grupo de buzos entusiastas de la provincia de Santa Cruz decidió hacer un reconocimiento del lugar mencionado como un posible puerto clandestino de corsarios alemanes.
Infinidad de veces se ha relacionado este tipo de
hechos con submarinos alemanes. Oficialmente no operaron durante la guerra
sumergibles alemanes en las costas patagónicas, mucho menos en 1941,
sin embargo, ya desde el comienzo de la contienda, corsarios de otros
tipo, como cruceros auxiliares y acorazados de bolsillo, surcaron los
fríos mares del sur. Podemos agregar también, que para aquella época, la
prensa sudamericana publicaba informes sobre las actividades de dichos
corsarios muchas veces confundiendo a los cruceros auxiliares germanos
con los famosos submarinos de Dönitz, los cuales en realidad operaban
mucho más al norte, al menos oficialmente.
A continuación se detallan una serie de fotografías compartidas por el buzo Adrián Acosta Fabio, lector de “Los Verdaderos Últimos Días de la Segunda Guerra Mundial”, realizadas en el lugar citado en el presente texto.
Lugar exacto: 46° 6'52.14"S y 67°37'40.78"O
(1) US Naval Attaché 189 to JCS, Santiago, 12 May 41; en USNA, Record Group 38, C-10K 22986B.
(2) Ver informe preliminar CEANA, febrero de 1998, “ACTIVIDADES CLANDESTINAS DE LA MARINA ALEMANA EN AGUAS ARGENTINAS, 1930-1945, CON REFERENCIA ESPECIAL A LA RENDICION DE DOS SUBMARINOS ALEMANES EN MAR DEL PLATA EN 1945”. Ronald C. Newton.
Muy bueno, como de costumbre. Saludos
ResponderEliminarGracias Patricio por leer y por comentar
EliminarEstimado, si miras 5,7 kms, mas al norte de las coordenadas de donde ha estado tu buzo, encontrarás algo mas que raro, sin haber nada en el lugar, hay una marca del propio Google Earth que dice: Sindicato Dodero, recordemos al lector que Dodero, con su socio Onassis, fueron los encargados de traer a los emigrantes ( de la SS) a nuestras tierras, acción que cumplieron a 1.500 dólares por cabeza, hoy entre 15 y 20 mil dólares.....un gran negocio que dió origen a ambas fortunas (no la compra de chatarra en la Boca)...La conexión de ambas familias llegó hasta 30 años después, cuando Cristina Onassis, muere de sobredosis en el baño de la casa de "sus parientes argentinos" ...los Dodero. Inclusive, cuando muere el "viejo" Dodero, la familia (sin abrir sucesión) le transfiere a J.Perón, el edificio de 5 pisos, muy lujoso, donde tiempo después (en el primer piso) será encontrado del cuerpo del asesinado Juan Duarte.....
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