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Afiliados al partido nazi en América

Nazismo en Chile; el "Westküsten Beobachter"

El Alemania existía el "Volkischer Beobachter", en Argentina el "Der Trommler" y el la vecina Chile el órgano del partido nazi era el pasquín reaccionario Westküsten Beobachter: el observados de la costa oeste...
Sus oficinas estaban en la calle Nueva York 80, en Santiago de Chile, había sido fundado por el dirigente del partido Willi Könh y su editor era Kurt Renftel. (Ver listado de nazis en Chile)
Köhn (comerciante de Valdivia nacido en Plan i. M  en 1876)había ingresado al NSDAP en 1923 en Alemania. Aunque tenía el N° 1388767 del Landesgruppe chileno desde su fundación. Fue Ortsgruppenleiter de la célula nazi de Santiago, Landesleitter chileno y cónsul general; muy bien considerado en la Auslanorganisation por Ernt Bohle. Desde 1933 lideró el NSDAP sudamericano (Auslandskommissar für Südamerika). En 1934 agregado de prensa en el Ministerio de Propaganda para América del Sur. Miembro de las SS desde 1936: Brigadeführer. En ese año se fue a España (líder de la Sonderstab en la Embajada de Alemania en Salamanca). Fue reemplazado por Walter Böttger en el liderazgo del partido.


Kurt Renftel también estaba entre los fundadores del partido en Chile. Llevaba el carnet 910493. Era nacido en Bremen, vivía en  Roman Diaz 207, Santiago y era empleado. 

En esta edición del Westküsten Beobachter que citamos a continuación, del 18 de junio de 1942, se puede apreciar un artículo del militar (miembro del partido nazi chileno N° 3452565) Hans von Kiesling, ex instructor del Ejército chileno y viceprecidente del Club Militar alemán de Santiago: "Estar preparados - Saber esperar"... Kiesling sienta la premisa de que el jefe militar que prepara una ofensiva tiene que saber esperar. Señala que los éxitos en las acciones militares dependen de la tranquilidad de sus jefes, de las condiciones del clima y de la observación de las actividades de sus adversarios... 






Esquema de organizaciones alemanas en Argentina

El siguiente organigrama muestra a las entidades germanas en Argentina, dependientes de la Embajada de Alemania y totalmente penetradas por elementos nazis. 
El mismo logró reconstruirse gracias a información existente en la División Investigaciones de la Policía porteña. Data aproximadamente de los año 1940/1.

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Yo fui el piloto de Hitler

Hola amigos. Hoy quiero hacer una breve reseña de un libro que autobiográfico que tiene algunas notas de color interesantes. Se trata de “Yo fui el piloto de Hitler”, del general Hans Baur.


Baur, ex piloto de caza en la Primera Guerra Mundial, llevó a Hitler en un viejo Rohrbach de la Lufthansa por toda Alemania, en las épocas en que el Führer hacía campañas políticas. Eran los tiempos democráticos de Weimar. Gracias al relato de Baur podemos notar la enorme revolución que la aviación causó en la forma de hacer campañas y dar discursos en aquellos tiempos.

El relato de Baur es pobre en sus párrafos (aunque se lee bien de un tirón) y muy rico en su valor histórico. No queda ninguna época por abarcar. Los amantes de la técnica gozarán en detalle de las explicaciones que cada aparato utilizado por Hitler podría suscitar. Además del mencionado Rohrbach, pasando por los Ju-52, Fw-200 y finalmente el Ju-290.
Los días finales en la lúgubre Cancillería y los sucesos del bunker se narran detalladamente. Baur fue muy prolijo y cuidadoso en este aspecto, sin dar lugar a fantásticas conjeturas. Apenas falla en las fechas del matrimonio de Hitler, el que nunca presenció. Su testimonio es importante para la muerte de Bormann.

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Como nota de color quiero mencionar a Heinrich “Gestapo” Müller. Siempre se dijo que este personaje (el único jerarca del III Reich, aunque de segunda línea, que se esfumó en el aire) fue visto por última vez cuando fue fusilado Fegelein, el cuñado de Hitler, varias horas antes del suicidio del Führer. Sin embargo, debo hacer notar que Baur, sin dudar un instante, mencionar que vio a Müller todavía en la noche del 30/4 en el bunker. Las últimas palabras del jefe de la Gestapo, citadas por Baur, resultan bastante reveladoras con respecto a su destino final, todavía hoy desconocido.

El relato del cautiverio de diez años de Baur en la vieja URSS de Stalin es desgarrador. Uno de los más duros que he leído. Aquí también podemos notar como las cosas cambian luego de la muerte del dictador rojo. Es de suponer, que si esta no se hubiera producido en 1953, el piloto de Hitler hubiera perecido en los campos rusos; esto se desprende de la concepción del mundo del stalinismo, reacio a entregar a muchos prisioneros alemanes por las razones que en el libro se pueden leer entre líneas.

El avión personal de Hitler en época de paz y camuflado durante la guerra

1934

Fw-200 Condor, matrícula D-2600 de A. Hitler