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Afiliados al partido nazi en América

Entrevista para Historia Rei Militaris

Aquí pueden leer una entrevista realizada por el escritor español Javier Yuste a Julio B. Mutti:
La misma está acompañada de fotografías inéditas, una de ellas es el prontuario del espía Siegfried Becker.


JAVIER YUSTE
Julio B. Mutti (Lanús, Buenos Aires, 1978) lleva varios años desarrollando activa y profesionalmente la tarea de investigador profesional, especializándose en los estertores de la segunda guerra mundial y la relación de Argentina con tal conflicto y el III Reich.
Fruto de sus desvelos son varios libros publicados en su país, tales como “Los Verdaderos Últimos Días de la Segunda Guerra Mundial”, una extensa y reveladora investigación dividida en dos volúmenes y “Nazis en la sombra”, en la que ha investigado la verdadera historia de las operaciones secretas de las redes de espionaje del III Reich en Argentina, sumergiéndose entre gran cantidad de documentos oficiales almacenados en los archivos del Poder Judicial y el Congreso de la Nación.
Éste último, “Nazis en la sombra”, recién salido del horno y publicado por NOWTILUS, nos proporciona una excusa perfecta para poder charlar con Julio.



Estimado Julio, ésta es la primera vez que en HRM contactamos con un autor y apasionado de la Historia del otro lado del Atlántico. Por ello te damos las gracias por dedicarnos un poco de tu tiempo y compartir con nosotros todo tu conocimiento.
El tema en el que te has especializado, Julio, es apasionante y complejo. Nazis, Argentina... Es difícil saber por dónde empezar. Quizá lo más lógico sería por ti.
1º. ¿Qué empuja un buen día a un argentino como tú a estudiar sobre esta hermética cuestión de la relación de Argentina con el III Reich?
Javier. En primer lugar permíteme agradecerte por la oportunidad de poder conectar con los distinguidos lectores de HRM. Es para mí un verdadero placer.
Los nazis y la Argentina; o el Tercer Reich y la Argentina, lo que representa un espectro aun más amplio y complejo, es un tema que en mi país ha estado siempre en la agenda literaria e investigativa. Allá lejos, en la década de los ´90, los últimos nazis ancianos fueron capturados en los rincones más recónditos de mi país. Toda una nueva oleada de investigadores surgió y se publicaron muchos trabajos de valía. Si bien mi interés por estos asuntos es todavía anterior, creo que se potenció totalmente durante aquellos años.
Paradójicamente nunca he orientado mis trabajos hacia el tema de los criminales refugiados, probablemente debido a que ya se ha hecho un gran trabajo sobre ello. Pero hay mucha tela para cortar sobre los nazis en Argentina.
2º. Supongo que sobre este tema habrá opiniones para todos los gustos. Tu interés por esta parte de la Historia, ¿es bien recibida por aquellos que te conocen?
Sin dudas que hay opiniones variadas y soy del gusto de respetar todas ellas.
Generalmente, la gente que ha leído mis libros, o visita asiduamente mi blog, no sólo me alienta a seguir con mi trabajo sino que en muchos casos ha realizado aportes sustanciales a mis investigaciones.
3º. ¿Qué diferencia “Nazis en la sombra” de tus anteriores trabajos?
Sin dudas pienso que la diferencia es lo novedoso del tema. Sobre los nazis en Argentina uno se encuentra de todo un poco, sin embargo, no puedes ir a una librería y pedir un libro sobre “espionaje nazi” en Argentina. Simplemente no lo hay, al menos que yo sepa. El tema se ha tocado parcialmente en el pasado, en trabajos orientados hacia otros objetivos hace ya muchos años. El más importante, sin dudas, la investigación sobre las relaciones del ex presidente Perón con los alemanes, publicada hace casi veinte años por Uki Goñi. Aun más atrás se puede mencionar a Ronald Newton y su trabajo sobre la influencia nazi en Argentina.
Por el contrario, mis anteriores trabajos son ensayos dedicados a temas controversiales, pero sobre los que se ha escrito bastante. Tocan de cerca a los últimos días de la Segunda Guerra Mundial: Los mitos en torno a la muerte de Adolf Hitler y, en el volumen II, los movimientos de naves alemanas en las costas argentinas durante la guerra y sus días finales. Si bien en ambos casos se aportan nuevos elementos de vital importancia, como la enigmática historia del U-1055 que me llegó de primera mano, entre otras, es conocido que existe una buena oferta de literatura orientada a estas cuestiones.

4º. Dedicas tu último libro a la trama de espionaje que se desarrolló en Argentina. Hace un tiempo me comentaste que no había bibliografía al respecto, ¿por qué crees que es así?
Pienso que se puede deberse a la dificultad que representa el hecho de procesar miles de fojas judiciales, ajadas y amarillentas, y luego encontrarles un hilo conductor que permita desarrollar una historia que sea entendible para el lector. No es sencillo y la cantidad de agentes, roles, relaciones con el poder militar y democrático, domicilios, dobles agentes, operaciones especiales, estaciones clandestinas, etc, se vuelve abrumadora y difícil de concatenar en un relato. A todo ello debemos sumarle los pocos relatos de primera mano que aun pueden conseguirse y el trabajo complementario en hemerotecas y archivos de otros organismos no judiciales.

Prontuario de Siegfried Becker, el espía alemán más importante que operó en América


5º. Como nos has dicho, durante la década de 1990, se produce una serie de detenciones de viejos conocidos nazis que vivían en Argentina. ¿Qué ofrecía tu país, como otros del cono Sur, para que fuera refugio para estos individuos? ¿Puede ser el mismo motivo por el que se pudo desarrollar tan ampliamente una red de agentes allí?
En la época de posguerra Argentina ofrecía lejanía, una ruta segura y bien sincronizada, un visado de pasaportes falsos y la posibilidad de emplearse en empresas amigas…
El desarrollo del espionaje es distinto, creo que su desarrollo responde a hechos y razones diferentes: Los servicios de inteligencia alemanes comenzaron a establecerse en Sudamérica a finales de la década de los treinta con epicentro en Río de Janeiro. Luego del ingreso de Brasil a la guerra, Buenos Aires pasó a ser el centro neurálgico de operaciones para el Abwehr y el SD en el continente. Durante aquellos años una coalición democrática conservadora gobernó la Argentina e hizo de su política exterior neutralista un tema de estado. Esta situación permitió a los servicios alemanes arraigarse y desarrollarse, establecer un salvoconducto para el contrabando de personas y materiales con Europa (con conocimientos del gobierno), recabar vital información del tráfico marítimo aliado y crear un sistema clandestino de radiotelegrafía para enviar los informes. En 1943 se produce un cambio radical de gobierno debido al golpe de estado de un grupo de oficiales rebeldes del Ejército. Lejos de perseguir a los espías alemanes, los nuevos mandatarios profundizaron los acuerdos y contactos secretos con ellos, incluso al punto de intentar la compra de armas a Hitler. No se trató de razones de ideología nazi, aunque había ciertos elementos nacionalistas relacionados al poder, sino de motivaciones políticas y la búsqueda de un mutuo beneficio.
El mundo, y también la Argentina, habían cambiado para siempre cuando llegaron los criminales nazis a refugiarse a Sudamérica. La guerra había terminado hacía largo tiempo. No fueron más de unos doscientos, aproximadamente, y fueron cobijados por las autoridades democráticas al amparo de miles de inmigrantes que llegaban hacia fines de los años cuarenta. Argentina, al igual que otras pujantes naciones, se interesaba particularmente en técnicos especializados. Se sabía que muchos nazis de dudoso prontuario llegaban mezclados con mayoría de inmigrantes inocentes, desde los puertos europeos, pero, al parecer, no era un problema para las autoridades de la época.


6º. La trama de espionaje nazi en Sudamérica fue un constante quebradero de cabeza para el FBI y la OSS estadounidense. Se habla hasta de compañías aéreas brasileñas con aviones de pasajeros con bodegas diseñadas para transportar bombas, etc. Sabiendo como sabes del tema, ¿el temor a que la segunda guerra mundial se disputase abiertamente en territorio americano era fundado?
La guerra golpeó duro a Brasil algunas millas mar adentro e incluso corsarios alemanes de superficie capturaron flotas balleneras enteras en latitudes tan australes como la Antártida. Sin embargo, exceptuando a las unidades de la Kriegsmarine, la única guerra que se disputó abiertamente en territorio sudamericano fue la del espionaje, la de las sombras, de ahí el título. El verdadero quebradero de cabeza para los estadounidenses fue lograr la presión suficiente para que los argentinos atacaran realmente a la inteligencia alemana, pero sin develar la rotura del código enigma. Les tomó años, pero la intervención y las presiones finalmente fueron determinantes para que Argentina cediera, a regañadientes, y terminara por lanzar en agosto de 1944 una ofensiva devastadora contra los espías.
7º. En tus investigaciones, ¿qué has observado sobre el posicionamiento del pueblo argentino durante la segunda guerra mundial?
Existían posiciones de todo tipo, pero, en general, la opinión pública argentina siempre sintió cierto rechazo e incomodidad ante todo lo que representaba el régimen hitlerista.
Es verdad que fueron años de convulsión política y revoluciones, lo que produjo que muchos se movieran a los extremos. La derecha argentina más afín al nazismo nunca logró amalgamarse o encolumnarse detrás de un liderazgo concreto. Los oficiales del G.O.U. (logia que lanzó a Perón al poder) eran nacionalistas, pero no nazis como se ha llegado a afirmar. Actualmente hay confusión en mi país sobre aquellos años y se da al partido nazi argentino una entidad y poder que en realidad nunca tuvo. El movimiento fue prohibido en Argentina antes del inicio de la guerra.
8º. ¿Cuál es la historia de espías nazi en Argentina que más que te ha llamado la atención?
Una muy pequeña, que jamás había sido narrada y que llegó hasta mí gracias al relato de primera mano del hijo del protagonista estelar; un espía del Abwehr que operaba en el Puerto de Buenos Aires.
Ludwing Schuller, un joven germano-argentino, durante casi dos años vistió con harapos, se instaló bajo un par de chapas frente al Puerto de Buenos Aires y se convirtió en uno de los mejores informantes sobre el movimiento de vapores enemigos. Primeramente había pasado una larga temporada en los campos de batalla europeos. Al retornar a Sudamérica, ya reclutado por los servicios de inteligencia, su misión era tan secreta que ni su propia madre fue puesta al tanto de su paradero. Schuller entregaba sus preciados informes en la calle Reconquista, dónde un superior preparaba informes para enviar a Alemania.
Algunos documentos de la Kriegsmarine me han permitido echar luz sobre como los informes de inteligencia sobre vapores aliados que partían desde Buenos Aires eran utilizados en el esfuerzo de guerra. Los nombres de los barcos, sus rutas y hasta el detalle de su carga eran recibidos por las oficinas berlinesas de inteligencia, las que luego las reenviaban al mando de sumergibles para ser, a su vez, despachada hacia los sumergibles que operaban en el Atlántico Sur y Central. Las pruebas de que el hundimiento del “Andalucía Star”, por citar sólo un caso, fue permitido gracias a informes de espías portuarios que operaban en Argentina han quedado registradas en las olvidadas bitácoras de un par de los lobos grises de Dönitz.


9º. ¿Qué nos puedes contar acerca de las redes locales de caza de espías nazis que había en Argentina durante la segunda guerra mundial y años posteriores?
Hasta finales de 1943 no hubo un servicio de contrainteligencia organizado. Hubo detenciones previas por parte de la Policía local, pero se realizaron principalmente gracias a aportaciones externas. Luego del caso Osmar Hellmuth se creó “Coordinación Federal” y algunos agentes fueron apresados a comienzos de 1944, sin embargo el gobierno argentino no dio luz verde para apresar a los verdaderos espías hasta agosto de ese año.
Tiempo después de la guerra se expulsaron hacia Alemania a algunos agentes importantes, como por ejemplo Wolf Franzok, pero en general se embarcaron a espías menores. Los aliados nunca pudieron poner las manos encima al pez más gordo: Siegfred Becker, una verdadera sombra incluso después de la guerra.

10º. ¿Qué te ha aportado como investigador este “Nazis en las sombras”?
Sin dudas la oportunidad de conocer personas extraordinarias, ya sean protagonistas o colaboradores desinteresados. También he logrado adquirir cierta experiencia sobre el trabajo en archivos gubernamentales, judiciales y hemerotecas, lo cual es todo un arte en sí.
11º. ¿Crees que tu tarea hercúlea ayudará a otros estudiosos de la materia a adentrarse en los archivos y continuar contigo la investigación?
No lo sé. Sí puedo afirmar que he asistido gustosamente a otros investigadores locales que están continuando parte del trabajo. Algunos están ahondando en las viejas fojas judiciales, llevando a cabo sus propias investigaciones en la búsqueda de otros objetivos.
12º. ¿El mundo académico ha entrado en contacto contigo a raíz de tus investigaciones?
Bueno, mis publicaciones son bastante recientes, pero me han invitado en varias oportunidades a dar charlas. Siempre que puedo lo hago y lo encuentro muy provechoso.
13º. ¿Qué nos puedes contar de esas personas que te han ayudado en la senda pedregosa, que siempre es, la investigación?
En todo momento uno se topa con personas que desinteresadamente hacen un gran aporte. Es particularmente gratificante cuando la gente que ha protagonizado estos hechos hace contacto contigo, como el caso del hijo de Schuller que ya he relatado. O cuando una amable anciana que ha sufrido aquella época y ha visto a su padre detenido y expulsado, te recibe en su propia casa y abre su corazón hasta el punto en que uno se conmueve con su relato.
En otro orden de cosas, el libro está prologado por ese extraordinario escritor gallego que es Xavier Alcalá, a quien también este largo trabajo me ha dado la oportunidad de conocer.
14º. ¿Qué le dirías a un apasionado español de la segunda guerra mundial para que coja un libro escrito por un argentino y centrado en su país? ¿Cómo lo convencerías? Reconozco que esta pregunta es difícil de contestar.
No te preocupes, es una pregunta muy sencilla de responder. Un grupo de españoles falangistas, cercanos a la embajada local, se reveló desde el comienzo como una pieza clave dentro de esta historia. De principio a fin aparecen involucrados en operaciones de todo tipo: contrabando de materiales y personas hacia Alemania, falsificación de papeles de identidad, contactos en la Policía, etc.
Además, los vapores españoles fueron fundamentales durante los primeros tiempos para la red de información. Escondidos en la taquilla de sus marineros iban ocultos los informes de inteligencia para el Abwehr y el SD. Todo aquel apasionado español de la SGM querrá conocer el colorido entramado que involucró a varios agentes de esa nacionalidad, operando a favor de la Alemania nazi en Buenos Aires y en ultramar.
15º. Esta es una cuestión clásica de las mías, ¿qué anécdota, que no te importa compartir con nosotros, has vivido y te ha marcado durante el proceso de investigación, escritura y publicación de “Nazis en la sombra”? ¿Y en trabajos anteriores?
Hace dos años atrás inicié un trabajo complementario de investigación sobre varias cajas que existen en el Archivo Parlamentario de la Nación. El famoso y viejo archivo de la Comisión Especial para la Investigación de las Actividades Antiargentinas, que funcionó en los años cuarenta. Los empleados me trataron estupendamente allí y la información sobre los nazis en Argentina es frondosa e de una importancia histórica sustancial.
Llevaba un cuarenta por ciento del archivo procesado, y meses y meses de arduo trabajo invertido, cuando alguien tomó la estupenda decisión de escanear las miles y miles de páginas, hasta el más mínimo detalles. Una tropa de empleados procesó todo en poco tiempo. Es algo realmente estupendo para los investigadores, pero imagínate que de haberlo sabido antes hubiera ahorrado una enormidad de tiempo. En fin, cosas que pasan.
16º. Puede que esta pregunta sea un tanto... No sé cómo calificarla. Es mera curiosidad. No sé si sabrás que soy autor de un ensayo histórico en el que desgrano la vinculación vital y profesional del dibujante Hugo Pratt con la segunda guerra mundial. Seguro que a ti no tengo que explicarte quién es Hugo Pratt, porque es una de las grandes figuras del cómic sudamericano de la década de 1950, colaborando con Héctor Germán Oesterheld en Frontera. Reitero que son cosas mías, pero aprovecho la ocasión: Pratt aseguró en sus entrevistas, que se recogen a modo de memorias, que conoció al hijo del infame Eichmann y a un grupo de intelectuales llamado Grupo Sinagoga que participó, supuestamente (como todo en la vida de Pratt) en su captura junto al Mossad. ¿Qué pudo haber de cierto?
El caso Eichmann guarda todavía algunos enigmas. Década tras década se siguen reescribiendo y develando nuevos detalles. Así lo han revelado fuentes importantes, que han dedicado años enteros a su investigación, tal es el caso de la investigadora Gaby Weber. Rumores sobre participaciones solapadas, tanto para capturar a Eichmann como para liberarlo tras su rapto, han flotado en el ambiente durante años. La que mencionas podría ser una de ellas y de seguro que el Mossad debe haber contado con una conexión local de apoyo.
17º. Finalizada la segunda guerra mundial, Argentina se encumbró como una estrella en la que todos los desahuciados de ese conflicto encontrarían refugio. Se habla de una extraña convivencia entre enemigos. No solo encontramos nazis, también filonazi como los Ustacha. ¿Qué nos puedes contar de esto?
Si claro que hubo Ustashas croatas en Argentina. Entre ellos su líder, Ante Pavelic, protegido siempre por sucesivos gobernantes locales y quien murió en España a fines de los cincuenta. También hubo otros destacados criminales croatas, como el caso de Dinko Sakic, comandante del campo de Jasenovac. Este fue uno de los últimos en ser descubierto en Argentina, en la pequeña ciudad costera de Santa Teresita, a finales de los años ´90.
La mayoría llegó en 1947, apañados por documentos falsos obtenidos a través del Vaticano y la Cruz Roja.
Vamos a cambiar de tercio, ¿qué te parece? Voy a preguntarte sobre la tarea de investigación y sobre el hecho en sí de escribir. Es una forma de profundizar en el autor.
18º. De investigar, a escribir sobre lo investigado, hay un trecho. ¿Cómo es tu labor creativa? ¿Cómo te organizas?
Es muy cierto lo que dices sobre el trecho que existe entre investigar a escribir. Antes de poder plasmar algo por escrito es necesario pasar cientos de horas procesando información, entrevistando, leyendo libros de décadas remotas o simplemente hurgando en archivos.
El sólo hecho de hallar un viejo libro del año 1955 me tomó casi un año, pero no podía terminar mi trabajo sin comprender debidamente ciertos asuntos de política interna de aquella época.
Así fue especialmente durante el proceso de construcción de mi último libro. Salvo contadas excepciones, desconocía completamente la mayoría de los protagonistas y el entramado completo de la historia. Fue necesario hallar un hilo conductor, lo que me tomó casi un año de leer fojas, para finalmente comenzar a escribir.
En mi caso particular no establezco de antemano un momento para comenzar a registrar por escrito, sin embargo, uno en su mente comienza de repente a imaginar capítulos y una columna vertebral de la obra. De un momento a otro la necesidad de escribir se hace presente y luego todo fluye.
19º. Los métodos van cambiando en el campo de la investigación. Te has enfrentado a los papeles de los archivos, pero, ¿eres de los que prefieren trasegar con papeles amarillentos o consultar, gracias a las nuevas tecnologías, a través de una pantalla?
Los papeles amarillentos son indispensables para el trabajo del ensayista de investigación. Pero, tal como te comentaba en la anécdota del archivo del Congreso, las nuevas tecnologías se vuelven indispensables porque reducen mucho los tiempos de trabajo. A medida que más y más archivos se vayan digitalizando se trabajará de manera más rápido y certera. Todavía hay mucho trabajo por hacer sobre este punto, al menos en Argentina, aunque en los últimos años se ha avanzado.
Por ejemplo, cuando te hablaba recientemente sobre la consulta de archivos alemanes de la Kriegsmarine, las nuevas tecnologías han sido indispensables. Los mismos me fueron remitidos desde el exterior perfectamente microfilmados.
20º. ¿Te has inspirado en el estilo narrativo de algún autor o ensayista?
A decir verdad no. Simplemente escribo como me sale, aunque suene insensato. Los escritores que más admiro son los clásicos narradores de novelas, como la gran mayoría de nosotros, los devoradores de libros. De los ensayistas históricos que más me han impresionado puedo mencionar a Félix Luna, y de sus libros: “El 45”; pero sería una utopía intentar igualar su pluma.
21º. La respuesta de los lectores siempre es importante. De lo que llevas escrito, ¿qué has recibido de ellos?
Mucho. Más de lo que esperaba. Como he mencionado algunos de ellos pasaron de lectores a colaboradores o colegas. Otros me han ofrecido sus historias, sus vivencias y me han regalado sabios consejos y valorada ayuda. Sin uno de mis lectores, Xavier Alcalá, creo que no hubiera sido posible publicar en España.
22º. Con lo que has estudiado, ¿has pensado en escribir novela histórica centrada en estos hechos?
Parece que tienes talento para dar justo en la tecla. No sólo lo he pensado, sino que tengo ya casi totalmente finalizada una novela histórica. No sólo está inspirada en el espionaje nazi, sino que también toca la controversial historia de los supuestos merodeos de sumergibles alemanes en las costas argentinas.
Es una novela de misterio, suspenso e intriga, que llevará al lector desde los suburbios de Buenos Aires hasta la larga y desolada línea costera argentina; allí donde los parajes más extraviados regalaban, a comienzos de los años cuarenta, las historias más increíbles. He visitado cada uno de los sitios en persona y estoy convencido de que es una gran narración basada en hechos reales. Mitad cierta y mitad ficción…
23º. Cuando dejas a un lado la investigación, todo, ¿con qué libros te gusta evadirte?
Como te decía, me gustan mucho los ensayistas históricos como Félix Luna, pero también me agradan mucho los novelistas clásicos. Admiro los escritores que tienen esa imaginación tan frondosa como increíble. Puedo leer a menudo a Gabriel García Márquez, Edgar Allan Poe o Julio Verne, estilos muy diferentes, pero que en sus relatos han demostrado una imaginación sin límites, infinita.
24º. Llevas también un blog, “U-boat Argentina”, que es el sitio de habla hispana más visitado sobre la historia de los nazis en Argentina. Háblanos un poco de él, cómo se te ocurrió abrirlo, cuál es la respuesta de los navegantes de Internet…
He comenzado como un investigador amateur. Como tal, la difusión de mi trabajo a través de un blog personal ha sido fundamental. No sé cómo fue que de repente estaba primero en las listas de búsqueda de Google referidas a nazis en Argentina. Tal vez no haya otros sitios similares o simplemente a la gente le interese lo que escribo.
Los visitantes dejan cientos de comentarios y la interacción es divertida.
25º. ¿Cómo te ves dentro de unos años? ¿Cuáles son tus proyectos de futuro?
Me gustaría seguir escribiendo. Ha sido un lindo “Cable a tierra”, como decimos los porteños. Una manera de poder plasmar los pensamientos y que otras personas los valoren. Pero no me pongo objetivos ni plazos de ningún tipo, simplemente las cosas van surgiendo. Es como haber subido a un tren que no tienes idea hacia que estación se dirige. Es este momento me place escribir una novela histórica y simplemente lo hago. Ojalá todo marche bien con el libro y que luego pueda seguir divulgando mi trabajo.
26º. Ya, dando por finalizada la entrevista, qué pregunta crees que me he olvidado hacerte y contéstala, si es que la hay.
Todo bien Javier, me parece que ha estado divertido y las preguntas acertadas.

Julio, muchísimas gracias por atenderme y por la paciencia que has demostrado conmigo a lo largo de esta veintena larga de preguntas. Solo desearte el mayor de los éxitos con “Nazis en la sombra” y todo lo que publiques en un futuro.

SALUDOS



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